100 Millones en Juego: La Estrategia de la Industria Crypto para Influir en las Elecciones de EE.UU.
La influencia del dinero de la criptoindustria en el panorama político de los Estados Unidos no es nueva, pero su escala y ambición acaban de dar un salto monumental. Con la creación del Fellowship PAC, un Super PAC respaldado por más de 100 millones de dólares, el sector ha lanzado un movimiento estratégico y abiertamente declarado para moldear el Congreso. El objetivo es claro: asegurar que la agenda de activos digitales del presidente Trump encuentre un terreno fértil. Este artículo analiza el surgimiento de este nuevo gigante del cabildeo, sus objetivos declarados y las profundas implicaciones que tiene para el futuro de la regulación de las criptomonedas.
Un Gigante Financiero con una Misión Clara
Un Comité de Acción Política (Super PAC) es una entidad que puede recaudar y gastar sumas ilimitadas de dinero para influir en elecciones, aunque tiene prohibido coordinar sus esfuerzos directamente con los candidatos que apoya. Es en este poderoso ecosistema donde irrumpe el Fellowship PAC, registrado formalmente ante la Comisión Federal de Elecciones (FEC) el 7 de agosto de 2025.
Los objetivos de este nuevo actor son explícitos. En un comunicado publicado en la red social X, el PAC declaró que su misión es apoyar candidatos para cargos federales que sean “pro-innovación y pro-cripto”, respaldando directamente la estrategia de activos digitales de la administración Trump. Su retórica se centra en evitar una supuesta “fuga de talento y emprendedores” de Estados Unidos, abogando por una claridad regulatoria que, según ellos, alinee los intereses de los innovadores, los legisladores y el público.
El Enigma de los Donantes Anónimos
La pregunta inmediata que surge ante un fondo de guerra de tal magnitud es: ¿quién está pagando la cuenta? Hasta la fecha, las fuentes de los más de 100 millones de dólares no han sido reveladas oficialmente, alimentando un misterio que la industria sigue con atención. Rumores reportados por medios especializados señalan a los gemelos Winklevoss, fundadores del exchange Gemini y pioneros inversores en Bitcoin, como posibles contribuyentes clave.
Sin embargo, este rumor topa con un muro de negaciones y silencios. Cointelegraph, el medio que reportó la noticia, no pudo verificar estas afirmaciones. De manera crucial, un portavoz de Fairshake —otro importante PAC del sector— negó explícitamente que Coinbase, otro gigante exchange, esté involucrado en el Fellowship PAC. El silencio ha sido la respuesta oficial de Coinbase, Gemini y del propio Fellowship PAC cuando se les contactó para obtener comentarios, un vacío que solo incrementa la intriga.
No es el Primero: El Precedente de Fairshake PAC
Para entender la verdadera dimensión del Fellowship PAC, es esencial contextualizarlo dentro de una estrategia más amplia y que ya ha demostrado su eficacia. Este no es un actor aislado, sino la última y más potente pieza en un tablero de juego que ya estaba en movimiento.
El Fairshake PAC, respaldado por empresas como Coinbase y Ripple, gastó la asombrosa cifra de 130 millones de dólares durante el ciclo electoral de 2024, influyendo notablemente en varias contiendas clave. Su éxito sentó un precedente claro sobre el poder de la industria para alterar resultados. De hecho, un artículo de Cointelegraph en 2024 ya anticipaba que esta influencia no haría más que crecer de cara a 2026. La actividad ya ha comenzado: el Protect Progress PAC, afiliado a Fairshake, ha gastado más de 1 millón de dólares en la primaria de James Walkinshaw en Virginia solo en septiembre de 2025.
Más Allá de la Presidencia: La Batalla por el Congreso
La elección presidencial es crucial, pero la verdadera batalla por el futuro de las criptomonedas en Estados Unidos se libra en el Congreso. Un presidente favorable a la industria necesita una mayoría legislativa cooperativa para poder aprobar leyes significativas, como la propuesta Ley FIT21, que busca establecer un marco regulatorio claro para los activos digitales.
Es aquí donde la estrategia de los grandes capitales cripto se vuelve más sofisticada. El Fellowship PAC no está solo. En un movimiento complementario, se reportó en agosto que los gemelos Winklevoss contribuyeron con 21 millones de dólares en Bitcoin a otro comité, el Digital Freedom Fund, con el objetivo expreso de ayudar a mantener la mayoría republicana en el Congreso y, por ende, apoyar la agenda de Trump. Aunque las elecciones de medio término son en noviembre de 2026, la maquinaria financiera y estratégica ya está operando a pleno rendimiento en 2025.
¿Un Nuevo Amanecer para las Cripto en EE.UU.?
La entrada del Fellowship PAC con un presupuesto inicial tan colosal promete alterar fundamentalmente el panorama de las campañas congresionales. El flujo de tal cantidad de capital puede inundar las contiendas con publicidad, apoyando a candidatos afines y enfrentándose a aquellos percibidos como hostiles a la industria.
Las posibles implicaciones regulatorias son vastas. Un Congreso con más escaños pro-cripto podría desbloquear una legislación que brinde la ansiada claridad a los exchanges y los desarrolladores, potencialmente posicionando a Estados Unidos como un líder global en la industria. Sin embargo, este mismo poder financiero reaviva el eterno debate entre innovación, privacidad y la necesidad de regulación, un conflicto perfectamente ejemplificado por el caso del desarrollador de Tornado Cash, Roman Storm. Como declaró el propio Fellowship PAC: «Este no es el final, solo el principio».
Conclusión: Una Fuerza de Lobby Consolidada
El lanzamiento del Fellowship PAC consolida a la criptoindustria como una de las fuerzas de cabildeo más formidables y con mayor liquidez en la política estadounidense. Su aparición, junto con las acciones de actores establecidos como Fairshake, demuestra una estrategia coordinada y a largo plazo que trasciende el apoyo a una sola figura presidencial.
La guerra para definir las reglas del juego de los activos digitales en la primera economía del mundo se decidirá, en gran medida, en las urnas en noviembre de 2026. La pregunta que queda flotando en el aire es si esta influencia financiera sin precedentes es una herramienta legítima para dar forma al futuro de una industria incipiente o si representa un riesgo fundamental para la integridad del proceso democrático.
¿Qué opinas sobre la creciente influencia de los PACs en la política? Déjanos tu comentario.
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