El Salvador Desafía al FMI: Compra 240 Bitcoin Pese a Acuerdo de No Acumulación
Introducción
El Salvador hizo historia en 2021 al convertirse en el primer país del mundo en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal. Una jugada audaz que, aunque celebrada por la comunidad cripto, generó tensiones con organismos financieros tradicionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ahora, el gobierno de Nayib Bukele vuelve a desafiar las recomendaciones del FMI al continuar acumulando Bitcoin, incluso después de un acuerdo que supuestamente limitaba esta práctica.
Desde diciembre de 2024, El Salvador ha adquirido 240 BTC adicionales, elevando sus reservas a 6,209 bitcoins (aproximadamente $663 millones al precio actual). Esto ocurre pese a que el acuerdo con el FMI, que incluía un préstamo de $1.4 mil millones, desaconsejaba expresamente la acumulación pública de criptomonedas. ¿Cómo logra El Salvador sortear estas restricciones? ¿Y qué implica esta estrategia para su economía y su relación con el FMI?
El Acuerdo con el FMI y su «Cumplimiento Técnico»
En diciembre de 2024, El Salvador y el FMI llegaron a un acuerdo clave que incluía dos condiciones principales:
- Eliminar el estatus de Bitcoin como moneda de curso legal (aunque sigue siendo aceptado como medio de pago).
- Evitar la compra de Bitcoin con fondos públicos.
Sin embargo, el gobierno salvadoreño ha mantenido su política de adquirir 1 BTC diario, una estrategia iniciada en noviembre de 2022. ¿Cómo es posible esto sin violar el acuerdo?
Rodrigo Valdés, director del FMI para América Latina, declaró recientemente que El Salvador cumple «técnicamente» con lo pactado. Esto sugiere que las compras podrían estar siendo realizadas a través de entidades no directamente vinculadas al gobierno, como fondos privados o empresas estatales con autonomía financiera.
¿Una Estrategia Calculada o un Riesgo Fiscal?
Expertos en criptomonedas, como Anndy Lian, sugieren que El Salvador está utilizando un enfoque legalmente flexible para mantener su acumulación de Bitcoin sin perder el apoyo del FMI. Algunas posibilidades incluyen:
- Compras a través de vehículos financieros independientes (como fideicomisos o empresas públicas no fiscalizadas directamente por el Tesoro).
- Fondos provenientes de ingresos no fiscales, como ganancias de la minería de Bitcoin o inversiones extranjeras.
No obstante, esta estrategia no está exenta de riesgos. Si el FMI considera que El Salvador está evadiendo el espíritu del acuerdo, podría revisar las condiciones del préstamo o incluso imponer sanciones.
La Paradoja de las Remesas en Cripto: ¿Adopción o Retroceso?
Mientras El Salvador sigue apostando por Bitcoin, los datos revelan un declive en el uso de criptomonedas para remesas. Según el Banco Central de Reserva:
- Las remesas en cripto cayeron un 44.5% en el primer trimestre de 2025 ($16 millones frente a $28.3 millones en 2024).
- Solo representan el 0.52% del total de remesas, frente al 1.08% del año anterior.
¿A qué se debe esta caída? Algunas posibles explicaciones incluyen:
- La volatilidad de Bitcoin, que disuade a los migrantes de usarlo como medio de envío.
- Comisiones más altas en comparación con servicios tradicionales como Western Union.
- Falta de educación financiera sobre cómo usar wallets y exchanges.
Este contraste entre la acumulación estatal de BTC y la disminución en su uso cotidiano plantea dudas sobre la adopción real en la población.
Perspectivas Futuras: ¿Hacia Dónde Va El Salvador?
El Salvador parece decidido a mantener su apuesta por Bitcoin, incluso bajo presión internacional. Las preguntas clave para el futuro son:
- ¿Seguirá el FMI haciendo la vista gorda? O, por el contrario, ¿endurecerá su postura si las compras continúan?
- ¿Podría esta estrategia inspirar a otros países? Naciones como Argentina o Paraguay han mostrado interés en las criptomonedas, pero ninguna ha dado un paso tan audaz.
- ¿Qué impacto tendrá en el precio de Bitcoin? Si más gobiernos acumulan BTC, podría impulsar su valor a largo plazo.
Conclusión: Juego de Estrategia o Salto al Vacío
El Salvador sigue navegando en aguas financieras inexploradas. Su acumulación de Bitcoin, pese al acuerdo con el FMI, demuestra una determinación por mantener su apuesta cripto, aunque sea bajo un «cumplimiento técnico» cuestionable.
Mientras algunos lo ven como un riesgo fiscal innecesario, otros lo celebran como un movimiento visionario hacia la soberanía financiera. Lo cierto es que este caso sienta un precedente: ¿pueden los países desafiar las reglas tradicionales sin consecuencias graves?
El tiempo dirá si El Salvador está jugando con fuego o escribiendo un nuevo capítulo en la historia económica global.
¿Tú qué opinas? ¿Es El Salvador un pionero o está asumiendo un riesgo innecesario? ¡Déjanos tu comentario en redes sociales!
(Fuentes: Bitcoin Office, FMI, Banco Central de Reserva de El Salvador)
