Genesis vs. DCG: Demanda Revela Ejecutivos Ignoraron Advertencias en Colapso de $3.3 Mil Millones
La crisis financiera de Genesis, una de las mayores plataformas de préstamos cripto, sigue dejando al descubierto prácticas cuestionables en el ecosistema digital. Una demanda reciente contra Digital Currency Group (DCG) y su CEO, Barry Silbert, revela documentos internos que exponen cómo los ejecutivos anticiparon el colapso pero ignoraron advertencias clave, mientras ocultaban información crítica a inversores y acreedores.
El caso, que involucra $3.3 mil millones en reclamos, no solo amenaza la estabilidad de DCG—el gigante detrás de empresas como Grayscale y CoinDesk—sino que también plantea serias preguntas sobre la supervisión corporativa en la industria cripto.
DCG como «Alter Ego» de Genesis: Fusión de Responsabilidades
Uno de los argumentos centrales de la demanda es que DCG operó como un «alter ego» de Genesis, diluyendo las líneas legales entre ambas empresas. Según la doctrina legal, esto ocurre cuando una compañía controla otra hasta el punto de que se vuelven indistinguibles, permitiendo desvíos de fondos o evasión de obligaciones.
Un memorándum interno de DCG, redactado por el ex-CFO Michael Kraines en 2022, muestra que los ejecutivos ya «war-gameaban» (simulaban estrategias) un posible colapso de Genesis. «Si Genesis explota, ¿arrastraría a DCG?», se preguntaba Kraines. La respuesta, según los documentos, era un claro sí: DCG dependía tanto de los flujos de Genesis que su propia solvencia estaba en riesgo.
Esta relación simbiótica se evidenció aún más cuando DCG supuestamente usó el balance de Genesis para ocultar pérdidas, incluyendo una polémica nota promisoria de $1.1 mil millones emitida en junio de 2022, que ahora se investiga como posible maquillaje contable.
Advertencias Ignoradas y Crecimiento Descontrolado
Los documentos judiciales desclasificados muestran que consultores externos alertaron a DCG sobre riesgos desde 2020, pero la empresa no actuó a tiempo. Entre 2021 y 2022, los préstamos de Genesis crecieron de $4 mil millones a $12 mil millones, sin una supervisión adecuada.
Peor aún, DCG tardó nueve meses en formar un comité de «riesgo de contagio» después de su aprobación, un retraso que, según la demanda, exacerbó la crisis.
Empleados describieron una «cultura de sumisión» donde DCG priorizó sus intereses sobre la estabilidad de Genesis. «DCG saqueó el balance de Genesis para ocultar insolvencia», afirma un testimonio interno.
El Engaño Público y las Transacciones Sospechosas
Tras el colapso de Three Arrows Capital (3AC) en 2022, DCG y Genesis minimizaron el impacto en redes sociales. Sin embargo, internamente, los ejecutivos sabían que la exposición a 3AC era catastrófica.
En septiembre de 2022, DCG y Genesis realizaron un acuerdo «roundtrip»: Genesis «prestó» $500 millones a DCG, que luego los devolvió como capital para aparentar solvencia. La demanda alega que esto fue un engaño deliberado a los acreedores.
Reclamaciones Legales y Futuro del Caso
El comité de litigios de Genesis acusa a DCG de un «esquema deliberado» para desviar fondos y retrasar la bancarrota. Los $3.3 mil millones reclamados podrían forzar a DCG a vender activos clave, como su participación en Grayscale.
Hasta ahora, DCG no ha respondido públicamente a las acusaciones, pero el silencio solo aumenta la presión legal y regulatoria.
Lecciones para la Industria Cripto
Este caso expone los peligros de las estructuras corporativas opacas en cripto. Si se prueba que DCG operó como alter ego de Genesis, podría sentar un precedente para demandas similares contra otros conglomerados.
Para los inversores, es una advertencia: la interconexión entre empresas cripto puede multiplicar los riesgos. Y para los reguladores, una señal de que el escrutinio a holdings como DCG debe intensificarse.
Conclusión
La demanda contra DCG va más allá de una disputa financiera: es un examen a la cultura de impunidad en Wall Street… pero con criptomonedas. Los documentos revelan un patrón de negligencia, engaño y avaricia que ya hemos visto en crisis tradicionales.
El resultado podría redefinir la responsabilidad corporativa en la era digital. Y, quizá, recordarnos que, con o sin blockchain, los riesgos siguen siendo humanos.
¿Qué sigue?
- Monitorizar la respuesta legal de DCG.
- Observar si otros acreedores (como Gemini) se unen a la demanda.
- Seguir el efecto en el precio de Bitcoin, dado el peso de Grayscale en el mercado.
Fuentes: Documentos judiciales de NY Bankruptcy Court, informes de Bloomberg, comunicados de Genesis.