Winklevoss donan 21M en Bitcoin a Trump: La apuesta millonaria por el futuro de las cripto en EE. UU.
En un movimiento que resuena en los pasillos de Washington y en la comunidad cripto, los gemelos Winklevoss han realizado una de las donaciones políticas más cuantiosas en la historia de las criptomonedas. Una suma de 21 millones de dólares en Bitcoin ha sido destinada a un comité de acción política (PAC) con un objetivo claro: asegurar una mayoría en el Congreso que impulse la agenda de Donald Trump sobre criptoactivos de cara a las cruciales elecciones de medio término de 2026. Esta jugada millonaria plantea una pregunta inevitable: ¿está la industria comprando abiertamente su influencia política?
Los 21 millones de BTC: Más que dinero, un mensaje para la industria
El anuncio, hecho por Tyler Winklevoss a través de su cuenta de X (antes Twitter), no solo destaca por su magnitud, sino por su profundo simbolismo. La cifra de 21 millones de dólares es un guiño directo y calculado al suministro máximo de Bitcoin: 21 millones de coins. Este detalle, que puede pasar desapercibido para el público general, es un potente mensaje de solidaridad y sofisticación dentro de la comunidad a la que representan.
Los Winklevoss dejaron clara su postura, afirmando que su objetivo es «apoyar los esfuerzos del Presidente Trump y su Administración» en la creación de un marco regulatorio favorable. Este apoyo no es nuevo; en 2024, ya habían donado 2 millones de dólares en BTC a la campaña de Trump, estableciendo un patrón de respaldo financiero que ahora se amplía exponencialmente.
El Digital Freedom Fund: El brazo político del crypto en Washington
Pero, ¿qué es exactamente un PAC y cómo operará este fondo? Un Comité de Acción Política (PAC) es una organización que recauda fondos para influir en elecciones, ya sea financiando campañas de candidatos específicos o gastando en propaganda a favor de sus causas.
El «Fondo para la Libertad Digital» (Digital Freedom Fund) se estableció el 11 de julio de 2025 y está gestionado por Janna Rutland, una experta con experiencia previa en PACs republicanos. Sus objetivos, según sus patrocinadores, son tres:
- Influir decisivamente en las midterms de 2026.
- Apoyar legislación que establezca una clara estructura de mercado para las criptomonedas.
- Abogar por exenciones fiscales clave, como la «exención de mínimos» (de minimis), que liberaría de impuestos a las transacciones pequeñas en Bitcoin.
Esta estrategia no surge de la nada; es la evolución del éxito del PAC Fairshake en 2024, al que los Winklevoss también contribuyeron con 5 millones de dólares. Es el lobby institucional crypto materializándose con toda su fuerza.
Trump vs. Demócratas: La guerra regulatoria que define las midterms
Para entender la urgencia de esta donación, es esencial comprender el panorama político actual en 2025. Donald Trump es presidente y los republicanos controlan ambas cámaras del Congreso, una victoria conseguida en las elecciones de 2024. Sin embargo, la oposición demócrata ya se prepara para una contraofensiva en 2026. La jugada de los Winklevoss es una inversión temprana y preventiva para blindar los avances logrados.
Un ejemplo de estos avances es la Ley GENIUS de stablecoins, aprobada con apoyo bipartidista y firmada por Trump, que la industria celebra como un primer paso crucial. No obstante, este camino no está exento de críticas. Figuras demócratas, como el Gobernador de Illinois, J. B. Pritzker, han descalificado a los defensores de las políticas crypto de Trump, tachándolos de simples «crypto bros» más interesados en el beneficio propio que en el progreso nacional. Esta tensión define la batalla regulatoria que se librará en los próximos meses.
¿Los Winklevoss compran un asiento en la mesa? Acceso e influencia tras la donación
La pregunta sobre si el dinero compra acceso tiene una respuesta evidente en este caso. Tras sus donaciones anteriores, los gemelos fueron invitados a eventos de alto nivel, incluida la toma de posesión presidencial y una cumbre sobre criptoactivos en la Casa Blanca en marzo de 2025. Sus lazos se han profundizado con inversiones directas en «American Bitcoin«, una empresa de minería vinculada a la familia Trump.
Sin embargo, sería un error pintar su apoyo como una lealtad ciega y monolítica. Un matiz crucial revela una grieta en este frente: se reportó que los Winklevoss pidieron a Trump que reconsiderara la nominación de Brian Quintenz para presidir la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC). Esta postura los puso en desacuerdo con otros grupos de presión de la industria que apoyaban al candidato.
Este incidente demuestra que su lobby es por una agenda crypto muy específica, no por una adhesión partidista incondicional. Están invirtiendo en políticas, no solo en una persona.
El precio de la influencia: Un nuevo capítulo en el lobby crypto
La donación de los Winklevoss es, sobre todo, una declaración de poder. Marca la entrada definitiva de la industria de las criptomonedas en la arena del lobby de alto nivel en Washington, con un cheque en blanco dispuesto a definir el panorama regulatorio de los próximos años. Su objetivo es claro: moldear las leyes de la primera economía del mundo a su favor.
Si bien su causa puede ser legítima—la búsqueda de claridad regulatoria para una industria naciente—, el método elegido, una donación récord de 21 millones de dólares, conlleva inevitablemente profundas preguntas sobre la naturaleza de la influencia y el acceso en una democracia.
La carrera por 2026 acaba de comenzar, y el precio de la entrada ya se ha disparado. La pregunta final que queda flotando en el aire es para todos nosotros: ¿esta financiación masiva es un instrumento legítimo de defensa sectorial o representa un riesgo tangible para la integridad de la política democrática?