Restricciones de China a Empresas Estatales: Impacto en el Mercado de Stablecoins de Hong Kong en 2025

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Restricciones de China a Empresas Estatales: Impacto en el Mercado de Stablecoins de Hong Kong en 2025

A principios de 2025, el ecosistema cripto de Hong Kong se enfrenta a una paradoja regulatoria. Mientras la región consolida su marco para convertirse en un hub digital global, Pekín parece estar frenando deliberadamente a sus propios gigantes financieros y tecnológicos para que no participen en él. Según un reporte del medio local Caixin, las empresas estatales y los bancos de China continental podrían verse obligados a retirarse de las iniciativas de stablecoins en la ciudad, una directriz que plantea serias dudas sobre el futuro del ambicioso proyecto de Hong Kong.

El veto de Pekín: Empresas estatales y bancos fuera de la carrera crypto de Hong Kong

La información, atribuida a fuentes familiarizadas con el asunto, indica que reguladores chinos habrían emitido instrucciones para que las empresas de propiedad estatal (SOEs), los gigantes de internet y las instituciones financieras con sede continental se abstengan de solicitar la licencia de stablecoins de Hong Kong. La consecuencia directa es una retirada forzosa de estas actividades y la posposición de solicitudes que hasta hace poco se consideraban viables.

La postura de Pekín queda resumida en la declaración de un insider anónimo recogida por Caixin: «El negocio de los stablecoins en Hong Kong acaba de comenzar, y su dirección futura es incierta… no hay que apresurarse a participar». Esta aversión al riesgo, impuesta desde arriba, contrasta fuertemente con el entorno de innovación que se pretendía fomentar.

Hong Kong 2025: Un oasis regulatorio con un marco para stablecoins

Este movimiento se produce en un momento crítico. El nuevo marco regulatorio para stablecoins de Hong Kong entró en vigor el 1 de agosto de 2024, estableciendo un período de transición de 6 meses que culmina en febrero de 2025.

La alta demanda inicial era evidente: 77 instituciones habían expresado interés en solicitar la licencia, un dato que reflejaba el potencial de la ciudad como puente entre las finanzas tradicionales y el mundo cripto, especialmente ante la estricta prohibición que rige en China continental.

De la ambición a la retirada: El cambio de rumbo de los gigantes chinos

La directriz de Pekín es significativa porque representa un cambio de rumbo abrupto. Antes de que se conociera esta restricción, el interés de las empresas chinas era tangible y público.

El Industrial and Commercial Bank of China (ICBC), el banco más grande del mundo por activos, planeaba solicitar la licencia. China Merchants Bank, por su parte, vio a su filial lanzar un exchange institucional de cripto en Hong Kong en agosto. Gigantes tecnológicos como JD.com y Ant International registraron entidades vinculadas a stablecoins en Hong Kong y Singapur justo antes de que el nuevo marco entrara en vigor. La orden de retirada, por tanto, no frena una falta de interés, sino una ambición muy concreta.

HKMA flexibiliza requisitos para bancos: ¿Una estrategia para atraer capital extranjero?

Frente a este panorama, la estrategia de la Autoridad Monetaria de Hong Kong (HKMA) adquiere una nueva dimensión. Su reciente propuesta de suavizar los requisitos de capital para los bancos que manejen criptoactivos, con el objetivo declarado de facilitar la adopción de stablecoins compatibles y promover inversiones, ahora podría interpretarse como un pivote para atraer a un elenco diferente de actores.

Con los jugadores continentales posiblemente fuera de la ecuación, la puerta podría quedar más abierta para entidades internacionales con sede en la ciudad, como HSBC, para liderar la carga.

La doble cara de China: Prohibición interna y experimentación controlada

Esta aparente contradicción entre lo que permite Hong Kong y lo que prohíbe Pekín es, en realidad, coherente con la postura histórica de China. La instrucción de agosto de 2024 para que las firmas locales cesaran la investigación y seminarios sobre stablecoins, citando riesgos de fraude, ya era una señal clara.

China no rechaza la tecnología blockchain de plano, sino que la aborda con extrema cautela y un control estatal férreo. La evidencia de esta «experimentación controlada» es palpable: existen informes de que las autoridades podrían autorizar stablecoins respaldados por el yuan para promover su moneda a nivel global.

El ejemplo más claro es el de Conflux, una blockchain china, que lanzó un stablecoin respaldado por yuanes offshore para la «Iniciativa del Cinturón y la Ruta», pero que está explícitamente prohibido en China continental. El mensaje es claro: el desarrollo de activos digitales debe servir a los intereses geopolíticos y económicos del Estado, y debe ocurrir bajo su supervisión exclusiva.

¿Un freno temporal o una nueva realidad? El futuro incierto de las crypto en Hong Kong

En conclusión, la restricción impuesta por Pekín introduce un elemento de incertidumbre en el futuro de Hong Kong como centro cripto. En el corto plazo, es probable que ralentice la adopción masiva al retirar del tablero a actores con un capital y una escala enormes.

Sin embargo, esta medida podría tener un efecto paradójico: forjar un ecosistema más diverso, menos dependiente de los caprichos de la política de Pekín y potencialmente más atractivo para empresas e inversores globales que buscan un marco claro pero independiente.

El mercado estará atento para discernir si este veto es permanente o una simple pausa táctica, mientras China define su propia estrategia digital nacional, con el yuan digital (e-CNY) como punta de lanza. El experimento de Hong Kong continúa, pero ahora con un actor principal obligado a abandonar el escenario.

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