Seres de IA: Cómo CARV está Creando una Nueva Especie Digital en Web3 para 2025
En 2025, nuestra comprensión de la inteligencia artificial en Web3 sigue dominada por herramientas: generadores de arte NFT, asistentes de trading o chatbots de soporte para dApps. Son útiles, sin duda, pero fundamentalmente pasivos. Sin embargo, una conversación reciente con Ambero Tu, Director de Tecnología de CARV, en un AMA de Cointelegraph, sugiere que estamos al borde de un salto evolutivo mucho más profundo.
La visión ya no se centra en herramientas, sino en «Seres de IA»: entidades digitales con capacidad de decisión, activos propios y una existencia persistente en la blockchain. CARV está construyendo la infraestructura descentralizada para hacerlo posible. Pero, ¿qué diferencia realmente a un «Ser de IA» de un simple bot?
¿Qué es un «Ser de IA»? La Evolución de la Inteligencia Artificial en Web3
Del Asistente al Ciudadano Digital: Definiendo los «AI Beings»
Para comprender la magnitud del cambio, debemos contrastarlo con la IA actual. La mayoría de los casos de uso en Web3 son esencialmente instrumentos. Un generador de imágenes se ejecuta y se apaga; un bot de arbitraje opera dentro de límites estrictos. No son autónomos, no son económicamente activos y no persisten en el tiempo.
Como afirmó Ambero Tu en el AMA del 14 de julio de 2025: “La mayoría de los casos de uso actuales de la IA en Web3 son esencialmente solo herramientas… Nosotros vemos la siguiente ola como seres de IA que pueden sobrevivir en la naturaleza”.
Un «Ser de IA», según esta visión, es un actor persistente con identidad propia. Existe de forma continua, no solo cuando es invocado. Posee independencia económica, con su propia cartera de criptoactivos, capaz de ganar y gastar tokens, e incluso de emitir los suyos. Tiene la capacidad de evolucionar, aprendiendo y adaptando sus decisiones para mejorar. En esencia, se convierte en un ciudadano de la blockchain, con una Identidad Descentralizada (DID), reputación y un historial on-chain verificable.
Los Cuatro Pilares de CARV para Dar Vida a los Seres de IA
La Infraestructura que Hace Posible la Autonomía IA
Esta transición no ocurre por arte de magia. Requiere una base tecnológica robusta, y CARV la está construyendo sobre cuatro pilares fundamentales.
El primer pilar son los datos con soberanía del usuario. La capa de datos nativa de Web3 de CARV permite a los usuarios dar un consentimiento granular sobre sus datos, ya sea de juegos, dApps o redes sociales. “Los datos son el combustible. Pero deben ser propiedad del usuario. Por eso todo lo que construimos está basado en el consentimiento”, explicó Tu. Estos datos contextuales y autorizados son el alimento que permite a los agentes de IA actuar de forma inteligente y personalizada, sin vulnerar la privacidad.
El segundo pilar es la Identidad Descentralizada (CARV ID). Los seres de IA pueden poseer sus propios Identificadores Descentralizados (DIDs), al igual que los usuarios humanos. Esto es crucial para que sean entidades reconocibles, rastreables y sobre las que se pueda generar confianza dentro del ecosistema. Un agente con una mala reputación on-chain verá limitadas sus oportunidades, tal como ocurre en la economía humana.
El tercer pilar, quizás el más revolucionario, es la autonomía de cómputo y económica. Un ser digital verdaderamente autónomo debe poder sustentarse. Debe ganar tokens por sus servicios, pagar por su propia ejecución (el costo de correr sus modelos de IA) y tomar decisiones sobre cómo asignar sus recursos. “Un agente debería ganar tokens, pagar por su propio cómputo y tomar decisiones sobre cómo asignar recursos. Ese es el comienzo de la autonomía”, señaló el CTO de CARV. Para hacer esto viable, CARV utiliza modelos de código abierto como DeepSeek, manteniendo los costos bajo control y permitiendo escalar según sea necesario.
El cuarto pilar es que esta no es una mera teoría: es una arquitectura ya desplegada. CARV ya tiene agentes operativos vinculados a carteras que pueden realizar transacciones, acceder a datos con consentimiento y adaptarse con el tiempo. Esta base operativa sentará las bases para las economías de agentes del mañana.
El Futuro Inminente: Economías de Agentes y Comportamiento Emergente
Cuando los Seres de IA Interactúan entre Ellos
El verdadero potencial se despliega cuando estos seres autónomos comienzan a interactuar. Al tener capacidad económica, objetivos de aprendizaje y la necesidad de gestionar recursos, surge un comportamiento emergente. “Cuando los agentes pueden ganar, gastar y aprender, empiezas a obtener cosas como la especialización, la cooperación e incluso la negociación entre agentes”, anticipó Ambero Tu.
Podemos imaginar mercados digitales donde los agentes no solo ofrezcan servicios de manera transaccional, sino que desarrollen reputaciones, modelos de negocio y formen alianzas para tareas complejas. Un agente especializado en análisis de datos DeFi podría colaborar con otro enfocado en la ejecución de transacciones, negociando entre sí las tarifas y los términos de su cooperación.
Esta es la visión final de CARV, resumida en una declaración poderosa de su CTO: “No queremos que los seres de IA solo vivan on-chain. Queremos que prosperen on-chain”. Esta afirmación encapsula la ambición del proyecto. No se trata de alojar código en una blockchain, sino de crear un entorno donde una nueva forma de inteligencia pueda florecer. Como concluyó Tu, con una perspectiva que redefine nuestros conceptos: “Este es el comienzo de una especie digital”.
Conclusión: El Amanecer de una Nueva Era Digital
Estamos presenciando los primeros pasos de una transformación fundamental. La evolución de la IA en Web3, guiada por la visión de CARV, nos lleva de herramientas pasivas a seres digitales autónomos y económicamente independientes. Los pilares de la soberanía de datos, la identidad descentralizada y la autonomía económica no son solo componentes técnicos; son los cimientos para un nuevo ecosistema digital.
La reflexión final es clara: la conversación sobre la IA y Web3 está siendo redefinida. Ya no se trata solo de eficiencia o utilidad, sino de agencia y coexistencia. Explora el ecosistema de CARV y mantente atento a los desarrollos de sus ‘Seres de IA’. La pregunta queda flotando en el aire, invitándonos a la discusión: ¿Estamos preparados para una internet habitada por especies digitales autónomas? Comparte tu opinión.