Piloto Cripto de Vietnam 2025: Requisitos Millonarios y Prohibiciones Frenan el Interés de las Empresas
En un giro que pocos anticipaban, el Ministerio de Finanzas de Vietnam ha anunciado una realidad paradójica: cero solicitudes para su tan esperado piloto regulatorio de criptoactivos. Este silencio por parte del mercado contrasta fuertemente con el auge global de los activos digitales y la creciente institucionalización de este sector. La pregunta que surge de inmediato es inevitable: ¿por qué las empresas, en un momento de expansión mundial, están evitando activamente este programa? La declaración del Viceministro Nguyen Duc Chi no deja lugar a dudas: “Hasta el momento, el ministerio no ha recibido ninguna propuesta de empresas…”, a pesar de mantener la esperanza de lanzar el piloto antes de 2026. Este artículo analiza las profundas razones detrás de esta fría acogida.
Un Piloto Sin Postulantes: La Confirmación Oficial
El viceministro de Finanzas, Nguyen Duc Chi, confirmó en una rueda de prensa la inexistencia de postulantes para el programa piloto, diseñado para tener una duración de 5 años y un límite máximo de 5 participantes. Esta noticia llega justo después de la implementación de la Resolución 05/2025, que marcaba el pistoletazo de salida oficial para el marco regulatorio. La ironía es palpable: un marco legal largamente esperado por la industria se revela, en su concreción, como un conjunto de normas que, lejos de atraer, parece disuadir a los potenciales interesados.
Análisis de los Obstáculos: ¿Por Qué las Empresas se Alejan?
La respuesta a la falta de interés no es un misterio, sino una consecuencia directa de los requisitos establecidos, que actúan como barreras casi infranqueables para la mayoría de las empresas.
El Requisito de Capital Prohibitivo
El obstáculo más evidente es el requisito de capital: 10 billones de VND (aproximadamente $379 millones de USD). Esta cifra es desproporcionada. Para ponerla en contexto, se acerca al capital requerido para establecer un banco comercial completo en el país. Para una startup fintech o incluso para una empresa de criptoactivos en fase de expansión, esta cantidad es simplemente inalcanzable, reflejando una desconexión total con la realidad del ecosistema innovador que se pretende regular.
Prohibiciones Clave en los Productos
Más allá del capital, las prohibiciones de productos estrangulan la viabilidad comercial del piloto. La normativa prohíbe expresamente la emisión de activos respaldados por monedas fiduciarias o valores. Esto significa excluir del mercado vietnamita a stablecoins populares como USDT y USDC, así como a toda la clase emergente de valores tokenizados y fondos del mercado monetario. Estos productos son fundamentalmente los que atraen a inversores minoristas que buscan estabilidad y a instituciones que buscan exposición a activos del mundo real (RWA). Sin ellos, la oferta se vuelve notoriamente menos atractiva.
Otras Exigencias Regulatorias
Aunque la noticia no entra en detalle, se infiere la existencia de otras cargas regulatorias significativas, como estrictas limitaciones de personal y rigurosos protocolos de cumplimiento KYC/AML (Conozca a Su Cliente y Lucha contra el Lavado de Dinero). En conjunto, este marco crea un entorno de altísima exigencia que, sumado a las barreras anteriores, hace que el costo de entrada supere con creces el beneficio potencial.
Vietnam en el Espejo Regional: Una Comparación con Asia
Las exigencias de Vietnam no solo son altas; son una anomalía en el panorama regulatorio regional y global.
Alternativas en el Sudeste Asiático
Mientras Vietnam pide $379 millones, otras jurisdicciones financieras líderes en Asia han optado por umbrales más realistas. En Singapur, Hong Kong y Japón (para vías no bancarias), los requisitos de capital para los Proveedores de Servicios de Activos Cripto (CASP) oscilan entre $1 y $5 millones de USD. La conclusión es obvia: para una empresa global, es financieramente más sensato establecerse en estos centros, que ofrecen un equilibrio entre supervisión robusta y viabilidad comercial.
Una Regulación en Contracorriente de las Tendencias Mundiales
Las prohibiciones vietnamitas chocan frontalmente con los segmentos de mayor crecimiento en 2025. El mercado de stablecoins ha superado una capitalización de $300 mil millones, con transferencias en el tercer trimestre que excedieron los $15,6 billones y entradas netas de $46 mil millones, lideradas precisamente por USDT, USDC y USDe. Paralelamente, el mercado de valores tokenizados (RWA), especialmente las tesorerías, ha superado los $8 mil millones, con fondos de gigantes como BlackRock (BUIDL) y Franklin Templeton (BENJI) a la cabeza. La popularidad de estos productos reside en su rendimiento, garantía y eficiencia en la liquidación. Al prohibirlos, el piloto vietnamita se autoexcluye de las corrientes principales de inversión e innovación financiera.
¿Qué Sigue para el Ecosistema Cripto en Vietnam?
Ante este panorama, la declaración del gobierno sobre «agilizar el proceso» y su esperanza de conseguir un primer licenciatario plantean una incógnita crucial: ¿Está Vietnam dispuesto a flexibilizar sus requisitos, o las empresas tendrán que plegarse a un marco tan estricto? Es probable que solo grandes conglomerados o bancos estatales puedan contemplar postularse, como sugiere la anterior asociación del Banco Militar (MB) con Dunamu. Sin embargo, el riesgo real es que, aferrándose a esta normativa, Vietnam se arriesgue a quedarse atrás en la revolución de la financiación digital, desaprovechando el potencial de una población joven y tecnológicamente capacitada, y perdiendo la oportunidad de atraer inversiones de alto valor en un sector clave para el futuro.
Conclusión
El piloto cripto de Vietnam se encuentra en un punto muerto debido a una combinación letal de factores: un requisito de capital desproporcionado, la prohibición de stablecoins y la exclusión de los valores tokenizados. Esta fórmula ha resultado, por ahora, en un programa comercialmente inviable. El caso de Vietnam sirve como un estudio paradigmático del delicado equilibrio que los reguladores deben encontrar: la protección del inversor es fundamental, pero no puede lograrse mediante una regulación tan onerosa que ahogue la innovación y aleje el capital. El futuro de este piloto, y en cierta medida del ecosistema digital vietnamita, dependerá de la capacidad de adaptación tanto de las autoridades como de la industria. El reloj sigue corriendo.