El Banco de Inglaterra reconsidera los límites a las stablecoins: ¿Flexibilidad para no quedarse atrás?

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El Banco de Inglaterra reconsidera los límites a las stablecoins: ¿Flexibilidad para no quedarse atrás?

Introducción

Un informe de Bloomberg ha revelado un significativo cambio de postura en una de las instituciones financieras más tradicionales del mundo. El Banco de Inglaterra (BOE), enfrentado a la disyuntiva entre el control financiero y la competitividad, está reconsiderando los estrictos límites de tenencia que había propuesto para las stablecoins. Este giro ocurre en un contexto donde el mercado global de estas criptomonedas estables ha alcanzado la astronómica cifra de $314 mil millones en 2025, un ecosistema demasiado grande como para ignorar. Analizaremos la propuesta inicial, las fuertes críticas que provocó y lo que este cambio de rumbo significa para el futuro financiero del Reino Unido.

Los límites propuestos: ¿Protección o obstáculo?

A finales de 2024, el Banco de Inglaterra sorprendió al mercado con una propuesta regulatoria extremadamente cautelosa. El plan original establecía límites estrictos sobre la cantidad de stablecoins que podían mantener los usuarios: 20,000 libras (aproximadamente $27,000 USD) para individuos y 10 millones de libras para empresas. Los motivos detrás de esta medida eran claros. El BOE manifestaba una profunda preocupación por los riesgos sistémicos que podrían plantear stablecoins de uso masivo como USDT y USDC, cuya posible quiebra podría contagiar al sistema tradicional. El banco central buscaba, ante todo, mantener el control sobre la oferta monetaria y proteger al consumidor de una dependencia excesiva de monedas digitales de emisión privada. Esta postura fue respaldada en su momento por el Gobernador del BOE, Andrew Bailey, quien advirtió abiertamente que las stablecoins podrían convertirse en una amenaza para la estabilidad financiera.

La presión de la industria hace mella en el BOE

La propuesta encontró un intenso y unánime rechazo por parte de la industria cripto y financiera. Las críticas argumentaban que unos límites tan bajos eran inviables en la práctica. Simon Jennings, del UK Cryptoasset Business Council, lo resumió con contundencia: los topes «simplemente no funcionan en la práctica». El argumento principal procedía de las empresas nativas del crypto, para las cuales estas cifras eran ridículamente insuficientes. Estas empresas necesitan mantener reservas muy superiores en stablecoins para sus operaciones diarias de trading, liquidez y financiación.

Ante esta presión, la postura del BOE ha dado un giro hacia el pragmatismo. Según los últimos informes, el banco ahora considera introducir exenciones para aquellas empresas específicas que demuestren una necesidad legítima de mantener saldos más elevados. Este cambio de actitud se ve reflejado en el tono más conciliador de Andrew Bailey, quien recientemente ha reconocido que las stablecoins pueden ser una «innovación útil» que coexista con el sistema financiero tradicional.

La competencia regulatoria internacional acelera el cambio

Este replanteamiento no se produce en el vacío, sino en el marco de una feroz competencia internacional por liderar el espacio de los activos digitales. Mientras el BOE deliberaba, otros actores clave avanzaban con celeridad. Estados Unidos dio un paso crucial con la Ley GENIUS, firmada en julio de 2024, que establece un marco regulatorio más claro y predecible para las stablecoins. Al mismo tiempo, la Unión Europea continúa implementando su propio reglamento integral (MiCA).

Esta carrera regulatoria ha puesto al Reino Unido contra las cuerdas, con el riesgo real de quedarse rezagado si insiste en un enfoque excesivamente restrictivo. Esta urgencia es avalada por visiones de la industria como la de Reeve Collins, cofundador de Tether, quien predice que para 2030, toda la moneda fíat existirá en forma de stablecoin, impulsada por la facilidad de uso y el auge de los activos tokenizados.

Un mercado de $314 mil millones… sin la libra esterlina

La urgencia del Reino Unido se comprende mejor al observar un dato crucial: la abrumadora dominancia del dólar estadounidense en este mercado. De los $314 mil millones que representa el mercado global de stablecoins, las monedas vinculadas a la libra esterlina representan menos de $1 millón en circulación total, según datos de DefiLlama. Esta insignificante participación evidencia el rezago del Reino Unido en un ecosistema que crece exponencialmente.

Las propuestas iniciales del BOE, aunque bienintencionadas en materia de estabilidad, habrían ahuyentado la poca inversión e innovación existente, perpetuando la marginalidad de la libra en el mundo digital. La necesidad de crear un marco atractivo que impulse la presencia de la moneda británica es, por tanto, una cuestión de competitividad económica a largo plazo.

Un equilibrio delicado para el futuro financiero del Reino Unido

La evolución del Banco de Inglaterra, desde una postura estricta hacia un enfoque más pragmático y flexible, ilustra el complejo equilibrio que debe encontrar el Reino Unido. El objetivo final sigue siendo conciliar la estabilidad financiera con la innovación competitiva. La posibilidad de introducir exenciones para las empresas crypto-nativas es una señal alentadora de que las autoridades están, por fin, escuchando las demandas del mercado.

Sin embargo, la pregunta que queda en el aire es si estas medidas serán suficientes. ¿Logrará el Reino Unido, con esta nueva flexibilidad, crear un entorno lo suficientemente atractivo para convertirse en un hub líder para las stablecoins y los activos digitales, o seguirá a la sombra de otros marcos regulatorios más audaces? El futuro de la libra en la era digital podría depender de la respuesta.

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