¿Freno a la innovación? El plan de la UE para centralizar la supervisión de criptoactivos bajo la ESMA
En los últimos meses, la Comisión Europea ha estado trabajando en un ambicioso plan que podría transformar radicalmente el panorama regulatorio de los criptoactivos en el bloque comunitario. La propuesta, cuyo borrador se espera para diciembre de 2025, busca expandir significativamente las competencias de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) para crear un sistema de supervisión centralizado similar al de la SEC en Estados Unidos.
Esta iniciativa surge en un momento crucial para el ecosistema cripto europeo, generando un intenso debate entre partidarios de la armonización regulatoria y quienes temen el impacto en la innovación financiera.
Antecedentes regulatorios: de MiCA a la centralización
Para entender la magnitud de este cambio, debemos remontarnos a MiCA (Markets in Crypto-Assets Regulation), el marco regulatorio que entró en vigor para proveedores de servicios de criptoactivos en diciembre de 2024. MiCA estableció el llamado «pasaporte europeo», que permite a las empresas autorizadas en un estado miembro operar en toda la Unión Europea.
Sin embargo, este sistema descentralizado ha revelado importantes discrepancias en su aplicación entre países. El caso más emblemático ocurrió en septiembre de 2024, cuando Francia amenazó con prohibir el uso del pasaporte para ciertas entidades, evidenciando las tensiones en el modelo actual.
El nuevo modelo de supervisión centralizada
El plan propuesto representaría un cambio de paradigma: la ESMA tendría poderes directos de supervisión sobre exchanges de criptoactivos y bolsas de valores, centralizando la autorización y vigilancia que actualmente recae en las autoridades nacionales.
Los defensores de esta medida, entre los que se encuentra Christine Lagarde del Banco Central Europeo, argumentan que lograría una mayor coherencia regulatoria entre los 27 estados miembros y reduciría significativamente riesgos operativos críticos, particularmente en áreas como ciberseguridad y custodia de activos.
Las voces críticas de la industria cripto
No obstante, desde el sector privado surgen serias preocupaciones. Faustine Fleuret, directora de la asociación francesa Morpho, ha alertado que una centralización completa exigiría recursos humanos y financieros masivos, además de ralentizar inevitablemente los procesos de toma de decisiones.
Para startups y empresas fintech, que dependen de la agilidad y la capacidad de innovar rápidamente, esto podría suponer una importante desventaja competitiva.
La posible erosión del «pasaporte» europeo, considerado hasta ahora como uno de los pilares fundamentales de MiCA, preocupa especialmente a las empresas establecidas. Como alternativa, varios actores del sector proponen un modelo equilibrado donde la ESMA tendría poderes de supervisión sobre las autoridades nacionales -incluyendo la capacidad de suspender licencias cuando fuera necesario- sin centralizar completamente todas las decisiones regulatorias.
Expertos a favor y condiciones para el éxito
Entre las voces que respaldan una mayor coordinación destaca Dea Markova de Fireblocks, quien sostiene que la centralización podría abordar eficazmente riesgos críticos como la resiliencia operativa y los estándares de custodia.
Markova enfatiza la necesidad de establecer normas uniformes que armonicen MiCA con el DORA (Digital Operational Resilience Act), aunque subraya que el éxito dependerá crucialmente de una implementación adecuada y de que la ESMA cuente con recursos suficientes para asumir estas nuevas responsabilidades.
Impacto en el ecosistema cripto europeo
Las implicaciones de este cambio regulatorio variarían significativamente según el tipo de empresa. Para las compañías establecidas, podría significar mayor seguridad jurídica a cambio de costes adicionales de cumplimiento. Para las nuevas empresas, en cambio, supondría el desafío de adaptarse a trámites centralizados y perder la cercanía con los reguladores locales que caracteriza al modelo actual.
Al comparar con el modelo estadounidense, aunque existen similitudes con el enfoque de la SEC, la UE mantendría su característico «pasaporte único», una ventaja competitiva que podría verse comprometida si la centralización excesiva burocratiza el proceso.
Hacia un equilibrio necesario
El debate sobre la centralización regulatoria de los criptoactivos en la UE se reduce a una disyuntiva fundamental: mayor control versus riesgo de burocracia. Mientras los partidarios enfatizan los beneficios de la coherencia regulatoria y la gestión uniforme de riesgos, los críticos advierten sobre el peligro de ahogar la innovación en un sector que hasta ahora había florecido bajo MiCA.
El camino hacia diciembre de 2025, cuando se publique el borrador oficial del plan, promete ser intenso en discusiones y negociaciones. El reto para los legisladores europeos consistirá en diseñar un sistema de supervisión que combine la necesaria coordinación con la flexibilidad que requiere el dinámico ecosistema cripto. El futuro de la innovación financiera en Europa podría depender de este delicado equilibrio.














