GENIUS Act: La Batalla entre la Banca Tradicional y las Criptoempresas por los Rendimientos de las Stablecoins
El ecosistema de las criptomonedas ha encontrado en las stablecoins una pieza fundamental para su funcionamiento, sirviendo como puente entre las finanzas tradicionales y el mundo digital. Sin embargo, este activo se ha convertido en el centro de una intensa batalla regulatoria que podría definir su futuro.
Con la aprobación del GENIUS Act en julio de 2024 como marco regulatorio histórico, el Departamento del Tesoro de EE.UU. se encuentra en 2025 ante una encrucijada decisiva: ha recibido consejos diametralmente opuestos de dos fuerzas poderosas. Por un lado, la industria cripto, liderada por Coinbase, y por otro, la banca tradicional, representada por el Bank Policy Institute.
El núcleo del conflicto es claro: determinar si las plataformas no emisoras, como los exchanges, podrán seguir ofreciendo intereses sobre las tenencias de stablecoins o si esta práctica será prohibida por completo.
Entendiendo el GENIUS Act: La Ley que Regula las Stablecoins en EE.UU.
El GENIUS Act constituye la primera ley estadounidense que establece un marco regulatorio comprehensivo para los pagos con stablecoins. Sus objetivos principales se centran en tres pilares fundamentales: proteger a los consumidores, fomentar la innovación responsable y garantizar la estabilidad del sistema financiero.
Actualmente, el proceso de implementación se encuentra en una fase crucial, donde el Tesoro está recabando comentarios públicos a través de un «Aviso Anticipado de Reglamentación Propuesta» (ANPRM) para redactar las normas finales. Se espera que la ley entre en vigor a finales de 2026 o enero de 2027, dependiendo de la publicación de estas regulaciones definitivas, lo que convierte el debate actual en particularmente relevante.
El Lado de los Bancos: Argumentos para una Prohibición General de los Rendimientos
El Bank Policy Institute (BPI), junto con otras asociaciones bancarias, se ha posicionado como el principal defensor de una postura restrictiva. Su propuesta al Tesoro es contundente: extender la prohibición de pagar intereses a todos los proveedores de servicios de activos digitales, incluyendo explícitamente a los exchanges y a los socios comerciales de los emisores.
Como argumentaron textualmente: «Implementar la prohibición del GENIUS Act sobre el pago de intereses o rendimientos en stablecoins de pago […] ya sea pagado directamente por un emisor o indirectamente por los afiliados o socios de un emisor».
El argumento central del BPI se basa en la protección del sistema bancario tradicional. Advierten que permitir estos rendimientos podría desencadenar salidas de depósitos por hasta $6.6 billones del sistema bancario, ya que los consumidores buscarían mejores rendimientos en el ecosistema cripto. Subyace en esta postura un intento por nivelar el campo de juego regulatorio, argumentando que las plataformas cripto operan con ventajas injustas respecto a la banca tradicional.
La Postura de Coinbase: Por qué el Tesoro No Puede Ignorar la Voluntad del Congreso
Frente a esta posición, Coinbase emerge como el principal defensor de un enfoque más permisivo. La empresa de intercambio cripto solicita al Tesoro que limite la prohibición de intereses exclusivamente a los emisores de las stablecoins, permitiendo explícitamente que los «no emisores» puedan continuar ofreciendo yield a sus usuarios.
El núcleo de su argumentación se centra en la intención original del Congreso. Coinbase sostiene que los legisladores, al redactar la ley, deliberadamente excluyeron a los «no emisores» de la prohibición para no obstaculizar la innovación y el crecimiento del sector. Su postura es firme: «El Tesoro no tiene autoridad para cuestionar el trabajo del Congreso».
Además, argumentan que una prohibición total contradiría el propósito central del GENIUS Act, que es desarrollar el mercado de stablecoins de manera segura y competitiva. Complementariamente, Coinbase ha solicitado excluir del alcance regulatorio a software no financiero, validadores de blockchain y protocolos de código abierto, además de tratar las stablecoins como equivalentes al efectivo para fines impositivos.
Más Allá del Yield: Lo que Está en Juego en este Debate Regulatorio
Este conflicto trasciende la simple discusión sobre rendimientos y representa la lucha más amplia entre el sistema financiero tradicional (TradFi) y las finanzas descentralizadas (DeFi). Por un lado, los bancos buscan controlar los flujos de capital y proteger su modelo de negocio establecido. Por otro, las empresas cripto defienden la innovación y la creación de nuevos productos financieros.
Las implicaciones para los usuarios son directas y significativas. Si prevalece la postura bancaria, los tenedores de criptomonedas no podrían obtener rendimientos por mantener stablecoins en ninguna plataforma regulada en EE.UU. Si triunfa la visión de la industria cripto, se mantendría el modelo actual donde plataformas como Coinbase podrían seguir ofreciendo estos servicios.
El Tesoro se encuentra así en la difícil posición de tener que equilibrar la estabilidad financiera con la no supresión de la innovación tecnológica.
Conclusión
La implementación del GENIUS Act se encuentra en un momento crítico durante 2025, con un desacuerdo fundamental sobre su interpretación que enfrenta dos visiones irreconciliables: la prohibición total defendida por la banca tradicional frente a la permisividad controlada para no emisores promovida por la industria cripto.
La decisión que tome el Tesoro en los próximos meses sentará un precedente crucial para el futuro de las finanzas digitales en Estados Unidos, definiendo las reglas del juego para los próximos años. El resultado de este proceso regulatorio no solo determinará el destino de los rendimientos de las stablecoins, sino que marcará el ritmo de la innovación financiera en la era digital.














