¿Fin del anonimato crypto? La Casa Blanca estudia unirse al CARF para fiscalizar cuentas extranjeras

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¿Fin del anonimato crypto? La Casa Blanca estudia unirse al CARF para fiscalizar cuentas extranjeras

El vertiginoso crecimiento de los criptoactivos ha traído consigo un desafío sin precedentes para las autoridades fiscales globales: cómo combatir la evasión impositiva en un ecosistema diseñado para la privacidad y la desintermediación. En este contexto, la reciente propuesta de la Casa Blanca de adherirse al Marco de Información de Criptoactivos (CARF) marca un punto de inflexión.

Con más de 70 países ya comprometidos a implementar este marco para 2028, analizamos las implicaciones de esta decisión para la privacidad financiera y el futuro del cumplimiento tributario de los inversores estadounidenses y el ecosistema global.

¿Qué es el CARF y por qué es relevante?

Creado por la OCDE en 2022, el CARF representa el esfuerzo coordinado más ambicioso a nivel global para combatir la evasión fiscal internacional mediante el intercambio sistemático de información sobre activos digitales. Sus objetivos son claros: establecer un canal estandarizado para que los países compartan datos sobre transacciones realizadas a través de exchanges extranjeros e, incluso, carteras no custodias.

La cronología de implementación es reveladora: en 2027 dará inicio la primera fase con 50 naciones pioneras, incluyendo potencias como Brasil, España y México. Para 2028, se sumarán otros 23 países, entre los que probablemente se encontraría Estados Unidos si la actual propuesta sigue adelante.

La propuesta del IRS: «Broker Digital Transaction Reporting»

En 2025, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) presentó ante la Casa Blanca una normativa que busca alinear el sistema fiscal estadounidense con los requisitos del CARF. Bajo el nombre de «Broker Digital Transaction Reporting», esta iniciativa se encuentra actualmente en fase de revisión ejecutiva.

Las implicaciones para los contribuyentes son profundas: significaría el fin del relativo anonimato que hasta ahora disfrutaban las inversiones en plataformas offshore. El IRS obtendría acceso directo a datos de cuentas cripto en el exterior, exigiendo una declaración rigurosa de todas las ganancias de capital.

Resulta significativo que, pese a su alcance masivo, la propuesta no fue categorizada como «económicamente significativa» en la evaluación inicial del IRS.

Impacto en los inversores y exchanges estadounidenses

Este nuevo escenario regulatorio presenta un panorama de claroscuros. Entre las ventajas, destaca la nivelación del campo de juego para los exchanges locales, que actualmente compiten en desventaja frente a plataformas offshore que operan con menores requisitos de reporte. Además, se proyecta una reducción sustancial en la evasión fiscal.

Sin embargo, las desventajas preocupan a los defensores de la privacidad: los usuarios enfrentarían una pérdida significativa de confidencialidad financiera. Como señaló el informe de la Casa Blanca de julio de 2025: «Implementar el CARF desincentivaría que los contribuyentes muevan sus activos a exchanges en el extranjero». No obstante, existe el riesgo real de que esto provoque una fuga de capitales hacia jurisdicciones no adheridas al marco.

Otras regulaciones fiscales en camino: El formulario 1099-DA

Paralelamente al CARF, otro instrumento regulatorio se acerca rápidamente: el formulario 1099-DA, cuya implementación está programada para enero de 2026. Este requerimiento obligará a los exchanges estadounidenses a reportar detalladamente todas las transferencias entrantes y salientes, así como las ganancias específicas de cada transacción.

Clinton Donnelly, reconocido abogado fiscalista, advierte que esta medida marcará «el principio del fin del anonimato crypto». Las consecuencias a largo plazo podrían ser aún más transformadoras: el IRS estaría desarrollando capacidades técnicas para escanear directamente las blockchains e identificar patrones de evasión fiscal.

Contexto global: ¿Quiénes ya se han unido al CARF?

El carácter global de esta iniciativa es innegable. En la fase de 2027 participarán naciones tan diversas como Brasil, Indonesia, Italia, España, México y Reino Unido. Para 2028, se espera que Estados Unidos complete su adhesión junto a otros 22 países. En conjunto, más de un tercio de las naciones del mundo estarán participando activamente en este sistema de intercambio de información.

Conclusiones y perspectivas

El CARF y el 1099-DA representan colectivamente un cambio paradigmático hacia la transparencia fiscal en el ecosistema cripto. Para los inversores, esto se traduce en la necesidad imperiosa de mantener registros detallados de todas sus transacciones y prepararse para una supervisión fiscal sin precedentes a partir de 2026.

Como reflexión final: ¿estamos presenciando el ocaso definitivo de la privacidad financiera en el mundo cripto? Los próximos años nos darán la respuesta, pero lo cierto es que la era del anonimato absoluto en las transacciones digitales parece acercarse a su fin.

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