Las Islas Marshall lanzan Renta Básica Universal con billetera digital: Innovación y advertencias del FMI en 2025
En 2025, las Islas Marshall han marcado un precedente histórico en el panorama financiero global al implementar un programa pionero de Renta Básica Universal (RBU) respaldado por una billetera digital gubernamental. Esta iniciativa, financiada mediante un «bono soberano digital», representa uno de los casos más ambiciosos de integración entre políticas sociales inclusivas y tecnología blockchain.
¿Qué es el programa de Renta Básica Universal (RBU) de las Islas Marshall?
La Renta Básica Universal es un modelo de política social que garantiza un ingreso periódico a todos los ciudadanos, sin condiciones previas. En el caso de las Islas Marshall, el programa está dirigido a la población registrada y realizará su primera distribución de fondos en noviembre de 2025.
Los beneficiarios pueden acceder a los pagos a través de tres vías: la billetera digital Lomalo, cheques físicos o depósitos directos en cuentas bancarias. Según el Ministro de Finanzas, David Paul, «este programa no solo moderniza nuestro sistema financiero, sino que promueve la inclusión de comunidades tradicionalmente marginadas, garantizando que nadie quede atrás».
Lomalo: La billetera digital que impulsa la RBU
Lomalo, la plataforma digital desarrollada por el gobierno marshallés, es el corazón operativo de la RBU. Esta billetera permite a los usuarios recibir y transferir fondos de manera segura, aunque su acceso está restringido a ciudadanos inscritos en el programa.
Entre sus ventajas destacan la combinación de métodos tradicionales y digitales, lo que asegura que la tecnología no excluya a quienes prefieren opciones más convencionales. La integración de Lomalo refleja un esfuerzo por equilibrar innovación y accesibilidad en un contexto donde la conectividad puede ser un desafío.
USDM1: El stablecoin respaldado por el dólar estadounidense
El USDM1, un stablecoin vinculado al dólar estadounidense en una relación 1:1, es el activo digital que sustenta las transacciones de la RBU. Emitido como parte del «bono soberano digital», este instrumento permite la distribución ágil de los fondos.
Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha señalado que se trata de un activo «no probado», lo que añade un elemento de incertidumbre a un proyecto otherwise innovador.
Advertencias del FMI: Riesgos y controversias
El FMI ha manifestado abiertamente sus reservas sobre el programa. En un informe reciente, la institución advirtió que «los planes actuales para emitir un ‘bono soberano digital’ conllevan riesgos significativos», recomendando en su lugar un esquema de RBU más focalizado.
Estas críticas no son nuevas: en 2023, el FMI ya había alertado sobre el proyecto de moneda digital SOV en las Islas Marshall. Entre las preocupaciones actuales destacan las implicaciones macroeconómicas, los riesgos para la integridad financiera y el marco regulatorio insuficiente para las DAOs, reconocidas como entidades legales en el país desde 2022.
Contexto regional: Proyectos similares en el Pacífico
Las Islas Marshall no están solas en su apuesta por las finanzas digitales. En Palau, por ejemplo, se ha lanzado un stablecoin en XRP Ledger dirigido a empleados gubernamentales, mientras que las Islas Salomón implementaron Bokolo Cash para transacciones peer-to-peer y pagos minoristas en Honiara.
Esta tendencia regional refleja un interés creciente por aprovechar la tecnología blockchain para mejorar la inclusión financiera en economías insulares.
El futuro de la RBU y las finanzas digitales en las Islas Marshall
El gobierno marshallés ha reiterado su compromiso con la innovación financiera, a pesar de las advertencias del FMI. En los próximos meses, se evaluará la escalabilidad del programa en función de los resultados de la distribución inicial de noviembre de 2025.
Un escenario posible incluye ajustes para alinearse con las recomendaciones internacionales, sin renunciar a la visión de una economía más digital e inclusiva. El impacto en la población será clave: mientras algunos celebrarán una mayor autonomía financiera, otros podrían enfrentar riesgos asociados a la dependencia de activos digitales en una economía vulnerable.
Conclusión: Innovación vs. precaución en 2025
El lanzamiento de la RBU en las Islas Marshall representa una encrucijada moderna entre la audacia innovadora y la prudencia regulatoria. Por un lado, el programa combina avances tecnológicos con una visión social progresista; por otro, el FMI insiste en la necesidad de mitigar riesgos en un entorno financiero cada vez más complejo.
Este caso sienta un precedente crucial para naciones pequeñas que buscan su espacio en la economía digital global, recordándonos que el equilibrio entre innovación y regulación será determinante para el éxito de estas iniciativas en el futuro inmediato.















