Nuevas directrices de la SEC en 2025: Camino más rápido para ETFs de criptomonedas
El camino hacia la aprobación de fondos cotizados en bolsa (ETFs) de criptomonedas ha estado marcado por una lentitud deliberada y una complejidad regulatoria significativa. Sin embargo, el año 2025 ha representado un punto de inflexión histórico. Un cierre gubernamental récord de 43 días no solo paralizó las operaciones, sino que también expuso las graves deficiencias en los procesos de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC). Este evento, aparentemente catastrófico, actuó como catalizador para una reforma profunda.
El panorama regulatorio antes del cambio
Antes de estos cambios, el proceso de aprobación de un ETF de criptomonedas era un verdadero laberinto regulatorio. La SEC operaba principalmente bajo la Sección 19(b) de la Ley de Bolsa de Valores, lo que significaba que cada nueva propuesta de ETF requería una revisión y aprobación individual. Este proceso implicaba la publicación de un cambio de regla propuesto, seguido de un período de comentarios públicos, resultando en líneas de tiempo impredecibles que podían extenderse por muchos meses, o incluso años.
La situación se volvió más urgente tras las aprobaciones pioneras de los ETFs de Bitcoin spot en enero de 2024 y los ETFs de Ether en mayo del mismo año. Estas autorizaciones abrieron las compuertas para una avalancha de solicitudes para productos basados en altcoins como Solana, XRP, Chainlink y Dogecoin, saturando aún más la capacidad de revisión de la SEC.
Punto de inflexión: Estándares genéricos de listado
El primer soplo de cambio llegó el 17 de septiembre de 2025, cuando la SEC aprobó estándares genéricos de listado para bolsas como Nasdaq, CBOE BZX y NYSE Arca. Esta medida, aplicable a productos basados en commodities, eliminó la necesidad de que cada nuevo ETF pasara por el engorroso proceso de aprobación individual 19(b).
El significado de este avance se materializó con la rápida aprobación del primer ETF multi-cripto, el Grayscale Digital Large Cap, que incluía Bitcoin, Ether y otras criptomonedas principales, marcando un antes y un después simbólico en el mercado.
El colapso: Cierre gubernamental y backlog
Justo cuando el sistema comenzaba a adaptarse, un cierre gubernamental de 43 días paralizó por completo a la SEC. Más de 900 solicitudes de ETFs, incluyendo numerosas propuestas de criptomonedas, quedaron en un limbo regulatorio. Sin personal para realizar revisiones o mantener comunicaciones, el proceso se detuvo por completo.
Esta crisis forzó un mecanismo de emergencia: la aplicación de la Sección 8(a) del Securities Act, que establece que las declaraciones de registro pueden volverse efectivas automáticamente en 20 días si la SEC no actúa. El caso del ETF spot de XRP de Canary Capital, que utilizó exitosamente esta vía, demostró de manera práctica la necesidad imperante de una reforma procesal.
Las nuevas directrices de la SEC post-cierre
En respuesta a esta situación crítica, la SEC emitió un comunicado crucial el 13 de noviembre de 2025. Este documento no solo delineó la estrategia para procesar el backlog acumulado, sino que también aclaró los procedimientos técnicos para los emisores. Un ejemplo inmediato fue el caso de Bitwise, que pudo navegar eficientemente la aprobación de su ETF de XRP bajo estas nuevas reglas.
Las directrices establecieron dos mecanismos clave para los emisores:
Efectividad automática en 20 días
Para solicitudes que no incluyan una cláusula de demora, la declaración de registro se vuelve efectiva automáticamente tras 20 días, sin requerir ninguna acción por parte de la SEC, y está exenta de la Rule 430A.
Aceleración mediante enmienda (Rule 461)
Los emisores pueden restaurar el estado de demora estándar y presentar una solicitud formal de aceleración, la cual será revisada por la SEC en orden de recepción.
Impacto práctico para emisores de ETFs
Para los emisores, la combinación estratégica de la Rule 461 con los estándares genéricos de listado es transformadora. Elimina el cuello de botella que suponía la Sección 19(b) y permite una planificación más precisa de las ventanas de lanzamiento.
El proceso se ha vuelto significativamente más predecible, reduciendo la fricción procesal sin sacrificar la revisión legal sustantiva, lo que otorga a las empresas una certeza sin precedentes para su planificación comercial.
Velocidad vs. Responsabilidad: El equilibrio regulatorio
Es crucial destacar que esta agilidad no se logra a expensas de la protección al inversionista. Todas las responsabilidades legales permanecen intactas. Las provisiones antifraude siguen plenamente vigentes, y las Secciones 11 y 12(a)(2) del Securities Act, que responsabilizan a los emisores por declaraciones falsas u omisiones materiales, se aplican con toda su fuerza.
De hecho, la carga de la responsabilidad se refuerza para los emisores, quienes deben realizar una verificación exhaustiva de sus documentos y un due diligence intensificado antes de aprovechar estos procesos acelerados.
Perspectivas futuras y conclusiones
El impacto de estas directrices en el ecosistema cripto será profundo. Se anticipa una aceleración masiva en la aprobación de ETFs de altcoins, lo que facilitará un acceso institucional sin precedentes y fomentará el desarrollo de mercados secundarios más robustos.
A modo de contexto, en el momento de redactar este artículo, Bitcoin cotiza alrededor de los $87,722 y Ether en $2,941, un mercado que está listo para esta nueva fase de madurez.
En conclusión, las directrices post-cierre de la SEC representan un equilibrio cuidadoso entre la agilidad regulatoria necesaria para la innovación y la protección fundamental del inversionista. Este nuevo marco no solo resuelve una crisis inmediata, sino que sienta las bases para la próxima etapa de adopción generalizada de las criptomonedas, demostrando que incluso de los colapsos pueden surgir avances significativos.
La evolución del marco regulatorio continúa, pero la dirección es clara: mayor eficiencia, mayor acceso y un ecosistema financiero más integrado.















