Banco de México advierte: La fragmentación regulatoria global expone a las stablecoins a estrés y arbitraje
Un nuevo informe de estabilidad financiera de Banxico destaca los riesgos de liquidez, contagio y arbitraje regulatorio, en contraste con la acelerada adopción de criptoactivos en América Latina.
En un llamado de atención que resuena más allá de sus fronteras, el Banco de México (Banxico) ha señalado que las stablecoins representan «riesgos significativos» para la estabilidad financiera global. Esta advertencia, contenida en su último informe de estabilidad financiera, llega en un momento de acelerada adopción de criptoactivos en América Latina, donde países como Brasil y Argentina avanzan con paso firme en la integración regulada de estos activos.
Este artículo explora las razones detrás de la cautela mexicana, analiza los riesgos específicos que Banxico identifica y contrasta este enfoque con las estrategias más proactivas que se están gestando en el resto de la región, planteando una pregunta crucial: ¿está la fragmentación regulatoria internacional creando un riesgo mayor que las propias criptomonedas?
Liquidez, Contagio y Arbitraje: El Trilema de las Stablecoins según México
El análisis de Banxico se centra en tres vulnerabilidades principales que, en su visión, hacen de las stablecoins un eslabón potencialmente débil en el sistema financiero.
Vulnerabilidades intrínsecas del sector
En primer lugar, el banco central mexicano señala vulnerabilidades intrínsecas del sector. Destaca la dependencia excesiva de los emisores principales de bonos del Tesoro de EE.UU. a corto plazo como respaldo, una concentración de mercado alarmante donde dos actores (Tether, con USDT, y Circle, con USD Coin o USDC) controlan aproximadamente el 86% de la oferta, y episodios históricos de depegging —pérdida de la paridad con el dólar— como evidencia de una fragilidad latente.
El riesgo de contagio sistémico
El segundo riesgo es el contagio sistémico. Banxico advierte que eventos de rescates masivos (mass redemptions) o incluso la quiebra de un emisor importante podrían desbordarse fácilmente hacia los mercados financieros tradicionales, dada la interconexión creciente. Subraya la falta de un marco de salvaguardas internacional coordinado para contener una crisis de esta naturaleza, dejando a los sistemas nacionales expuestos.
El peligro de la fragmentación regulatoria y el arbitraje
Finalmente, y quizás el punto más agudo de su informe, es el peligro de la fragmentación regulatoria y el arbitraje. Banxico ilustra cómo las diferencias entre marcos como el MiCA de la Unión Europea y la propuesta GENIUS Act de EE.UU. —en aspectos críticos como requisitos de reservas, derechos de reembolso y protección al usuario— crean «vacíos regulatorios». Estos vacíos incentivan el arbitraje, donde los actores del mercado buscan operar bajo la jurisdicción con las normas más laxas, erosionando la eficacia de cualquier regulación nacional por sólida que sea.
México y las Cripto: Una Relación de Distancia Cautelosa
La postura oficial de México es paradójica. Por un lado, Banxico reconoce los beneficios potenciales de las stablecoins: pueden mejorar la eficiencia de pagos, reducir drásticamente los costos de transferencias (un factor clave para un país receptor de remesas como México) y aportar liquidez a los ecosistemas de finanzas descentralizadas (DeFi).
Sin embargo, el balance de riesgos lleva a una decisión de política clara: mantener una «distancia cautelosa» entre el sistema financiero tradicional y los activos virtuales. Este enfoque se refleja en el panorama nacional. México ha descendido del puesto 14 al 23 en el Índice Global de Adopción de Cripto de Chainalysis entre 2024 y 2025. El marco regulatorio, anclado en la Ley Fintech de 2018, parece estancado, sin avances legislativos significativos para los activos digitales a pesar del crecimiento de plataformas locales como Bitso.
América Latina en Dos Velocidades: La Carrera Cripto de Brasil y Argentina
Mientras México se mantiene en la vereda de la precaución, gran parte de América Latina avanza a toda velocidad. Los datos de Chainalysis para 2025 son elocuentes: el volumen de transacciones con criptoactivos en la región entre julio de 2022 y junio de 2025 rozó los 1.5 billones de dólares, con una trayectoria alcista que llevó de unos 20,800 millones de dólares mensuales a mediados de 2022 a casi 88,000 millones en diciembre de 2024, manteniendo varios meses de actividad por encima de los 60,000 millones a inicios de 2025.
En este escenario, dos países destacan por su liderazgo y enfoque proactivo:
Brasil: El Gigante Regulado
Es, sin duda, el líder indiscutido. Concentró 318,800 millones de dólares en valor recibido, un tercio del total regional. Su avance más significativo ocurrió a finales de 2024, cuando el Banco Central de Brasil finalizó una normativa que somete a las empresas de criptoactivos a una supervisión similar a la bancaria. Estas reglas equiparan las transacciones con stablecoins y ciertas transferencias entre carteras auto-custodiadas a operaciones de cambio extranjero, integrando formalmente el sector al sistema financiero.
Argentina: Adaptación en Tiempos de Inflación
Ocupa el segundo lugar regional con 93,900 millones de dólares en volumen. La alta inflación histórica ha sido un motor clave de adopción. Según informó el diario La Nación, las autoridades evalúan un giro regulatorio significativo para 2025: permitir que instituciones financieras tradicionales operen con criptoactivos. De concretarse, esto supondría revertir la prohibición impuesta por el banco central en 2022 y marcaría un punto de inflexión hacia una integración institucional plena.
¿Regulación Coordinada o Fragmentación? El Desafío Latinoamericano
La advertencia del Banco de México no es un simple llamado a la inacción, sino una alerta sobre un riesgo global que trasciende las estrategias nacionales. Por un lado, están países como Brasil y Argentina, que optan por una vía de adopción y regulación progresiva para capturar los beneficios de la innovación. Por el otro, México, que prioriza la contención de riesgos sistémicos mediante el distanciamiento.
Sin embargo, la reflexión final del informe de Banxico apunta a un problema mayor: la fragmentación regulatoria internacional. Este mosaico de normas dispares, lejos de proteger a los sistemas financieros nacionales, puede crear inestabilidad al incentivar el arbitraje y dificultar una respuesta coordinada ante una crisis. El riesgo de contagio, por tanto, no depende únicamente de si un país es cauto o proactivo a nivel local.
El camino que prevalezca en la región —una integración regulada como la que impulsa Brasil o una cautela expectante como la de México— definirá el futuro de la innovación financiera y la inclusión en América Latina. Pero la advertencia de Banxico es clara: sin una mayor coordinación regulatoria global, cualquier estrategia nacional podría verse socavada por los vacíos que otros dejen abiertos. La estabilidad, en la era de las criptomonedas, es un desafío que exige, más que nunca, cooperación internacional.














