Bitcoin como «Nuevo Motor»: La Estrategia de Pakistán para Liderar la Innovación Financiera en el Sur Global

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Bitcoin como «Nuevo Motor»: La Estrategia de Pakistán para Liderar la Innovación Financiera en el Sur Global

En la reciente Bitcoin MENA Conference 2025, una declaración resonó con la fuerza de un manifiesto: Pakistán no solo acepta las criptomonedas, sino que planea construir sobre ellas. Bilal Bin Saqib, una figura clave en la política económica del país, anunció una visión audaz que marca un giro estratégico histórico. Este movimiento trasciende la mera regulación de un mercado informal masivo; se trata de una apuesta nacional para erigir a Bitcoin y la blockchain como la infraestructura fundamental de una nueva economía.

Este artículo analiza esta visión, examina el formidable potencial demográfico que la sustenta, repasa las acciones concretas ya en marcha y explora las profundas implicaciones de que una nación de 240 millones de personas decida construir un «nuevo riel financiero» para el Sur Global.

Bitcoin como Infraestructura: La Visión del PVARA para Pakistán

Las palabras de Bilal Bin Saqib, Presidente de la recién creada Autoridad Reguladora de Activos Virtuales de Pakistán (PVARA) y ex-asesor especial del primer ministro, no dejan lugar a dudas. «No podemos depender de modelos económicos tradicionales, necesitamos un nuevo motor», afirmó. Este «motor» tiene un nombre: Bitcoin. Pero su visión va mucho más allá de la percepción popular de la criptomoneda como un activo especulativo.

Saqib explicó que su gobierno «ve Bitcoin… no como especulación sino como infraestructura… la base de un nuevo riel financiero para el sur global». Este concepto de «riel financiero» (financial rail) es crucial. Imaginemos la economía como un sistema de transporte: los rieles tradicionales (bancos, sistemas de pago internacionales) son a menudo lentos, costosos y de acceso limitado para muchos.

Pakistán propone construir unos nuevos, digitales, descentralizados y potencialmente más eficientes, utilizando la tecnología blockchain como base. El mandato de Saqib y la PVARA es monumental: transformar uno de los mayores mercados cripto no regulados del mundo en un ecosistema formal, seguro y preparado para atraer inversión global.

Una Población Joven y Digital: El Combustible para la Adopción Masiva

Toda gran estrategia necesita un combustible, y Pakistán lo tiene en abundancia: su gente. El argumento demográfico es abrumador: cerca del 70% de su población, aproximadamente 168 millones de personas, tiene menos de 30 años. Se trata de una generación nativa digital, conectada a través de los smartphones, familiarizada con la tecnología y, lo que es más importante, necesitada de oportunidades económicas y soluciones financieras modernas que el sistema tradicional no le ha proporcionado.

La escala es otro factor decisivo. Con 240 millones de ciudadanos, Pakistán posee una base de usuarios potencial que es 40 veces mayor que la de El Salvador, el país pionero en la adopción de Bitcoin como moneda de curso legal. Saqib hizo eco de esta comparación con una poderosa reflexión: «Si El Salvador puede hacerlo con 6 millones, imaginen lo que Pakistán puede hacer…». Esta masa crítica de jóvenes digitales no es un desafío, sino el activo más valioso para impulsar la adopción masiva y convertir la visión en una realidad económica tangible.

Pakistán, el Tercer Mercado que Más Crece: Los Datos de 2025

Esta estrategia gubernamental no surge en el vacío, sino que llega para canalizar una fuerza imparable que ya estaba en movimiento. El Índice Global de Adopción de Cripto de Chainalysis para 2025 ofrece un dato contundente: Pakistán ha escalado seis posiciones para consolidarse como el tercer mercado de más rápido crecimiento en el mundo en adopción de criptoactivos.

Este crecimiento «grassroots» o de base tiene raíces profundas en la realidad económica pakistaní: una inflación persistente de la rupia que erosiona el ahorro, la necesidad vital de millones de ciudadanos de recibir remesas del exterior de forma más rápida y barata, y el anhelo de acceso a servicios financieros globales sin las barreras tradicionales.

La adopción informal, impulsada por la necesidad ciudadana, creó el caldo de cultivo perfecto y demostró la demanda existente. Ahora, el Estado no intenta reprimirla, sino que busca estructurarla, regularla y, sobre todo, aprovechar su impulso para el desarrollo nacional.

Reservas de BTC, Minería y Licencias: El Plan en Acción

La visión y el contexto demográfico se materializan en una serie de acciones concretas y ambiciosas que Pakistán ya ha iniciado en 2025, delineando un cronograma claro de implementación.

Mayo 2025: Reservas Estratégicas y Energía para Minería

El gobierno anunció dos medidas estratégicas. Primero, la creación de una reserva estratégica de Bitcoin (BTC) por parte del Estado, un movimiento que recuerda al de El Salvador pero a una escala potencialmente mucho mayor, señalando una apuesta de valor a largo plazo.

Segundo, y quizás más impactante para la economía real, la asignación de 2,000 megavatios de excedente de energía eléctrica para ser destinados a centros de minería de Bitcoin y de datos para Inteligencia Artificial. Este es un golpe maestro de política industrial: atrae inversión extranjera de alto nivel en un sector de vanguardia y crea empleos de tecnología especializada, dando un uso productivo a recursos infrautilizados.

Septiembre 2025: Marco Regulatorio y Llamado a Empresas

La PVARA, ya operativa, lanzó el marco regulatorio federal e hizo una convocatoria formal para que empresas cripto globales soliciten licencias («call for expressions of Interest»). Este paso es fundamental para la legitimación del mercado. En lugar de operar en un limbo, exchanges y proveedores de servicios serios están siendo invitados a establecerse bajo un paraguas legal claro, lo que promete mayor seguridad para los usuarios y un entorno estable para los inversores.

¿Qué Significa Esto para Pakistán y la Región?

La estrategia pakistaní, si se implementa con éxito, podría redefinir el futuro económico del país y enviar ondas de choque a toda la región.

Implicaciones Positivas y Oportunidades

Atracción de Inversión Extranjera Directa (IED): El sector cripto y blockchain es un imán para capital de riesgo y empresas tecnológicas globales. Pakistán se posiciona como un destino único por su escala de mercado y su marco regulatorio proactivo.

Creación de un Ecosistema de Alta Tecnología: Más allá de la minería, se generará demanda por desarrolladores blockchain, expertos en ciberseguridad, especialistas en fintech y un sinfín de profesiones del futuro.

Modernización Financiera: La competencia y la innovación impulsadas por las cripto podrían forzar al sistema financiero tradicional a volverse más eficiente e inclusivo.

Liderazgo Geopolítico: Pakistán tiene el potencial de erigirse como el líder regulatorio e innovador en el Sur Global y el mundo islámico en materia de activos digitales, un espacio de influencia enormemente valioso.

Desafíos y Riesgos a Considerar

Implementación Efectiva: El diablo está en los detalles. Lograr un equilibrio regulatorio que fomente la innovación sin descuidar la protección del consumidor y la estabilidad financiera será complejo.

Continuidad Política: Proyectos de esta envergadura requieren consenso y persistencia más allá de los ciclos electorales.

Educación Masiva: Una adopción segura y beneficiosa depende de programas robustos de educación financiera y digital para toda la población.

Presiones Externas: Organismos como el FMI y algunas potencias tradicionales podrían ver con recelo este alejamiento de los modelos financieros convencionales.

Conclusión: Un Punto de Inflexión Histórico

La declaración de Bilal Bin Saqib en la Bitcoin MENA Conference 2025 no fue una mera opinión o una proclama visionaria. Fue el anuncio público de una estrategia nacional estructurada y ya en marcha. Pakistán está recorriendo un camino lógico pero audaz: desde la adopción informal masiva, pasando por el reconocimiento de su potencial, hasta la construcción de un marco regulatorio diseñado para capitalizar ese impulso y convertirlo en infraestructura económica fundamental.

El simbolismo es profundo. Un país con las características de Pakistán—una población joven gigantesca, desafíos económicos significativos y una ubicación geopolítica clave—abrazando Bitcoin no como un experimento marginal, sino como una solución estructural, puede convertirse en un referente mundial.

Su viaje responderá a una pregunta crucial para esta década: ¿Estamos presenciando el modelo que otras economías emergentes, ávidas de un «nuevo motor», seguirán en los próximos años? Pakistán ha puesto la primera piedra. El mundo observa.

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