De la TradFi a la Tokenización: Por Qué 2026 Será Histórico para las Criptomonedas

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De la TradFi a la Tokenización: Por Qué 2026 Será Histórico para las Criptomonedas

De la TradFi a la Tokenización: Por Qué 2026 Será Histórico para las Criptomonedas

El cierre de 2025 dejó un eco claro en la industria cripto: un optimismo fundamentado y una visión de oportunidad exponencial. Este fue el tono dominante en el evento LONGITUDE VII de Cointelegraph, un foro que reunió a voces clave como Anthony Scaramucci de SkyBridge, Kristin Smith del Solana Policy Institute y Eli Ben-Sasson de StarkWare y Zcash.

Lejos del escepticismo de años anteriores, el consenso apuntaba a un 2026 transformador. La tesis es poderosa: la confluencia de una claridad regulatoria emergente, especialmente en Estados Unidos, y una inversión institucional ya no tentativa, sino masiva, está sentando las bases para la próxima fase de adopción.

Este artículo explora los tres pilares discutidos que sustentan este optimismo: la imparable adopción institucional, el resurgente debate sobre la privacidad y las indispensables lecciones de seguridad que la industria debe integrar.

1. El Motor del Crecimiento: Adopción Institucional y el Imperativo Regulatorio

Tokenización y Ahorro de Billones: El Caso para Adoptar Blockchain en las Finanzas Tradicionales

El progreso regulatorio fue el primer gran tema. Kristin Smith destacó el «progreso sin precedentes en 2025», marcado por un cambio global en la postura de los reguladores: ya no se trata de excluir a las criptomonedas, sino de mantener la actividad dentro de sus fronteras, un giro significativo.

Sin embargo, Anthony Scaramucci señaló que el desafío persistente sigue siendo la educación. La principal barrera, según él, es explicar a los legisladores los beneficios concretos de reformar el sistema financiero tradicional (TradFi) para hacerlo más eficiente y menos costoso.

Aquí es donde el argumento se vuelve económico y contundente. Scaramucci presentó una cifra reveladora: el sistema TradFi gasta anualmente más de 4 billones de dólares en procesos de verificación de transacciones, un concepto que engloba comisiones de tarjetas, costes de transferencias internacionales y burocracia intermediaria.

Su propuesta es clara: la adopción de protocolos eficientes como Solana y Ethereum, líderes en la tokenización de Activos del Mundo Real (RWA), podría ahorrar hasta un 75% de esos costes astronómicos. Este ahorro no sería solo para las instituciones, sino transformador para la economía global en su conjunto.

Kristin Smith añadió una capa crucial a este panorama: la paradoja regulatoria actual. Técnicamente, emitir un bono o una acción en una blockchain es posible hoy, pero las normas para negociar esos activos tokenizados carecen de sentido o no existen, frenando la innovación en seco.

A pesar de este freno, la señal de validación final, como apuntó Scaramucci, es innegable: el movimiento de gigantes como BlackRock, Blackstone y JPMorgan hacia la tokenización de activos es la prueba definitiva de un cambio de paradigma. Su conclusión fue un llamado a mirar más allá de la volatilidad diaria y ver la «oportunidad tecnológica exponencial» que se avecina.

2. Privacidad en la Mira: De Zcash a las Soluciones Empresariales

Eli Ben-Sasson Desglosa el Espectro de la Privacidad Cripto: ¿Qué Demandan los Usuarios y las Empresas en 2026?

El segundo pilar de discusión fue el resurgimiento del interés en la privacidad, un tema que ganó tracción notable en la segunda mitad de 2025. Eli Ben-Sasson, un pionero en este campo, enmarcó el debate de manera brillante: «la privacidad es un espectro».

En un extremo de este espectro se encuentra la privacidad absoluta, ejemplificada por Zcash. Este protocolo ofrece un «nivel de privacidad de dinero de resistencia», diseñado para un anonimato total. No es casualidad que el interés y el valor de ZEC (Zcash) experimentaran un repunte masivo en 2025.

Sin embargo, Ben-Sasson fue claro sobre la contrapartida: este grado máximo de privacidad tiene un costo en experiencia de usuario (UX), haciendo que las carteras y la programabilidad sean más complejas.

En el otro extremo del espectro emerge una demanda diferente: la de las empresas. Su necesidad no es el anonimato total, sino una privacidad práctica que proteja sus datos sensibles y los de sus clientes de la vista de competidores e incluso de otros clientes dentro de una misma plataforma.

Esta privacidad corporativa debe ser robusta pero más manejable que la ofrecida por soluciones como Zcash. La conclusión es clara: el futuro de la privacidad en blockchain en 2026 no será de talla única. La industria desarrollará soluciones adaptadas a diferentes casos de uso, desde la protección individual extrema hasta las necesidades de confidencialidad empresarial.

3. La Lección Indispensable: Seguridad y la Responsabilidad Compartida

Tras el Hackeo de Bybit: Por Qué la Seguridad en Cripto es una Responsabilidad Colectiva en 2026

Ninguna visión de crecimiento es completa sin abordar los riesgos. El tercer pilar fue una seria reflexión sobre seguridad, catalizada por un punto de inflexión traumático: el robo de 1,600 millones de dólares en ETH de Bybit en marzo de 2025.

Este evento puso la seguridad en el centro del debate de manera ineludible. Federico Variola de Phemex explicó que la amenaza más persistente no siempre es técnica, sino humana: la ingeniería social y el acceso no verificado.

Su advertencia fue clave: es fundamental separar la capa social (como redes sociales o participación en airdrops) de la capa financiera (carteras con fondos importantes). Actividades aparentemente comunes, como vincular una cuenta para un ICO, conllevan un «riesgo significativo» si no se gestionan con cuentas y dispositivos aislados.

Desde la perspectiva de la infraestructura, Ian Rodgers de Ledger argumentó que una gran parte de la carga recae en los proveedores. Su filosofía es clara: mientras es imposible eliminar todo riesgo, es una responsabilidad ética y profesional minimizarlo al máximo, anticipando y diseñando para los peores escenarios posibles.

La síntesis de este bloque es poderosa: la seguridad en 2026 es una responsabilidad compartida. Requiere educación, conciencia y cautela por parte de cada usuario, combinadas con un diseño robusto, previsor y transparente por parte de los proyectos y plataformas.

Conclusión: Hacia un 2026 de Consolidación y Oportunidad Exponencial

El panorama que surgió de LONGITUDE VII es el de una industria en la antesala de su consolidación. Los tres pilares analizados —el impulso imparable de la adopción institucional guiada por la tokenización y el ahorro de costes, la evolución matizada de la privacidad como un espectro de soluciones, y los imperativos no negociables de seguridad— pintan un futuro donde el optimismo está, por primera vez, sólidamente fundamentado.

Los desafíos, sin duda, persisten. La paradoja regulatoria descrita por Smith y la constante batalla por la seguridad lo demuestran. Pero el sentimiento entre los líderes es que los cimientos para un crecimiento histórico en 2026 están puestos.

No es casualidad que la agenda de eventos LONGITUDE para el próximo año ya esté planeada, con escalas en Nueva York, París y Dubái, simbolizando la expansión global y la madurez continua de este ecosistema.

Para cualquier observador, inversor o entusiasta, el mensaje es claro: este es el momento de educarse, comprender estos cambios estructurales y prepararse para las oportunidades exponenciales que están por venir.


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