IBIT de BlackRock: Entradas récord en 2025 a pesar de pérdidas. ¿Señal de madurez del Bitcoin?
¿Cómo puede un producto de inversión que ha registrado pérdidas para sus tenedores ser uno de los más demandados del mercado? Esta aparente paradoja define el desempeño del ETF de Bitcoin de BlackRock, el IBIT, en 2025. Aprobados a comienzos de 2024, los ETF spot de Bitcoin revolucionaron el acceso institucional a la criptomoneda, con el gigante BlackRock tomando rápidamente el liderazgo. Sin embargo, el dato de este año sorprende: el IBIT ocupa el sexto puesto en entradas netas entre todos los ETF de EE.UU., a pesar de que su rendimiento anual es negativo. Este fenómeno, lejos de ser una anomalía preocupante, es interpretado por los analistas como una señal poderosa de la creciente madurez del mercado y la convicción a largo plazo de un nuevo tipo de inversor.
Un desempeño atípico en el ranking de ETFs
La posición del IBIT en el panorama general de los fondos cotizados es reveladora. Según datos del analista senior de ETF de Bloomberg, Eric Balchunas, el producto de BlackRock se sitúa como el sexto ETF con mayores entradas netas acumuladas en 2025 en Estados Unidos, habiendo captado aproximadamente 25 mil millones de dólares año hasta la fecha.
El contraste, sin embargo, es lo que convierte este logro en algo extraordinario. El IBIT es el único fondo dentro de ese codiciado “top ten” que presenta un rendimiento anual negativo. Mientras otros ETF que lo superan, principalmente de acciones o bonos, muestran ganancias de dos dígitos impulsadas por sus mercados subyacentes, el precio del Bitcoin ha enfrentado presiones en 2025.
Una comparación aún más elocuente es la del ETF de oro GLD. Este último, con una revalorización superior al 60% este año, ha logrado atraer menos capital nuevo que el IBIT de BlackRock. Esta divergencia entre flujo de dinero y performance del activo subyacente es el núcleo de la historia.
“Una muy buena señal a largo plazo”: El análisis de Balchunas
Para expertos como Eric Balchunas, estos flujos resilientes cuentan una historia más importante que la simple cotización diaria del Bitcoin. Su tesis se centra en que el comportamiento del capital institucional es un indicador más fiable de la adopción a largo plazo que la volatilidad del precio a corto plazo. En sus propias palabras, la fortaleza del IBIT en un año difícil es “una muy buena señal a largo plazo”.
Balchunas argumenta: “Si puedes conseguir 25 mil millones de dólares en un mal año, imagina el potencial de flujo en un buen año”.
Esta dinámica apunta a un cambio en el perfil del inversor. Balchunas se refiere a ello como una “clínica HODL”, utilizando el término popular de la comunidad cripto que significa “mantener” los activos pase lo que pase. Los flujos sostenidos sugieren la entrada de capital de inversores con alta convicción, probablemente de perfil más institucional o de largo plazo, que no se dejan intimidar por las correcciones del mercado. Están comprando la narrativa del Bitcoin como reserva de valor digital, no especulando con movimientos diarios.
¿Por qué tanta compra ETF no impulsa el precio del Bitcoin?
Surge entonces la pregunta incómoda: si la demanda a través de vehículos regulados como los ETF es tan sólida, ¿por qué el precio del Bitcoin no refleja una presión alcista más constante? La respuesta de los analistas, incluido Balchunas, apunta a la madurez del mercado.
El Bitcoin podría estar empezando a comportarse como un activo de clase madura, donde entran en juego mecanismos más complejos que la simple compra y retención. Por un lado, existe una natural toma de ganancias por parte de inversores tempranos que acumularon posiciones a precios mucho más bajos, especialmente tras la impresionante subida de más del 120% que registró el Bitcoin en 2024.
Por otro, estrategias sofisticadas de generación de ingresos, como la venta de opciones call sobre posiciones de Bitcoin, pueden ejercer una presión vendedora técnica en el mercado.
Este contexto de consolidación se ve reflejado en los datos de flujos más recientes. Por ejemplo, un viernes de noviembre de 2025, los ETF spot de Bitcoin en conjunto registraron 158 millones de dólares en salidas netas, siendo el FBTC de Fidelity la única excepción con entradas. Además, los ETF de Ether han enfrentado salidas de capital durante 7 días consecutivos, indicando un momento de cierta presión general en el sector de los criptoactivos.
BlackRock responde a las salidas: “Es normal”
BlackRock, por su parte, mantiene una visión serena y a largo plazo sobre el comportamiento de su producto. La gestora vivió un episodio significativo de presión en noviembre de 2025, cuando el IBIT registró 2.34 mil millones de dólares en salidas netas concentradas en dos días.
La respuesta oficial llegó de la voz de Cristiano Castro, Director de Desarrollo de Negocio de BlackRock para América Latina, durante la Blockchain Conference 2025 en São Paulo. Castro defendió la normalidad de estos movimientos, destacando que los ETFs de Bitcoin ya se han convertido en “uno de los mayores generadores de ingresos” para la firma.
Subrayó que la función esencial de un ETF es facilitar la “asignación de capital y la gestión de flujos de caja” de los inversores, lo que implica naturalmente períodos de entrada y salida. Para BlackRock, estas fases de “compresión y salidas son normales” y forman parte del ciclo de vida de cualquier producto financiero líquido y establecido, minimizando así el ruido de corto plazo.
Conclusión: Más allá de la volatilidad, una base sólida
La paradoja del IBIT en 2025 se resuelve al observar el panorama completo. No se trata de un producto que fracasa, sino de uno que demuestra una resiliencia inesperada. La capacidad de atraer 25 mil millones de dólares en un año donde el activo subyacente presenta rendimientos negativos habla de una base de adopción profunda y de una convicción que trasciende la volatilidad cíclica.
El desempeño del IBIT este año debe medirse menos por el precio spot del Bitcoin y más por su éxito en establecer un canal permanente y masivo para el capital institucional. Esto sugiere que el Bitcoin está construyendo una base de inversores más sólida y paciente.
La reflexión final nos lleva de vuelta a la cita de Eric Balchunas: si este es el flujo en un “mal año”, la verdadera prueba—y el potencial explosivo—llegará cuando el ciclo de precios del Bitcoin recupere su tendencia alcista. Lo que estamos presenciando en 2025 podría ser, en realidad, la consolidación silenciosa que precede a la próxima fase de adopción masiva.














