Metaplanet, el mayor tenedor corporativo de Bitcoin en Asia, aprueba acciones preferentes con dividendos para atraer capital institucional global
La empresa japonesa reestructura su capital para emitir acciones preferentes de Clase A y B con dividendos mensuales y trimestrales, marcando un giro hacia estrategias de ingresos recurrentes y abriendo sus puertas a inversores institucionales internacionales.
Introducción: Un hito estratégico en 2025
En el panorama de la adopción corporativa de Bitcoin, pocos nombres resuenan con tanta fuerza en Asia como Metaplanet. A principios de 2025, esta empresa pública japonesa ha dado un paso trascendental que redefine su estrategia y, potencialmente, el modelo para otras compañías con importantes reservas de criptoactivos.
La junta de accionistas aprobó una profunda reestructuración de capital diseñada para emitir acciones preferentes con dividendos. Este movimiento marca una evolución crucial: ya no se trata solo de mantener Bitcoin en el balance esperando su apreciación, sino de generar flujos de ingresos recurrentes y, lo que es más significativo, atraer capital institucional “tradicional”.
Con aproximadamente 30,823 BTC en sus reservas, valoradas en unos $2.75 mil millones, Metaplanet no solo es el mayor tenedor corporativo de Bitcoin en Asia, sino el cuarto a nivel mundial, según datos de Bitcoin Treasuries. Su decisión de 2025, por tanto, no es un ajuste menor, sino una señal de madurez estratégica.
Metaplanet en el Ecosistema Bitcoin: ¿Quiénes son?
Metaplanet se ha consolidado como una empresa japonesa con un enfoque singular: una apuesta corporativa estratégica por Bitcoin. Su posición como el cuarto mayor tenedor corporativo del mundo, solo por detrás de gigantes como MicroStrategy, la sitúa en un lugar privilegiado.
A menudo se la compara con estas empresas occidentales, pero su operativa está intrínsecamente ligada al entorno regulatorio y a los mercados de capitales únicos de Japón. Su ambición, sin embargo, es global.
En un contexto de expansión, la compañía ha establecido una subsidiaria en Miami y ha iniciado operaciones en el mercado OTC de Estados Unidos a través de American Depositary Receipts (ADRs). Estas acciones sentaron las bases para el siguiente paso lógico: crear productos financieros sofisticados que atraigan a un capital más amplio y diverso, allanando el camino para el anuncio de 2025.
La Reestructuración de Capital: Los Cinco Pilares Aprobados
Las propuestas aprobadas por los accionistas representan un marco integral para transformar la estructura financiera de Metaplanet. Según explicó Dylan LeClair, Director de Estrategia de Bitcoin de la empresa, el objetivo es dotar a la compañía de una flexibilidad sin precedentes para emitir capital y atraer inversores.
Las medidas clave se pueden resumir en cinco pilares:
1. Reclasificación de reservas de capital
Un cambio contable fundamental que permite destinar fondos específicamente al pago de dividendos de acciones preferentes y a posibles programas de recompra de acciones (buybacks).
2. Duplicación de acciones autorizadas
Se incrementa significativamente el número máximo de acciones preferentes de Clase A y Clase B que la empresa está autorizada a emitir, ampliando su capacidad de captación.
3. Reforma de las estructuras de dividendos
Se introducen mecanismos que permiten pagos periódicos y de tasa flotante, alejándose del modelo de crecimiento sin dividendos típico de muchas empresas tecnológicas.
4. Apertura a capital internacional
Se autoriza explícitamente la emisión de acciones preferentes de Clase B a inversores institucionales internacionales, rompiendo barreras geográficas para la entrada de capital.
5. Mecanismos de protección
Se incorporan cláusulas de opción de “call” para el emisor y “put” para el inversor en las acciones de Clase B, añadiendo capas de seguridad y predictibilidad.
Acciones Preferentes Clase A y B: Un Producto Financiero Híbrido
Aquí reside la innovación central. Metaplanet no está ofreciendo un rendimiento (yield) directo sobre Bitcoin. En su lugar, está “empaquetando” la exposición a sus masivas reservas de BTC—valoradas en $2.75 mil millones—en un formato de capital preferente, familiar y atractivo para las instituciones financieras tradicionales. Se trata de un producto híbrido que combina la apreciación potencial del activo subyacente con los flujos de caja de un instrumento de renta fija.
Clase A – “Metaplanet Adjustable Rate Security”
Diseñada para proporcionar un flujo de caja regular y predecible. Ofrece dividendos mensuales a una tasa flotante, alineándose perfectamente con las necesidades de liquidez y planificación de muchas instituciones.
Clase B – Diseñada para el Capital a Largo Plazo
Esta clase, abierta a inversores globales, presenta características más complejas y protectoras. Ofrece dividendos trimestrales e incluye dos mecanismos clave:
Opción de “call” del emisor: Después de 10 años, Metaplanet puede recomprar las acciones al 130% de su valor nominal, ofreciendo una prima del 30% al inversor.
Opción de “put” del inversor: Si la empresa no realiza una Oferta Pública Inicial (OPI) calificada vinculada a estos valores en un plazo de un año, el inversor tiene el derecho a venderlas de vuelta a la compañía.
Estas características, comunes en mercados de crédito privado y capital estructurado, reducen sustancialmente el riesgo a la baja percibido, haciendo el producto excepcionalmente atractivo para fondos de pensiones, aseguradoras y otros grandes capitales institucionales.
Implicaciones y Significado para el Mercado
Las implicaciones de esta estrategia son profundas y multifacéticas:
Atracción de Capital Institucional Global
Metaplanet está construyendo un puente. Ahora, inversores internacionales con restricciones regulatorias o mandatos de inversión conservadores pueden obtener exposición indirecta al precio de Bitcoin sin la complejidad operativa de custodiar el activo spot o la volatilidad asociada a las acciones ordinarias. Es una vía de acceso institucional “limpia”.
Evolución del Modelo “Corporate Bitcoin Treasury”
Este movimiento marca la maduración de la estrategia de tesorería en Bitcoin. Ya no se trata solo de acumular y esperar. Es un modelo híbrido donde los instrumentos que generan ingresos recurrentes coexisten y se financian con una hoja de balance respaldada por Bitcoin, reduciendo potencialmente la necesidad de dilución de capital mediante la emisión de acciones ordinarias.
Un modelo para empresas no estadounidenses
Metaplanet demuestra cómo adaptar las estrategias de Bitcoin a mercados de capitales locales (como el japonés) mientras se busca activamente financiación global. Puede servir como un plan de referencia para otras empresas en Asia, Europa o Latinoamérica que busquen emular el éxito de MicroStrategy pero dentro de sus propios contextos regulatorios.
Señal de confianza y planificación a largo plazo
Emitir instrumentos con compromisos de dividendos y opciones a 10 años no es un acto de especulación a corto plazo. Refleja una confianza enorme en la sostenibilidad a largo plazo de la estrategia corporativa centrada en Bitcoin y en la capacidad de la empresa para generar caja para honrar estos compromisos.
Conclusión: Un Paso Decisivo en 2025
La decisión de Metaplanet en 2025 representa una fusión audaz entre dos mundos: la apuesta disruptiva por Bitcoin y la ingeniería financiera institucional tradicional. Al crear acciones preferentes con dividendos, la compañía no solo está diversificando su base de inversores, sino que está profesionalizando y dando flujos de caja predecibles a su modelo de negocio.
La pregunta que queda en el aire es si este innovador enfoque será replicado por otras empresas del sector. De ser así, podríamos estar presenciando el nacimiento de un nuevo estándar que acelere la convergencia entre las finanzas tradicionales y el ecosistema de las criptomonedas.
Metaplanet nos invita a reflexionar sobre el futuro de la adopción institucional: un futuro donde Bitcoin y otros activos digitales no se vean solo como instrumentos de apreciación de capital, sino como pilares fundamentales para estrategias sofisticadas de generación de ingresos y gestión de balances corporativos. El camino hacia 2025 y más allá parece estar tomando un rumbo decididamente más estructurado.














