Cómo los Bancos de EE.UU. Reconstruyen su Infraestructura para un Futuro ‘Onchain’
Mientras la narrativa pública sobre los criptoactivos en 2025 sigue dominada por titulares de volatilidad extrema—como la liquidación de 19 mil millones de dólares el pasado octubre—y una capitalización de mercado que supera los 4 billones, una transformación más silenciosa y profunda se está gestando en los pasillos de Wall Street. Lejos de la especulación, los principales bancos estadounidenses están liderando una revolución técnica pragmática: la tokenización de las finanzas tradicionales bajo supervisión regulatoria.
Este artículo explora cómo, a través de cuatro pilares fundamentales—la tokenización de efectivo, la custodia institucional, los fondos de inversión onchain y un marco regulatorio en evolución—la banca está modernizando su infraestructura central para un futuro donde los activos se mueven en ledger.
La Estrategia Central: Tokenización, no Especulación
Para los bancos, la palabra clave no es “cripto”, sino tokenización. Se trata de la representación digital de activos financieros tradicionales—como depósitos o acciones de fondos—en un libro mayor distribuido (blockchain). El objetivo no es crear nuevos activos especulativos, sino mejorar los existentes.
Las ventajas son claras: liquidación automatizada e instantánea, reconciliación en tiempo real, una drástica reducción del riesgo de contraparte y la capacidad de incorporar reglas programables a través de contratos inteligentes. Lo crucial es que esta evolución tecnológica se desarrolla dentro de los marcos regulatorios establecidos por la Reserva Federal (FED) y la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC). Es una modernización de la “plomería” financiera, no una revolución disruptiva. Y esta estrategia comienza con el activo más básico: el dinero mismo.
Efectivo Tokenizado: Los Depósitos se Convierten en Software
Los bancos están creando su propia versión de dinero digital: los “deposit tokens”. A diferencia de las stablecoins emitidas por empresas de cripto, estos son pasivos directos y regulados de la entidad bancaria. JPMorgan, pionero con su JPM Coin para transferencias institucionales 24/7, relanzó la iniciativa en 2024 como Kinexys, señalando una ambición más amplia en pagos y liquidez programable. Por su parte, Citi llevó su Citi Token Services a producción en 2024, procesando transacciones por valor de millones en comercio y gestión de efectivo.
Este movimiento no es solo individual. La Red de Pasivos Regulada (RLN), un proyecto piloto del Banco de la Reserva Federal de Nueva York que involucra a un consorcio de gigantes como BNY Mellon, Wells Fargo y Mastercard, está simulando un futuro sistema de pagos interbancarios utilizando depósitos tokenizados y explorando un posible CBDC mayorista.
¿Sabías que?
Los bancos ya exploran activamente la tokenización de otros “activos del mundo real” (RWA), como crédito privado o inmobiliario comercial, para ofrecer liquidez y propiedad fraccionada onchain a sus clientes institucionales.
Custodia Institucional: La Base de Confianza Onchain
Sin custodia segura y regulada, ninguna transformación onchain puede escalar al nivel institucional. Aquí es donde los custodios tradicionales despliegan su ventaja. BNY Mellon, el custodio más grande del mundo, lanzó su plataforma de custodia de activos digitales en 2022, ofreciendo custodia para Bitcoin y Ether como una extensión natural de su negocio principal.
Los reguladores han ido delineando el camino. La OCC, con su Carta Interpretativa 1170, ya permitía a los bancos nacionales custodiar criptoactivos. En 2025, la FED publicó un documento con expectativas claras sobre gestión de riesgos y resiliencia operativa para estas actividades. Este enfoque es de “luz verde, pero con precaución”, un equilibrio reflejado en la declaración conjunta de advertencia emitida en 2023 por la FED, la FDIC y la OCC. La confianza regulada es el cimiento.
Más Allá del Efectivo: Fondos de Inversión Tokenizados
La tokenización escala desde los pagos hacia productos de inversión complejos. Un hito clave ocurrió en diciembre de 2025, cuando J.P. Morgan Asset Management lanzó el My OnChain Net Yield Fund (MONY), el primer fondo del mercado monetario tokenizado del banco. Sus acciones se emiten como tokens en la red pública de Ethereum, pero a través de la plataforma controlada Kinexys del banco.
Con un capital inicial de 100 millones de dólares, el MONY no es un producto “DeFi” especulativo; es la representación tokenizada de un fondo tradicional, regulado y que genera rendimiento. Este paso demuestra la interoperabilidad onchain entre el efectivo tokenizado y los instrumentos de inversión, creando un circuito financiero completo dentro de estructuras familiares para el mundo institucional.
¿Sabías que?
Los bancos también ven la tokenización como una estrategia para preservar sus ingresos por negociación, integrando infraestructura de trading de activos digitales directamente en sus sistemas internos de liquidación.
El Marco Regulatorio: Permiso con Supervisión Estricta
Los avances técnicos son posibles gracias a una evolución regulatoria paralela. Un punto de inflexión ocurrió en marzo de 2025, cuando la OCC aclaró que los bancos pueden realizar actividades cripto relacionadas—como custodia y pagos con stablecoins—y eliminó el engorroso requisito de notificación y espera de “no objeción” previa.
Cartas interpretativas como la IL 1172 (sobre el uso de depósitos para respaldar stablecoins) y la IL 1174 (sobre el uso de redes de ledger distribuido para pagos) han ido tejiendo un marco más detallado. La conclusión es clara: las actividades están permitidas, pero dentro de un perímetro supervisado que exige una gestión de riesgos robusta y controles operativos estrictos. Es un camino delineado, no una tierra salvaje.
Conclusión
La transformación onchain de la banca estadounidense es un proceso metódico y regulado. Se basa en tokenizar el efectivo, construir infraestructura de custodia de confianza, lanzar productos de inversión innovadores y operar bajo un marco regulatorio que, en 2025, ha ganado en claridad.
Esta modernización “silenciosa” de la infraestructura financiera central es incremental, pero fundamental. Está sentando las bases para un sistema donde el movimiento de valor y la liquidación son más eficientes, programables y seguros, incluso si el cliente minorista no interactúa directamente con la blockchain.
La reflexión final es potente: el futuro onchain de las finanzas no será necesariamente “sin bancos”. Con toda probabilidad, será impulsado por los bancos que han logrado integrar la tecnología blockchain en el núcleo mismo de sus operaciones reguladas.
¿Crees que esta estrategia bancaria pragmática es el verdadero futuro de las finanzas onchain, o deja fuera la esencia de innovación abierta de la cripto nativa? Comparte tu opinión.















