a16z y DeFi Education Fund Presionan a la SEC por ‘Safe Harbor’ para NFT y Aplicaciones DeFi en 2025
El Grito Unido de la Industria: Safe Harbor para Innovación Cripto
La incertidumbre regulatoria en EE.UU. alcanza un punto crítico en 2025. Andreessen Horowitz (a16z) y el DeFi Education Fund, actores clave del ecosistema, han unido fuerzas en una petición urgente a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC). Su demanda central: establecer un «safe harbor» que exima a ciertas aplicaciones descentralizadas (DeFi) y plataformas de tokens no fungibles (NFT) de registrarse como broker-dealers.
Dirigida a Hester Peirce, comisionada y jefa del Grupo de Trabajo de Cripto de la SEC, esta iniciativa es un seguimiento directo a las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Activos Digitales de la administración anterior.
Safe Harbor: Un Salvavidas Regulatorio para la Tecnología Blockchain
¿Qué significa «safe harbor» en este contexto? Es una protección temporal o condicional contra acciones de cumplimiento regulatorio. La necesidad surge porque leyes como la Ley de Intercambio de 1934 fueron diseñadas para mercados centralizados tradicionales, no para protocolos de software descentralizados.
La carta conjunta argumenta que obligar a estas aplicaciones a registrarse como brokers es «injustificado e inapropiado», ya que no presentan los riesgos que dichas normas buscan mitigar. Además, subraya la urgencia de brindar «claridad regulatoria muy necesaria», permitiendo a los desarrolladores innovar en EE.UU. sin temor a una «mala aplicación de categorías legales». Un safe harbor podría evitar litigios como las demandas civiles ya interpuestas contra Coinbase, Kraken o Cumberland DRW.
Camino Hacia el Safe Harbor: Cartas, Recomendaciones y Acciones de la SEC
Este esfuerzo no surge en el vacío. Es un seguimiento al llamado del Grupo de Trabajo de Activos Digitales y se alinea con declaraciones recientes de Paul Atkins, director de la SEC, quien en julio de 2025 destacó la necesidad de actualizar normas «anticuadas» para cripto y blockchain.
a16z ya había sentado precedentes: en marzo de 2025 envió a Peirce una carta detallando un safe harbor específico para NFT, seguida de otra proponiendo protecciones para airdrops y tokens de red. Este contexto contrasta con la postura de otros comisionados, quienes históricamente han enfatizado riesgos en actividades como las Ofertas Iniciales de Monedas (ICOs).
Proyectos DeFi, Mercados NFT: Los Principales Beneficiarios del Refugio Propuesto
¿Quién se beneficiaría? Aplicaciones cuyo diseño descentralizado y tecnológico no genere los riesgos que las normas de broker-dealer buscan controlar. Esto abarcaría protocolos DeFi genuinamente autónomos y mercados NFT sin intermediación financiera tradicional.
Los impactos positivos serían múltiples: fomentar la innovación, retener talento en EE.UU. y reducir litigios costosos. El marco actual es abrumador: según datos de la SEC de junio de 2025, existen unos 3.340 broker-dealers registrados, custodiando $6.4 billones en activos. Si bien existen Special Purpose Broker-Dealers (SPBD) creados en 2020 para activos digitales, la SEC aclaró en mayo de 2025 que este estatus no es obligatorio para custodiar criptoactivos considerados valores, aplicándose los requisitos estándar.
Safe Harbor vs CLARITY Act: El Futuro de la Regulación Cripto en EE.UU.
Este debate se enmarca en un panorama regulatorio más amplio. La Ley CLARITY Act, aprobada por la Cámara de Representantes en julio de 2025 y pendiente en el Senado, busca establecer una estructura integral para mercados cripto. Su impacto sería profundo, redefiniendo competencias entre la SEC y la CFTC.
¿Es el safe harbor un complemento o un competidor de la CLARITY Act? Ambas reflejan una tendencia hacia marcos más claros, pero la industria clama por soluciones inmediatas ante la lentitud legislativa. La urgencia expresada por a16z y el DeFi Education Fund choca contra los plazos del Congreso y los procesos regulatorios.
Safe Harbor 2025: ¿Un Punto de Inflexión para la Adopción Cripto?
La carta conjunta a la SEC representa un llamado colectivo decisivo. Un safe harbor no solo ofrecería claridad y protección a innovadores; sería vital para mantener la competitividad de EE.UU. en blockchain frente a jurisdicciones con reglas más definidas.
La pregunta ahora es si la SEC, bajo el liderazgo de Peirce y con las declaraciones de Atkins sobre modernización, responderá favorablemente. ¿Actuará antes de que avance la CLARITY Act? La reflexión final es ineludible: modernizar la regulación financiera para la era digital ya no es una opción, sino una necesidad para no ahogar la próxima ola de innovación tecnológica.