Activos Digitales en 2025: Las Instituciones Elevarán sus Carteras al 16% para 2028, Según State Street

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Activos Digitales en 2025: Las Instituciones Elevarán sus Carteras al 16% para 2028, Según State Street

Introducción

Un informe reciente de State Street, realizado en colaboración con Oxford Economics, arroja luz sobre un cambio de paradigma imparable en el mundo de las finanzas. El dato más revelador es contundente: las instituciones financieras planean más que duplicar su asignación a activos digitales, pasando del 7% actual a un 16% para el año 2028. Este hallazgo, procedente de una entidad que custodia alrededor de 49 billones de dólares, no solo otorga una credibilidad sin precedentes al estudio, sino que también plasma la dualidad que define este momento: una creciente confianza en la tecnología digital convive con un escepticismo profundamente arraigado sobre la capacidad de las finanzas descentralizadas (DeFi) para reemplazar por completo al sistema tradicional.

Crecimiento y Composición de las Carteras Digitales

La Proyección: Del 7% al 16% en Tres Años

La encuesta, realizada a más de 300 inversores institucionales, deja poco espacio para la duda. La trayectoria es ascendente y acelerada. Si en 2025 la asignación media a esta nueva clase de activos se sitúa en un 7%, la proyección para 2028 alcanza el 16%. Esta cifra no refleja un experimento marginal, sino una integración estratégica y significativa en las carteras de los mayores actores del mercado.

¿En Qué Invierten las Instituciones?

Al analizar la composición de estas carteras digitales, se descubre un enfoque inicialmente conservador. La mayor parte de la exposición se concentra en stablecoins, que actúan como una forma de efectivo digital, y en activos tokenizados, como acciones o bonos representados en blockchain. Cada una de estas categorías representa aproximadamente un 1% de la cartera total actual, siendo los gestores de activos los que muestran una exposición ligeramente mayor. Esto indica una preferencia por los instrumentos que replican activos tradicionales con la eficiencia de la nueva tecnología.

Los Activos de Mayor Rendimiento

Sin embargo, la búsqueda de rentabilidad también tiene su espacio. A pesar de constituir una porción menor de la cartera, son las criptomonedas tradicionales las que han ofrecido los rendimientos más destacados. Según el informe, Bitcoin es considerado el activo de mejor desempeño por el 27% de los encuestados, seguido de cerca por Ethereum, con un 21%. Este dato subraya que, si bien la tokenización es la base de la adopción, el valor especulativo y de red de los activos nativos digitales sigue siendo un potente imán.

La Transformación Digital: Más Allá de la Inversión

Blockchain e IA, Motores de la Eficiencia Operativa

La inversión es solo una faceta de una transformación mucho más profunda. Casi la totalidad de las instituciones encuestadas afirma tener o estar desarrollando estrategias para implementar tecnologías emergentes. El objetivo último es claro: aprovechar el potencial de la blockchain y la Inteligencia Artificial para automatizar procesos, eliminar fricciones y mejorar la interoperabilidad en sus operaciones centrales.

Los Usos Extendidos de la Blockchain

La blockchain ha trascendido su asociación inicial con las criptomonedas. Un significativo 29% de las instituciones la considera ya «integral» para sus planes de negocio. Sus aplicaciones prácticas se extienden a áreas fundamentales: el 61% la utiliza o planea usarla para la gestión del flujo de caja, el 60% para el procesamiento de datos empresariales e incluso un 31% la está incorporando en funciones legales y de cumplimiento normativo.

La Sinergia entre IA Generativa y Activos Digitales

En este ecosistema, la IA Generativa emerge como un catalizador clave. El 45% de los encuestados ve en esta tecnología un acelerador fundamental para el desarrollo de activos digitales. La capacidad de la IA para generar, auditar y optimizar código está haciendo posible la creación de contratos inteligentes, blockchains privadas y tokens de una forma más rápida, segura y económica, allanando el camino para una innovación a mayor escala.

El Futuro Híbrido: DeFi y TradFi Convergiendo

Un Panorama de Adopción Cauto

Aunque el consenso mayoritario (más del 80%) cree que los activos digitales se habrán generalizado en el plazo de una década, existe un notable grado de incertidumbre sobre el ritmo exacto de esta adopción. La predicción más extendida es pragmática: el 52% cree que entre el 10% y 24% de todas las inversiones serán digitales o tokenizadas para 2030. Resulta revelador que solo un 1% espere una migración completa de las finanzas a la blockchain, lo que apunta a un futuro de coexistencia.

El Ascenso del Modelo Híbrido

Esta visión se materializa en el espectacular crecimiento de la creencia en un modelo híbrido. En el plazo de un solo año, la proporción de instituciones que prevén un futuro donde las finanzas tradicionales (TradFi) y las descentralizadas (DeFi) se integren ha aumentado del 11% al 43%. Esta es, quizás, la conclusión más importante: el futuro no es de reemplazo, sino de convergencia y colaboración entre ambos mundos.

El Escepticismo que Persiste

No obstante, sería un error ignorar las voces escépticas. El informe muestra un dato contundente: el 14% de los encuestados no cree que los sistemas de inversión digital lleguen a reemplazar nunca a la infraestructura tradicional, un porcentaje que ha aumentado significativamente desde 2024. Este escepticismo persistente refleja dudas legítimas sobre la escalabilidad, la claridad regulatoria y la robustez operativa de los sistemas completamente descentralizados.

Conclusión

El mensaje del informe de State Street es claro y contundente: la adopción de activos digitales por parte de las instituciones es una tendencia imparable que se acelerará en los próximos años. Sin embargo, este camino no está exento de matices cruciales. Por un lado, existe un optimismo generalizado hacia la tecnología subyacente—blockchain e IA—como motores de eficiencia y nuevas oportunidades de inversión. Por otro, persiste un escepticismo saludable sobre un cambio radical que desbanque por completo a las finanzas tradicionales.

El futuro más probable, y así lo perciben los principales inversores institucionales, no es una disrupción total, sino una convergencia e integración progresiva. Un ecosistema híbrido donde lo tradicional y lo digital se complementen, aprovechando las ventajas de ambos mundos. La credibilidad que un custodio de la talla de State Street aporta a estos datos confirma que esta transformación ya no es una promesa lejana, sino el presente de las finanzas en 2025.

¿Cree usted que las finanzas tradicionales serán completamente reemplazadas por sistemas descentralizados, o prevé, como la mayoría de las instituciones, un futuro de integración? Le invitamos a compartir su opinión.

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