Biometría y Privacidad en 2025: ¿Por Qué Debes Cuestionar el Uso de Tus Datos Personales?
Desbloqueas tu teléfono con una mirada. Autorizas una transacción bancaria con tu huella. Accedes a tu oficina con un escáner de iris. En 2025, esta rutina se ha normalizado, ofreciendo una comodidad sin precedentes. Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar qué hacen esas empresas con los datos biométricos que recopilan decenas de veces al día? En un mundo de noticias constantes sobre filtraciones de datos y sofisticados ciberataques, esta pregunta deja de ser teórica para volverse urgente.
Para analizar esta cuestión en profundidad, el episodio 45 del podcast The Agenda de Cointelegraph invitó a Sebastián Rodriguez, Director de Producto de Privado ID, cuyo análisis sirve como base para esta reflexión.
La Doble Cara de la Comodidad Biométrica
Es innegable: la biometría nos hace la vida más fácil. Olvidarse de las contraseñas y acceder a todo en segundos es un beneficio tangible. Sin embargo, Sebastián Rodriguez introduce una advertencia crucial que solemos pasar por alto: el concepto de «perpetuidad».
Explica que «Cuando doy datos biométricos sobre mí mismo que te permitirían a ti u otros verificadores identificarme en perpetuidad, lo que estoy vendiendo es lo que soy». Esta cesión es eterna. El problema central reside en la «asimetría de información»: mientras el usuario desconoce el uso futuro de su dato biométrico, la empresa que lo custodia sí tiene ese control y puede alterar sus condiciones en cualquier momento.
¿Por Qué tu Huella Dactilar No es Como tu Tiempo?
Para entender la magnitud del riesgo, Rodriguez establece una distinción vital. Cuando trabajas o participas en un modelo «play-to-earn», estás vendiendo tu tiempo o esfuerzo, un recurso finito y de alcance claro. Pero la cesión de datos biométricos es radicalmente diferente.
El experto argumenta que, al hacerlo, el alcance futuro y el valor real de ese dato son desconocidos. «Cuando vendo mi identidad biométrica, no creo que la mayoría de la gente entienda las implicaciones a largo plazo de esto», advierte. El contexto es crucial: a diferencia de una contraseña que puedes cambiar, tus datos biométricos –tu rostro, tu iris– son irrevocables. Si se filtran, no puedes «cambiarte la cara».
Un Análisis Imparcial de la Propuesta de Worldcoin
En cualquier debate sobre biometría y blockchain, el proyecto Worldcoin es inevitable. Es esencial analizarlo con objetividad. Rodriguez aclara que su crítica no se dirige a la tecnología subyacente, que califica de «buena» y con similitudes técnicas a las que emplean en Privado. Coincide en una premisa fundamental: en 2025, con el auge de las identidades sintéticas y los bots, será imperativo demostrar que somos humanos únicos.
La crítica principal, sin embargo, recae en el modelo de negocio. Rodriguez sostiene que el modelo de Worldcoin opera bajo el supuesto de que serán el único proveedor. La razón es técnica: sus «pruebas biométricas de singularidad» con su tecnología específica no son interoperables. Si ellos establecen el estándar, no habría espacio para la competencia. En sus palabras: «No hay otra forma de que funcione. […] para que funcionen, necesitan ser el proveedor único».
Protegiendo lo que Eres: Conclusión y Recomendaciones
La biometría no es inherentemente mala; de hecho, es una herramienta poderosa. Sin embargo, su implementación actual plantea desafíos éticos y de privacidad monumentales. Resumiendo: la comodidad tiene un precio, la cesión es perpetua y existe un riesgo tangible de monopolización del mercado de la identidad.
El llamado a la acción, entonces, es a la curiosidad y al escepticismo informado. Antes de escanear tu rostro o tu iris, pregúntate: ¿Quién guarda este dato? ¿Para qué se usará exactamente? ¿Qué garantías de seguridad y privacidad ofrecen? En la era digital, tu identidad es tu activo más valioso. Protegerla exige entender lo que realmente entregas a cambio de comodidad.
¿Quieres escuchar el análisis completo de Sebastián Rodriguez? No te pierdas el episodio 45 de ‘The Agenda’ disponible en la Página de Podcasts de Cointelegraph, Apple Podcasts o Spotify.