Bitcoin Romperá su Ciclo de 4 Años y Alcanzará Nuevos Máximos en 2026, Predice Grayscale
La montaña rusa de Bitcoin ha dejado a muchos inversores mareados en 2025. Tras un descenso del 32% desde sus máximos, con el precio rondando los $86,839, la pregunta que resuena en el mercado es inevitable: ¿hemos llegado al final del rally, o esto es simplemente una oportunidad de compra en un ciclo más largo?
En medio de esta incertidumbre, un nuevo informe del gestor de activos digitales Grayscale ofrece una perspectiva audaz que desafía la narrativa más arraigada en la comunidad: la del ciclo de halving de cuatro años. Su tesis central es que la corrección actual no marca un pico de ciclo, sino un «fondo local», y anticipa que Bitcoin podría establecer nuevos máximos históricos en 2026, impulsado por catalizadores macroeconómicos y regulatorios.
Este análisis profundiza en los argumentos de Grayscale, examinando los indicadores técnicos, los flujos de los ETFs y los dos factores externos que, según la firma, podrían definir el próximo gran movimiento alcista.
¿Por qué Grayscale Cree que la Caída de Bitcoin en 2025 es un Fondo Local?
La creencia tradicional en el ecosistema Bitcoin se basa en un ciclo de cuatro años vinculado al evento de halving, que reduce a la mitad la recompensa de los mineros. Este patrón ha marcado históricamente períodos de acumulación, fuertes subidas y posteriores correcciones. Sin embargo, Grayscale lanza un desafío directo a este dogma.
En sus propias palabras, el informe declara: «creemos que la tesis del ciclo de cuatro años resultará incorrecta». Su argumento se sustenta en que, a pesar de la caída del 32%, la estructura del mercado subyacente es fundamentalmente diferente a la de ciclos anteriores, gracias en gran parte a la maduración institucional.
Una de las señales clave en la que se apoya Grayscale es el «option skew elevado». En términos sencillos, este indicador mide la demanda relativa de opciones de venta (puts) frente a las de compra (calls). Un nivel por encima de 4, como se observa actualmente, es significativo.
Su interpretación es que los grandes inversores institucionales ya se han cubierto «extensivamente» ante la posibilidad de mayores caídas. Históricamente, cuando este tipo de cobertura es tan generalizada, a menudo indica que el sentimiento de pánico está agotándose y se está formando un piso de mercado. Para Grayscale, este es un fuerte indicador de que el precio de Bitcoin en torno a los $86,839 representa un fondo local, no el final del ciclo.
Los Obstáculos para una Recuperación Sólida en el Corto Plazo
Aunque el diagnóstico apunta a un fondo, Grayscale es realista sobre los desafíos inmediatos. La firma identifica tres indicadores clave que deben revertirse para que se consolide una recuperación sostenida:
- El alto interés abierto en los mercados de futuros, que indica apalancamiento y volatilidad.
- Los flujos netos negativos de los ETFs spot de Bitcoin.
- La presión vendedora por parte de holders de largo plazo (HODLers).
Mientras estas métricas no mejoren, cualquier rebote probablemente será limitado y volátil.
El Rol Crítico de los ETFs de Bitcoin
El rol de los ETFs de Bitcoin es paradigmático en esta fase. Tras ser el motor principal del rally a principios de 2025, se han convertido en un lastre. Los datos son elocuentes: solo en noviembre de 2025, se registraron salidas netas por $3,480 millones, el segundo peor mes histórico según Farside Investors.
Este drenaje constante de capital ha ejercido una presión bajista significativa. No obstante, un rayo de esperanza ha aparecido recientemente con cuatro días consecutivos de entradas netas, incluyendo una inyección de $8.5 millones un lunes reciente.
Los analistas, como Iliya Kalchev de Nexo, advierten que Bitcoin necesita recuperar y mantenerse por encima de los «bajos-$90,000» para evitar una prueba de soportes más críticos en la zona de los $80,000. El camino hacia la recuperación total, por tanto, sigue siendo estrecho.
2026: El Año de la Fed y la Regulación Cripto en EE.UU.
Si la recuperación técnica es el primer acto, para Grayscale el verdadero impulso alcista llegará en 2026, impulsado por dos catalizadores externos de gran envergadura.
1. La Política Monetaria de la Reserva Federal
El primer catalizador, y quizás el más inmediato, es la política monetaria de la Reserva Federal. La reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) programada para el 10 de diciembre de 2025 se perfila como un posible punto de giro.
Los recortes de tasas de interés suelen ser un viento de cola para los activos de riesgo como Bitcoin, ya que reducen el rendimiento de los activos de renta fija y fomentan la búsqueda de mayor rentabilidad. El mercado ya está descontando este escenario: según la herramienta FedWatch de CME, la probabilidad de un recorte de 25 puntos básicos en esa reunión es del 87%, un aumento considerable frente al 63% registrado un mes antes.
2. El Marco Regulatorio: La Ley de Estructura del Mercado de Activos Digitales
El segundo gran catalizador es legislativo: la Ley de Estructura del Mercado de Activos Digitales. Este proyecto de ley, que busca establecer un marco regulatorio claro para las criptomonedas en Estados Unidos, ha avanzado desde su aprobación en la Cámara de Representantes (bajo el nombre de Ley CLARITY) en julio de 2025 y ahora se debate en los comités clave del Senado (Agricultura y Banca).
El Senador Tim Scott ha señalado que el objetivo es tener el texto listo para ser firmado a principios de 2026. Sin embargo, Grayscale lanza una advertencia crucial: para que este avance se concrete, las criptomonedas deben mantenerse como un «tema bipartidista» y evitar convertirse en un peón en el tablero político de las elecciones de medio término.
La claridad regulatoria podría desbloquear una nueva ola de adopción institucional, pero su camino está lleno de incertidumbre política.
Conclusión: Un Escenario Optimista con Variables por Definir
El análisis de Grayscale pinta un escenario donde el mercado de Bitcoin está formando un fondo, no un techo, y se encamina hacia un 2026 potencialmente alcista. Su pronóstico de nuevos máximos históricos se basa en la confluencia de una política monetaria más laxa y un marco regulatorio finalmente definido, factores que podrían atraer una oleada de capital institucional sin precedentes.
Sin embargo, este optimismo debe ser temperado con una mirada realista a los riesgos. La recuperación técnica sigue siendo frágil, dependiente de que los flujos de los ETFs se mantengan positivos y de que los indicadores de mercado se normalicen.
Además, tanto la decisión de la Fed como el proceso legislativo son eventos externos llenos de variables impredecibles. La invitación para el inversor es clara: monitorear de cerca los flujos de capital, la decisión del 10 de diciembre y los debates en el Senado.
La tesis de Grayscale sugiere que el ciclo de Bitcoin está evolucionando, pasando de estar dictado únicamente por su protocolo a ser influenciado profundamente por la macroeconomía y la geopolítica. El viaje hacia 2026 promete ser, como mínimo, revelador.














