Bitcoin toca mínimo de 6 meses: Cómo están posicionados los traders profesionales en 2025
El mercado de criptoactivos atraviesa un momento de notable tensión. En la semana del 10 de marzo de 2025, Bitcoin experimentó una caída del 11%, alcanzando un precio de $94,590, su nivel más bajo en los últimos seis meses. Este movimiento ha generado una ola de interrogantes sobre la solidez de la recuperación previa y la sostenibilidad de los precios en el entorno macroeconómico actual.
Más allá de la cifra roja en las pantallas, el verdadero interés reside en analizar las causas estructurales de esta corrección y, fundamentalmente, en comprender cómo están reaccionando los traders institucionales y profesionales ante este escenario.
Factores detrás de la corrección: Un cóctel de preocupaciones
La debilidad no es un fenómeno aislado del criptomercado. El sector tecnológico global, incluido el ecosistema de la Inteligencia Artificial, muestra signos de fatiga. Las advertencias de figuras como Michael Burry, quien señaló la depreciación acelerada de los equipos de IA y su impacto en los balances corporativos, han enfriado el apetito por activos de riesgo.
Esto se ha reflejado en las cotizaciones de empresas como CoreWeave y Super Micro Computer, creando un contexto desfavorable para Bitcoin.
En el frente específicamente cripto, los ETFs spot de Bitcoin en Estados Unidos registraron salidas netas por $1,150 millones. Si bien esta cifra representa menos del 1% de los activos totales bajo gestión, su efecto psicológico es considerable, alimentando la narrativa de una demanda institucional momentáneamente estancada.
A esto se sumó la venta significativa de un holder inactivo desde 2011, un evento que, aunque analíticamente se considera aislado, contribuyó a la presión vendedora en un momento de frágil confianza.
El termómetro de los derivados: Liquidaciones y cautela medida
El mercado de derivados ofrece una lectura precisa del pulso del trader. La reciente caída desencadenó la liquidación de aproximadamente $900 millones en posiciones largas con apalancamiento, un recordatorio de los riesgos del leverage excesivo.
Sin embargo, una métrica más alentadora es la relativa estabilidad del interés abierto, cuya contracción no ha sido tan severa como en la corrección del 10 de octubre del año pasado, lo que sugiere que el capital no está huyendo en estampida.
Otras señales son ambiguas. La prima de los futuros de Bitcoin se mantiene alrededor del 4%, por debajo del umbral neutral del 5%, indicando una demanda de apalancamiento alcista aún débil.
Por otro lado, el indicador de miedo y codicia en opciones, el delta skew, se sitúa en el 10%, superando el 6% neutral. Esto revela que los traders están dispuestos a pagar más por protecciones bajistas, pero la resiliencia general del mercado de opciones sugiere que no prevén una caída catastrófica.
El posicionamiento de los profesionales: Optimismo cauteloso y compras selectivas
La pregunta clave es: ¿qué están haciendo los grandes jugadores? Un análisis de los ratios largo/corto en los principales exchanges revela estrategias divergentes pero calculadas.
En Binance, las ballenas y los market makers han utilizado la caída por debajo de los $100,000 para aumentar sus posiciones largas, mostrando una clara estrategia de «comprar el dip».
Por el contrario, en OKX, los grandes traders redujeron su exposición alcista tras el quiebre del soporte clave de $98,000.
Este comportamiento pinta un cuadro de optimismo moderado. Los profesionales no han abandonado sus tesis de inversión a largo plazo, pero están ajustando sus niveles de entrada y gestionando el riesgo de manera más conservadora.
Su confianza en una recuperación parece depender de dos factores clave: una mayor claridad en el panorama macroeconómico y una estabilización definitiva del castigado sector tecnológico.
El telón de fondo macro: Riesgos de recesión y crisis de asequibilidad
No se puede entender el movimiento de Bitcoin sin mirar el panorama global. Las recientes medidas del gobierno de Trump, como el recorte de aranceles para abaratar alimentos, buscan aliviar la presión inflacionaria.
No obstante, economistas como Mohamed El-Erian de Allianz han advertido sobre los riesgos latentes de recesión y lo que denominan una «crisis de asequibilidad».
El peligro de que la debilidad económica se propague desde los sectores de menores ingresos al conjunto de la economía es una espada de Damocles que mantiene en vilo a todos los mercados de riesgo.
Conclusión: Esperando la señal
La reciente caída de Bitcoin a mínimos de seis meses es el resultado de una convergencia de factores: preocupaciones macroeconómicas, salidas moderadas de ETFs y eventos de venta específicos.
El mercado de derivados muestra un estado de cautela, sin pánico, mientras que los traders profesionales aprovechan la volatilidad para acumular en niveles estratégicos, aunque con un apetito de riesgo contenido.
El outlook a corto plazo permanece en un delicado equilibrio. La pregunta para los inversores no es solo si hemos encontrado un piso técnico, sino qué se necesitará para recuperar la confianza de manera sostenida.
¿Será un rebote técnico, un dato macroeconómico favorable o la disipación de las nubes en el sector tech? El mercado, por ahora, aguarda a la señal.
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