BlackRock y la Tokenización: El Puente Definitivo Hacia las Finanzas del Futuro en 2025

Hace apenas unos años, Larry Fink, CEO de BlackRock, calificaba al Bitcoin como un «índice de lavado de dinero». Hoy, no solo ha supervisado el lanzamiento del mayor ETF de Bitcoin al contado, sino que se ha erigido en uno de los voceros institucionales más influyentes a favor de la tecnología blockchain. Este giro no es anecdótico; es sintomático de una transformación profunda. BlackRock, con más de 13,4 billones de dólares en activos bajo gestión, no toma posiciones a la ligera.

Su reciente artículo de opinión en *The Economist*, firmado por Fink y su COO Rob Goldstein, es un manifiesto estratégico. En él, no hablan simplemente de criptoactivos, sino que delinean el futuro: la tokenización como el puente definitivo y necesario entre las finanzas tradicionales (TradFi) y el universo cripto. Este respaldo masivo no es solo un aval; es el mapa de ruta que marcará la próxima década financiera.

La Visión de BlackRock: Un Puente Construido Desde Dos Orillas

La metáfora central del artículo de Fink es poderosa y reveladora: la tokenización es un puente que debe construirse desde ambas orillas del río. En una orilla se encuentran las instituciones financieras establecidas: bancos, gestoras de activos y mercados regulados con décadas de infraestructura y confianza. En la otra, la orilla innovadora: emisores de stablecoins, plataformas DeFi (Finanzas Descentralizadas) y blockchains públicas, que han demostrado la eficiencia de la tecnología de registro distribuido.

El punto de encuentro, el centro del puente, no es la competencia, sino la interoperabilidad. BlackRock visualiza un ecosistema híbrido donde un «monedero digital único» pueda contener tanto acciones tradicionales como bonos tokenizados, arte fraccionado o participaciones en fondos digitales. Esta visión desdibuja las fronteras y sugiere que la adopción será colaborativa y gradual, integrando lo mejor de ambos mundos: la innovación tecnológica y la solidez regulatoria.

Más Allá del Hype: Los Beneficios Reales de la Tokenización en 2025

La percepción de la tokenización ha evolucionado. Ya no se la ve únicamente asociada a la especulación de criptomonedas volátiles, sino como una herramienta de eficiencia financiera con beneficios tangibles:

Expansión del Mercado: Permite representar digitalmente y fraccionar activos que hoy son ilíquidos o de acceso restringido para el inversor medio. Imagine poder poseer una pequeña fracción de un edificio comercial, una obra de arte de renombre o un proyecto de capital privado. La tokenización democratiza el acceso a clases de activos completas.

Eficiencia y Transparencia: Automatiza procesos manuales y costosos, como la compensación y liquidación de operaciones (settlement) o el pago de cupones e intereses. Todo se registra en una blockchain, reduciendo errores, costos intermediarios y aumentando la transparencia auditiva.

Accesibilidad: Al fraccionar activos de alto valor, reduce las barreras de entrada, permitiendo una diversificación de cartera más sofisticada para un público más amplio.

La prueba tangible del compromiso de BlackRock es su fondo BUIDL, lanzado en 2024 y que en 2025 supera los 2.800 millones de dólares. Es un fondo del mercado monetario tokenizado en la blockchain Ethereum, un caso de uso práctico que demuestra cómo un instrumento financiero tradicional puede ganar eficiencia a través de esta tecnología.

El Camino Ya Recorrido: Los ETFs como Precursor del Cambio

Fink y Goldstein no parten de cero. Trazan un paralelismo histórico brillante con la evolución de los ETF (Fondos Cotizados en Bolsa). En los años 80 y 90, los ETF de bonos hicieron algo revolucionario: tomaron un mercado opaco y mayorista (negociado «dealer-to-dealer») y lo llevaron a las bolsas públicas, democratizando el acceso para todo tipo de inversores.

En 2024, los ETFs de Bitcoin al contado repitieron la jugada: llevaron un activo digital nativo, considerado hasta entonces marginal y complejo, a las plataformas de inversión tradicionales donde millones de personas ya operaban. Fue el primer gran puente exitoso. La tokenización, entonces, es el siguiente paso lógico en esta evolución. Aplica la misma lógica de «crear puentes» y estandarizar el acceso, pero a una gama prácticamente infinita de activos del mundo real.

El Imperativo Regulatorio: Construir el Puente con Seguridad

Un aspecto crucial del mensaje de BlackRock, a menudo pasado por alto en el entusiasmo tecnológico, es su énfasis en la regulación. El gigante financiero no aboga por un salvaje oeste digital, sino por un marco seguro y claro que permita la innovación controlada. Su principio rector es contundente: «El riesgo debe juzgarse por lo que es, no por cómo se empaqueta». Un bono corporativo conlleva unos riesgos crediticios y de mercado específicos, ya esté registrado en un libro contable tradicional o en una blockchain.

Por ello, claman por una neutralidad tecnológica por parte de reguladores como la SEC en EE.UU. o la ESMA en Europa. Las normas deben actualizarse para permitir la interoperabilidad segura entre mercados tradicionales y tokenizados, sin crear asimetrías que castiguen o favorezcan una tecnología sobre otra. Es un llamado a la acción dirigido directamente a los legisladores para que construyan los pilares regulatorios de ese puente.

Conclusión: La Adopción Institucional Acelera un Futuro Híbrido

El respaldo de BlackRock a la tokenización no es una mera opinión; es una validación masiva que acelera la curva de adopción. Sintetiza el camino a seguir: el futuro financiero no será una batalla entre «cripto vs. TradFi», sino un sistema integrado y híbrido donde los activos tokenizados convivirán y se intercambiarán fluidamente con los tradicionales.

Mirando hacia 2025 y más allá, la actividad de BlackRock —con BUIDL como buque insignia y sus declaraciones públicas como faro— indica que liderarán esta transformación. Donde BlackRock pone un pie, otros grandes actores institucionales suelen seguir. Como inversores o simplemente como ciudadanos en un mundo digital, es momento de entender que la tokenización trasciende el hype: es la próxima capa de infraestructura para un sistema financiero más eficiente, accesible y transparente. La pregunta ya no es si sucederá, sino cómo nos prepararemos para operar en ese nuevo panorama.

¿Qué es la Tokenización?

Es el proceso de convertir los derechos sobre un activo real (un inmueble, un bono, una obra de arte) en un token digital que se registra y transfiere en una blockchain. Este token actúa como un certificado digital de propiedad, fraccionable y fácil de negociar.

Cronología de BlackRock y las Cripto

Años previos: Escepticismo público de Larry Fink.

Enero 2024: Aprobación y lanzamiento de su ETF de Bitcoin al contado en EE.UU.

Marzo 2024: Lanzamiento del fondo tokenizado del mercado monetario BUIDL.

Noviembre 2024 (contexto 2025): Artículo de opinión en *The Economist* defendiendo la tokenización como puente financiero.

Datos Clave

Activos bajo gestión (AUM) de BlackRock: +13,4 billones de dólares.

Valor del fondo tokenizado BUIDL (2025): ~2.800 millones de dólares.