Caída del 10% en el Hashrate de Bitcoin: Exejecutivo de Canaan Culpa a Apagones en China

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Caída del 10% en el Hashrate de Bitcoin: Apagones en China y el Ascenso de EE.UU.

Caída del 10% en el Hashrate de Bitcoin: Exejecutivo de Canaan Culpa a Apagones en China

El poder computacional que protege y sostiene a Bitcoin, su hashrate, es una métrica que suele moverse con relativa estabilidad. Por eso, una caída brusca del 10% en un solo día no pasa desapercibida. Este evento, registrado recientemente, no es una simple fluctuación. Según un testimonio de alto nivel, es el síntoma de un cambio geopolítico en la industria minera global, donde un apagón en China alimenta directamente el ascenso de Estados Unidos como nueva potencia dominante.

La Afirmación: 400,000 ASICs Apagados en un Solo Día

El centro de la polémica lo puso Jianping Kong, ex co-presidente de Canaan, uno de los gigantes mundiales en la fabricación de hardware minero. A través de un post en la red social X, Kong atribuyó la drástica caída de aproximadamente 100 terahashes por segundo (de ~1.053 TH/s a ~943 TH/s) al apagón de «al menos 400.000 máquinas» en la Región Autónoma de Xinjiang, China.

Su cálculo se basa en un rendimiento estimado de 250 terahashes por segundo por cada equipo ASIC. El hashrate es el latido de Bitcoin: un indicador crítico de su seguridad. Aunque es una métrica estimada, su monitorización es constante, y una variación tan abrupta señala, invariablemente, un evento de magnitud. Como reportó Cointelegraph, esta afirmación, aunque no verificada de forma independiente, lleva el sello de quien conoce la industria desde adentro.

La Fuente: ¿Quién es Jianping Kong y Por qué Importa su Opinión?

La credibilidad de la declaración reside en la fuente. Jianping Kong no es un observador externo; su trayectoria como ex co-presidente de Canaan le otorga un conocimiento profundo de la dinámica de la minería en China, desde la producción de hardware hasta las operaciones en el terreno. Su análisis trasciende el dato puntual para revelar una frustración sectorial: la percepción de que China está cediendo terreno, y que otros se benefician de sus dificultades internas.

Historia de Amor y Odio: China y la Minería de Bitcoin

Para entender el impacto de este apagón, es necesario revisar la compleja relación de China con la minería de Bitcoin.

El Dominio Pasado y la Prohibición del 2021

Hubo un tiempo, antes de 2021, en que China concentraba alrededor del 65% del hashrate global. La combinación de electricidad barata —especialmente de fuentes hidroeléctricas en regiones como Sichuan— y el acceso privilegiado al hardware de fabricación local, la convirtieron en la capital minera indiscutible. Todo cambió con la prohibición gubernamental de ese año, un punto de inflexión que forzó una diáspora masiva de mineros hacia otras latitudes.

La Minería China en 2025: Una Presencia Reducida pero Persistente

Sin embargo, la salida no fue total. En 2025, la minería en China persiste de manera más discreta y descentralizada. Estimaciones del Hashrate Index sugieren que el país aún alberga alrededor del 14% del poder global, mientras que análisis de CryptoQuant elevan esa cifra a entre un 15% y 20%. Como documentó Reuters, muchos operadores continúan aprovechando excedentes de energía a bajo costo, operando en un espacio gris a pesar de la prohibición oficial. Esta resiliencia clandestina hace que eventos como el de Xinjiang sigan teniendo un peso significativo en la red.

La Frustración de Kong: ‘EE.UU. Gana Sin Hacer Nada’

En este contexto, la cita de Kong adquiere su verdadero significado. Su afirmación de que «EE.UU. gana sin hacer nada» es un reconocimiento amargo de una nueva realidad. Cada interrupción en China, ya sea por regulación, política energética o condiciones climáticas, se traduce automáticamente en una ventaja competitiva para los mineros que ahora operan en jurisdicciones más estables, principalmente en Norteamérica. Es la constatación de una migración de poder que ya está en marcha.

EE.UU. Acelera: Inversión, Expansión y Apoyo Político

Mientras China gestiona apagones, Estados Unidos no solo recoge los beneficios, sino que acelera su consolidación como hub minero a través de una estrategia multifacética.

Expansión de Capacidad: El Caso de Hut 8 y American Bitcoin

El anuncio de Hut 8 en agosto de 2024 es emblemático. La empresa reveló planes para cuatro nuevos sitios en Texas, Louisiana e Illinois, sumando una capacidad colossal de 1.5 gigavatios (GW). Detrás de este movimiento está American Bitcoin, firma vinculada a la familia Trump, cuyo vínculo se cementó con la inclusión de Eric Trump en la junta directiva de Hut 8. Esta operación no es solo una expansión comercial; es una señal potente de que el liderazgo político y empresarial estadounidense está apostando de lleno por la industria.

La Ofensiva Regulatoria y de Seguridad Nacional

Paralelamente, Estados Unidos está levantando barreras estratégicas. En noviembre de 2024, lanzó una investigación contra Bitmain, el principal fabricante chino de ASICs, por posibles riesgos de seguridad nacional, específicamente sobre la capacidad de su hardware para espiar infraestructuras críticas como la red eléctrica. Esta acción se suma a una investigación previa contra Xiamen Sophgo en octubre y al embargo de equipos de Bitmain por parte de la Aduana (CBP). El mensaje es claro: se está protegiendo el flanco doméstico, dificultando la entrada de competidores chinos y favoreciendo el desarrollo de una cadena de suministro y una industria minera local.

¿Hacia un Hashrate Más Descentralizado y Geopolíticamente Sensible?

El apagón de Xinjiang es, por tanto, mucho más que un problema local. Es un síntoma de la redistribución global del hashrate, un proceso que tiene profundas implicaciones.

Para la Red Bitcoin: ¿Mayor resiliencia? La salida de China ya fragmentó el poder minero, reduciendo el riesgo de una intervención unilateral por parte de un único Estado. Sin embargo, la creciente concentración en EE.UU., aunque bajo un marco regulatorio más predecible, introduce nuevas dependencias. La estabilidad podría aumentar, pero dentro de un nuevo eje geopolítico.

Para la Industria: La competencia ya no es solo por energía barata y hardware eficiente. Es una competencia geopolítica donde la minería se trata como un activo estratégico, vinculado a la seguridad energética y nacional. Las alianzas político-empresariales, como la vista con Hut 8, serán cada vez más comunes.

Para los Inversores: El análisis de riesgo debe evolucionar. La localización geográfica de la minería, la estabilidad política de los países anfitriones y las tensiones entre potencias se convierten en factores críticos, al mismo nivel que el precio de Bitcoin o la eficiencia de los equipos.

Conclusión

La drástica caída del hashrate, analizada a través del lente de un insider como Jianping Kong, expone la volatilidad endémica que aún caracteriza a la minería de Bitcoin en China. Pero más allá del evento puntual, este episodio subraya una tendencia estructural e irreversible: el centro de gravedad de la minería global se ha desplazado decisivamente hacia Occidente.

Estados Unidos no está «ganando sin hacer nada»; está ganando ejecutando una estrategia coordinada que combina la inversión privada agresiva, la expansión industrial a gran escala y la aplicación de políticas de seguridad nacional que remodelan el campo de juego. La pregunta final es si esta transición hacia una distribución más diversa, aunque ahora pivotando alrededor de un nuevo polo de poder, contribuye a la descentralización y fortaleza a largo plazo que Bitcoin promete. El viaje geopolítico de la minería está lejos de terminar.

¿Crees que el dominio minero de EE.UU. es bueno para la descentralización y el futuro de Bitcoin? Comparte tu opinión en los comentarios.


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