Caroline Crenshaw despide con dardos a las criptomonedas: “Los mercados parecen casinos”
En una de sus últimas apariciones antes de dejar la SEC en enero de 2025, la comisionada demócrata Caroline Crenshaw criticó duramente la especulación en cripto, advirtió sobre un relajamiento regulatorio peligroso y lamentó la “erosión” de los estándares de la agencia. Analizamos sus declaraciones y el futuro de la regulación.
Como la única comisionada demócrata restante en la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), y a punto de abandonar su cargo 18 meses después de que su mandato expirara, Caroline Crenshaw eligió el escenario del Brookings Institution para dar lo que parece ser su última palabra pública sobre el mercado de criptoactivos. Sus declaraciones no fueron solo una crítica más a la volatilidad de las criptomonedas; constituyeron un diagnóstico severo de la dirección actual de la SEC bajo la administración del presidente Donald Trump y una advertencia explícita sobre los riesgos de un marco regulatorio laxo. Este artículo analiza sus principales argumentos, el contraste con otros comisionados y las profundas implicaciones que su partida tendrá para el panorama regulatorio estadounidense en 2025.
Un diagnóstico severo: “Erosión” de estándares y mercados-casino
La crítica a la gestión de la SEC
Crenshaw centró una parte importante de su discurso en lo que ella describe como una “erosión” de los estándares de la agencia durante el último año. Según su visión, esta tendencia, cuyos efectos son ya visibles en 2025, se ha manifestado en decisiones como el archivo de casos de larga data, la reducción significativa de sanciones civiles y una disminución general en el número de acciones de cumplimiento presentadas. Para la comisionada, este enfoque más laxo no es una simple adaptación estratégica, sino que genera “caos” y debilita la misión fundamental de protección al inversor de la SEC. Este punto refleja su profundo desacuerdo con la política de aplicación asociada a la actual mayoría republicana en la comisión, que prioriza, según su perspectiva, la flexibilidad sobre la robustez regulatoria.
La crítica al inversor cripto: Especulación, histeria y apuestas políticas
Más allá de la gestión interna, Crenshaw dirigió sus dardos al corazón del ecosistema cripto. Citó la dinámica especulativa como motor principal: “La gente invierte en cripto porque ve a otros enriquecerse de la noche a la mañana… [pero] las historias más comunes son de gente que lo pierde todo”. Cuestionó los fundamentos mismos del valor, preguntándose “¿En qué se basan los precios de las criptomonedas?”, aludiendo a la frecuente desconexión entre la valoración de mercado y cualquier métrica económica tradicional.
Su conclusión fue contundente: en su opinión, muchos compradores no están “invirtiendo” en el sentido clásico, sino “especulando, reaccionando a la histeria… alimentando el deseo de apostar… o ‘apostando por la popularidad de los políticos’ que apoyan las cripto”, una idea que atribuyó a un premio Nobel de Economía. Este análisis revive el debate perenne sobre si los criptoactivos constituyen una clase de inversión legítima o son, predominantemente, vehículos para la especulación de alto riesgo.
La advertencia de Crenshaw: Excepciones peligrosas y riesgo de contagio
Cripto como una “pequeña parte del mercado”
Un argumento recurrente en el discurso a favor de una regulación ligera para las criptomonedas es su tamaño relativo dentro del sistema financiero global. Crenshaw reconoció que el cripto es una “pequeña parte del mercado” y que la SEC tiene preocupaciones regulatorias más grandes. Sin embargo, utilizó esta misma premisa para argumentar en contra de crear un régimen especial y laxo. Su punto era que, precisamente por no ser sistémicamente crítico aún, no hay justificación para desmantelar las protecciones establecidas para acomodarlo.
El peligro de relajar las leyes de valores
Aquí radica la advertencia central y más grave de su intervención. Crenshaw expresó una preocupación profunda por la posibilidad de que, para integrar los criptoactivos, se diluyan los principios fundamentales de las leyes de valores. “Me preocupa que… digamos que [los activos cripto] no son valores, que aflojemos los fundamentos básicos de las leyes de valores para que puedan operar en nuestro sistema, pero sin ninguna de las barreras de seguridad que tenemos. Eso puede conducir a un contagio de mercado más significativo”.
Estas “barreras de seguridad” a las que se refiere son los pilares del mercado de valores: requisitos de divulgación completa y justa, prohibiciones contra el fraude y la manipulación, y estándares de conducta para los intermediarios. Para Crenshaw, permitir que una parte del mercado opere sin estas salvaguardas no solo pone en riesgo a los inversores directos, sino que crea un punto débil que, en caso de una crisis, podría propagar el pánico y las pérdidas a otros segmentos del sistema financiero—un “contagio” que la regulación pretende evitar.
Contrapunto interno: Los comisionados que apoyan el enfoque actual
Las críticas de Crenshaw resuenan con mayor fuerza porque contrastan abiertamente con la postura de la mayoría de la comisión. Su voz era, en esencia, disidente. El presidente de la SEC, Paul Atkins, ha expresado públicamente su apoyo al enfoque actual de la agencia y a la dirección marcada por la administración Trump.
Por otro lado, la comisionada Hester Peirce, conocida como “Crypto Mom” por su histórica defensa de un marco regulatorio más claro y favorable a la innovación, participó recientemente en la Blockchain Association Policy Summit. Allí discutió una “hoja de ruta” para la estructura del mercado, reflejando un enfoque más constructivo y orientado a la integración, en lugar de la restricción. El comisionado Mark Uyeda también se alinea con esta visión mayoritaria. Este contraste subraya que la salida de Crenshaw no es solo un cambio de personal, sino la desaparición de la principal voz crítica interna frente a un consenso que favorece un enfoque regulatorio potencialmente más permisivo o con prioridades distintas.
SEC 2025: El panorama tras la partida de Crenshaw
Una comisión con mayoría republicana absoluta
La partida de Caroline Crenshaw en enero de 2025 tendrá un efecto estructural inmediato: consolidará una mayoría republicana absoluta en la SEC. La comisión quedará compuesta por tres comisionados republicanos, dos de ellos nominados directamente por el presidente Trump. A diciembre de 2025, no hay indicios de que la administración planee nominar a otro demócrata para restaurar el equilibrio bipartidista tradicional. Este cambio político se ve reforzado por el contexto operativo que la propia Crenshaw criticó: una reducción aproximada del 20% del personal de la SEC en el último año, lo que sugiere una agencia con una capacidad de supervisión y aplicación deliberadamente reducida.
El espejo en la CFTC: Escasez de liderazgo y nominaciones
Esta transición no es un fenómeno aislado en la SEC. La Comisión de Comercio en Futuros de Mercancías (CFTC), la otra agencia clave en el debate cripto, atraviesa una situación paralela. En 2025, varios de sus comisionados han dejado sus cargos. A fecha de diciembre, solo permanece la presidenta interina Caroline Pham, también republicana. El Senado se prepara para votar la nominación de Michael Selig, propuesto por Trump, para presidir la agencia de forma permanente. Este panorama pinta un cuadro de agencias regulatorias financieras clave en un momento de transición definido, donde una visión política única parece destinada a consolidarse, reduciendo el espacio para el debate interno y el contrapeso.
Conclusión: Más que una crítica, un legado de advertencia
El discurso de Caroline Crenshaw en el Brookings Institution funciona como su testamento regulatorio. Fue, en superficie, una crítica mordaz a la especulación desenfrenada que, en su opinión, caracteriza a gran parte del mercado cripto, donde los mercados “parecen casinos”. Pero en un nivel más profundo, fue una advertencia solemne sobre los peligros de desmantelar, aunque sea de forma parcial o excepcional, las protecciones fundamentales del mercado de valores en nombre de la innovación y la agilidad.
La pregunta central para 2025 y los años siguientes es si se confirmarán los temores de Crenshaw sobre un marco regulatorio laxo que genere inestabilidad y contagio, o si la visión de comisionados como Hester Peirce y Paul Atkins logrará encontrar un equilibrio que fomente la innovación tecnológica sin sacrificar la estabilidad y la protección del inversor a largo plazo. Su partida marca, casi con certeza, el final de una era de debate bipartidista intenso dentro de la SEC sobre este tema. El futuro inmediato de la regulación cripto en Estados Unidos se escribirá, por primera vez en años, bajo el dominio claro de una sola visión política.
¿Crees que las críticas de Crenshaw a la especulación en cripto son justas? ¿O consideras que la regulación debe ser más flexible para no ahogar la innovación? Comparte tu opinión en los comentarios.













