China Acusa a EE.UU. de Participar en el Mayor Hackeo de Bitcoin: Análisis de la Incautación de 127,271 BTC

En el complejo mundo de las criptomonedas, pocos casos han generado tanta controversia geopolítica como el hackeo al pool de minería LuBian. Lo que comenzó como el mayor robo de Bitcoin registrado —127,272 BTC valorados en aproximadamente $14,500 millones en 2025— ha evolucionado hacia una disputa internacional que enfrenta a dos superpotencias tecnológicas. Las recientes acusaciones de China contra Estados Unidos han añadido una capa de complejidad que trasciende lo financiero para adentrarse en el terreno de la ciberseguridad global.

Claves del Informe de la Agencia Cibernética China Sobre el Hackeo de LuBian

El incidente se remonta a diciembre de 2020, aunque solo salió a la luz pública en agosto de 2024 gracias a investigaciones de la plataforma Arkham. La víctima: LuBian, otrora uno de los pools de minería más importantes de China, vinculado al Prince Group del empresario Chen Zhi. Durante casi cuatro años, los 127,272 BTC permanecieron inactivos en direcciones blockchain, un comportamiento atípico para hackeos convencionales que llamó la atención de analistas.

La Agencia Cibernética China (CVERC) publicó un informe detallado señalando inconsistencias en el caso. Destacó que los fondos fueron transferidos masivamente el 5 de julio de 2024 —120,576 BTC movidos desde la dirección del «Hacker de LuBian.com» a una etiquetada como «Gobierno de EE.UU.: Fondos Incautados de Chen Zhi». Para el CVERC, esta precisión operativa sugiere la participación de «una organización de hacking estatal», descartando la teoría de un ataque criminal común.

¿Cómo Obtuvo EE.UU. los Bitcoins Robados? Las Incógnitas del Caso

En octubre de 2024, el Departamento de Justicia estadounidense presentó una demanda civil de decomiso contra Chen Zhi, describiéndola como la «mayor acción de decomiso en la historia del DOJ». Sin embargo, la declaración oficial omitió un detalle crucial: cómo accedieron a las claves privadas de las direcciones blockchain donde se almacenaban los BTC.

El informe chino critica esta falta de transparencia, argumentando que si EE.UU. obtuvo control sobre los fondos en julio —meses antes de la demanda—, debería explicar los métodos utilizados. Blockchain registra que el hacker ignoró repetidas solicitudes de devolución del Prince Group, incluyendo transacciones de aproximadamente $23 con mensajes embedidos. Esta pasividad, según el CVERC, refuerza la hipótesis de una operación orquestada.

El Rol de Chen Zhi y el Prince Group en el Mayor Robo de Criptomonedas

Chen Zhi, fundador del Prince Group, se encuentra en el centro de la tormenta. Mientras EE.UU. lo señala como responsable de las actividades detrás de LuBian, las autoridades chinas han evitado imputaciones directas contra él. Los datos de Arkham muestran que las direcciones asociadas a su grupo intentaron negociar con el hacker antes de la incautación estadounidense, sin éxito.

La magnitud del robo —equivalente al 39% de las tenencias totales de Bitcoin asociadas al gobierno estadounidense— transforma este caso en un precedente crítico. Las 326,500 BTC bajo custodia gubernamental en EE.UU., valoradas en ~$34,200 millones en 2025, ahora incluyen en gran parte los fondos de LuBian.

Implicaciones Geopolíticas: La Batalla Cripto Entre China y EE.UU.

El caso LuBian coincide con un momento de tensión tecnológica entre ambas potencias. En noviembre de 2024, Donald Trump declaró que «EE.UU. está muy por delante de China en adopción de criptomonedas», un mensaje que Beijing parece haber contestado mediante el informe del CVERC.

Las acusaciones chinas no son meramente técnicas; tienen implicaciones diplomáticas. Al sugerir que agencias estadounidenses pudieron participar en el hackeo original, China cuestiona los límites de la ciberguerra en la era de las criptomonedas. Este caso refleja cómo los activos digitales se han convertido en un nuevo campo de batalla geopolítico.

Reflexiones Finales: Criptomonedas en la Encrucijada Geopolítica

El caso LuBian evidencia la frágil intersección entre criptomonedas, seguridad nacional y relaciones internacionales. Mientras China alega participación estadounidense en el hackeo basándose en análisis técnicos, EE.UU. mantiene los fondos incautados sin explicaciones detalladas.

Para el ecosistema cripto, este episodio plantea preguntas incómodas: ¿Cómo deben actuar los gobiernos ante fondos robados en blockchain? ¿Qué nivel de transparencia es exigible en estas incautaciones? Las respuestas definirán no solo el futuro de la regulación, sino también los límites de la cooperación internacional contra el cibercrimen.

Lo que comenzó como un robo masivo de Bitcoin se ha convertido en un símbolo de las nuevas tensiones globales, donde las cadenas de bloques son tanto instrumentos financieros como herramientas de poder geopolítico.