China Reafirma su Prohibición Total de Criptomonedas: El PBOC Anuncia una Nueva Ofensiva para 2025
La postura de China frente a las criptomonedas nunca ha sido ambigua. Desde la histórica prohibición de 2021, el ecosistema digital especulativo ha operado en un espacio que las autoridades consideran que está ganando demasiada visibilidad. En una movida que subraya su determinación, el Banco Popular de China (PBOC), junto con otras doce agencias regulatorias, se reunió a principios de 2025 para reafirmar y fortalecer el veto absoluto. La declaración oficial fue contundente: la especulación con monedas virtuales ha resurgido y debe ser contenida. Este anuncio no solo recalca la prohibición general, sino que pone un foco específico en un objetivo prioritario: los stablecoins, identificados como un vector de riesgo para la estabilidad financiera del país.
El PBOC Deja Clara su Postura: Las Criptomonedas son «Actividades Financieras Ilegales»
La reunión interagencial, que incluyó a reguladores de valores, bancarios y de ciberseguridad, tuvo un mensaje unificado. Las autoridades eliminaron cualquier ambigüedad sobre el estatus legal de los activos digitales en el territorio continental. Citando el comunicado oficial, se reiteró que «las monedas virtuales no tienen el mismo estatus legal que las monedas fiduciarias», carecen de estatus de moneda de curso legal y, por tanto, no deben ni pueden ser utilizadas como medio de pago en el mercado. Esta retórica, consistente desde 2021, se enmarca en las razones habituales: el control estricto del riesgo sistémico, la protección de los ahorros de los ciudadanos y la preservación del orden económico y financiero nacional. El mensaje de 2025 no es el de una nueva ley, sino un recordatorio potente y un compromiso renovado para aplicar con mayor firmeza y coordinación una prohibición que, en la práctica, nunca se levantó.
¿Por qué los Stablecoins son la Mayor Preocupación para China en 2025?
Si la prohibición general era esperada, el énfasis explícito en los stablecoins como Tether (USDT) o USD Coin marca la nueva frontera de la batalla regulatoria china. El PBOC argumenta que estas criptomonedas vinculadas a reservas fiduciarias son, en esencia, «una forma de moneda virtual» y, por tanto, caen bajo el mismo paraguas de ilegalidad. Sin embargo, la preocupación central va más allá: las autoridades sostienen que los stablecoins no cumplen efectivamente con los requisitos de identificación de clientes (KYC) y lucha contra el lavado de dinero (AML) que exige la ley china. Este déficit percibido los convierte, a ojos de los reguladores, en instrumentos de alto riesgo para facilitar el lavado de activos, los fraudes y, de manera crítica, las transferencias transfronterizas ilegales que evaden los controles de capital. Esta focalización no es espontánea; ya en agosto de 2024, los reguladores habían ordenado cancelar seminarios promocionales y promover investigaciones sobre estas monedas estables, una señal que el anuncio de 2025 convierte en política activa.
Coordinación Interagencial: Así Rastreará China a los Usuarios de Cripto
La novedad del reciente anuncio no radica solo en el «qué», sino en el «cómo». El PBOC prometió «persistir en la represión de las actividades financieras ilegales», y las 13 agencias se comprometieron a «profundizar la coordinación y cooperación». Esto se traduce en un plan operativo concreto: fortalecer el intercambio de información en tiempo real entre organismos y mejorar sustancialmente las capacidades de monitoreo y rastreo de transacciones. En la práctica, esto significa una vigilancia más sofisticada. Las autoridades buscarán identificar no solo a las plataformas de intercambio que operen de manera encubierta, sino también a los usuarios individuales, los mineros y cualquier entidad, nacional o internacional, que facilite servicios a ciudadanos chinos. El mensaje es que la supervisión será más inteligente y omnipresente.
La Paradoja China: Líder en Minería de Bitcoin Pese a la Prohibición
Este escenario de prohibición total choca frontalmente con una realidad persistente y paradójica. Según un reporte de Reuters, a finales de octubre de 2024, China mantenía la tercera mayor participación global en la minería de Bitcoin, con aproximadamente un 14% del hashrate mundial. Esto ocurre tres años después de la expulsión formal de los mineros. La explicación reside en operaciones clandestinas a pequeña y mediana escala, que aprovechan el exceso de energía renovable en regiones remotas. Esta contradicción ilustra la complejidad de erradicar por completo una actividad con incentivos económicos tan potentes.
El contraste se hace aún más evidente al mirar a Hong Kong. Mientras el continente reafirma su veto, la Región Administrativa Especial, bajo el principio de «un país, dos sistemas», abrió en julio de 2024 un proceso para otorgar licencias a emisores de stablecoins. No obstante, este experimento regulatorio parece tener límites claros. Informes indican que algunas grandes empresas tecnológicas continentales suspendieron sus planes de lanzar servicios de criptomonedas en Hong Kong tras una presunta intervención discreta de reguladores de Beijing. La soberanía financiera y la estabilidad son líneas rojas que el «dos sistemas» no parece poder traspasar.
Impacto Más Allá de sus Fronteras: Qué Significa la Postura China para las Cripto en 2025
La reafirmación china tiene un impacto que trasciende sus fronteras. Simbólicamente, la postura dura del que fue el mayor mercado potencial del mundo mantiene una presión regulatoria global y sirve como recordatorio de los riesgos que los estados perciben. A nivel de mercado, podría generar volatilidad, especialmente para los stablecoins señalados, y reforzar una narrativa de riesgo geopolítico. Esta ofensiva se enmarca en una tendencia regulatoria global más estricta, como se ve en la reciente ofensiva contra el lavado de dinero con cripto en Corea del Sur. El futuro inmediato apunta a una carrera de sofisticación: por un lado, los usuarios y operadores buscarán métodos más discretos (transacciones P2P, uso de VPNs); por el otro, el estado desplegará herramientas más avanzadas de análisis de datos e inteligencia financiera para detectarlos.
Un Muro que se Mantiene Firme
Para 2025, China ha dejado claro que su muro contra las criptomonedas especulativas no solo sigue en pie, sino que se está reforzando con nuevos contrafuertes. La prohibición general se reafirma, los stablecoins se convierten en el blanco prioritario y una coordinación interagencial sin precedentes promete una aplicación más severa. El país prioriza, sin titubeos, el control financiero y la estabilidad económica sobre la innovación financiera descentralizada. La paradoja de su minería clandestina y el experimento controlado de Hong Kong son matices en una política que, en esencia, es de una claridad meridiana. Mientras el mundo debate marcos regulatorios, China cierra la puerta con llave. La pregunta que queda flotando es si esta energía enfocada en la prohibición se redirigirá, finalmente, hacia la única blockchain que el Estado aprueba sin reservas: la que sustenta el yuan digital.















