Corea del Sur Propone un Lanzamiento Gradual de Stablecoins: ¿Por qué los Bancos Deben Liderar?
Introducción
Los stablecoins, criptomonedas respaldadas por activos estables como monedas fiduciarias, han ganado relevancia en el ecosistema financiero global por su capacidad de reducir la volatilidad típica de las criptodivisas. Sin embargo, su adopción no está exenta de riesgos, especialmente en mercados con regulaciones estrictas como Corea del Sur.
El Banco de Corea (BOK) ha adoptado una postura cautelosa, sugiriendo que los bancos comerciales regulados sean los primeros en emitir stablecoins vinculados al won. Esta propuesta, liderada por el gobernador Ryoo Sangdai, busca equilibrar la innovación con la estabilidad financiera.
El Enfoque del Banco de Corea: Bancos como Emisores Primarios
Ryoo Sangdai ha argumentado que los bancos tradicionales deberían tener prioridad en la emisión de stablecoins para garantizar un marco seguro y regulado. Según sus declaraciones: «Sería deseable permitir inicialmente la emisión de stablecoins a través de bancos… y expandirlo gradualmente al sector no bancario.»
Este enfoque busca mitigar riesgos como la falta de transparencia en las reservas y posibles fraudes, problemas que han afectado a emisores privados en otras jurisdicciones. Además, al involucrar a entidades financieras reguladas, el BOK espera mantener el control sobre la liquidez y la política monetaria.
Preocupaciones del BOK sobre los Stablecoins
El banco central ha identificado varios desafíos asociados a la adopción masiva de stablecoins:
- Fugas de capital: La circulación de stablecoins podría afectar la estabilidad del won y dificultar el control cambiario.
- Internacionalización del won: Si los stablecoins ganan más adopción que la moneda local, podría debilitarse su influencia en el comercio global.
El gobernador Rhee Chang-yong también ha expresado preocupaciones sobre la gestión de reservas en divisas, especialmente si los emisores privados no cumplen con estándares rigurosos.
El Marco Legal: La Ley Básica de Activos Digitales
En junio de 2024, el Partido Demócrata de Corea del Sur propuso una legislación que permitiría a empresas con un capital mínimo de $368,000 emitir stablecoins. Sin embargo, el BOK ha mantenido una postura más conservadora, insistiendo en que los bancos deben ser los primeros en operar en este espacio.
Esta discrepancia refleja un debate más amplio: ¿debe priorizarse la innovación financiera o la seguridad de los consumidores?
CBDC como Contrapeso a los Stablecoins
El BOK ve las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) como una alternativa más segura. Corea del Sur ya ha avanzado en pruebas piloto entre marzo y junio de 2024, explorando su uso en transacciones minoristas y pagos institucionales.
Ryoo Sangdai ha señalado que «el CBDC es una contramedida frente a los stablecoins», sugiriendo que podría ser la opción preferida si las regulaciones para stablecoins no se alinean con los intereses del banco central.
Tendencias Globales en Stablecoins
Mientras Corea del Sur avanza con cautela, otros países han adoptado posturas más flexibles:
- África: Visa y Yellow Card han impulsado el uso de stablecoins para pagos transfronterizos.
- Rusia y Emiratos Árabes Unidos: Desarrollan sus propios stablecoins soberanos.
¿Está Corea del Sur quedándose atrás? No necesariamente. Su enfoque gradual podría evitar crisis como el colapso de TerraUSD (UST), un stablecoin creado por una empresa surcoreana que generó pérdidas millonarias en 2022.
Conclusión: ¿Hacia Dónde Va Corea del Sur?
El BOK enfrenta un dilema: promover la innovación sin comprometer la estabilidad financiera. Su estrategia de permitir primero a los bancos emitir stablecoins parece un intento por equilibrar ambos objetivos.
En el futuro, podríamos ver dos escenarios:
- Adopción regulada: Si los bancos demuestran éxito, el mercado podría abrirse a emisores no bancarios.
- Mayor restricción: Si persisten los riesgos, el gobierno podría optar por impulsar el CBDC como alternativa principal.
Corea del Sur está escribiendo su propio manual sobre cómo integrar las criptomonedas en su sistema financiero. Su enfoque, aunque conservador, podría servir como modelo para otros países que buscan innovar sin descuidar la seguridad económica.