CoreWeave busca $2.000 millones: La apuesta por dominar la infraestructura de IA

En un movimiento financiero que ha captado la atención de los mercados de tecnología y capital, CoreWeave, un proveedor especializado en infraestructura para inteligencia artificial, anunció un plan para recaudar $2.000 millones de dólares mediante una oferta privada de notas convertibles. Esta decisión llega tras un año de intentos fallidos por adquirir Core Scientific, un gigante de la minería de Bitcoin, y en medio de una carrera global donde la capacidad de computación es el nuevo oro. Este artículo explora los detalles de esta ambiciosa oferta, traza la evolución de CoreWeave desde sus raíces en la criptominería y analiza lo que esta estrategia revela sobre la creciente convergencia entre la infraestructura energética, blockchain e inteligencia artificial.

El mecanismo: Notas Convertibles y «Capped Calls»

La oferta se centra en la emisión de notas convertibles senior, un instrumento de deuda que otorga a sus tenedores el derecho a convertirla en acciones ordinarias de la compañía en una fecha futura. Los detalles clave incluyen un monto base de $2.000 millones, con una opción para los suscriptores iniciales de comprar hasta $300 millones adicionales, y un vencimiento fijado para 2031. Según la empresa, los fondos se destinarán a «propósitos corporativos generales», pero una parte crítica se asignará a transacciones de «capped calls».

Estos «capped calls» son instrumentos financieros derivados que funcionan esencialmente como un seguro para los accionistas existentes. Su objetivo es limitar la dilución —la reducción del porcentaje de propiedad y potencialmente del valor de las acciones— en el caso de que las notas se conviertan en acciones. El mensaje subyacente es claro: CoreWeave busca capital masivo para financiar su crecimiento, pero está intentando hacerlo de una manera que minimice el impacto negativo para sus actuales inversionistas.

De Atlantic Crypto a Gigante de la IA: Una Reinvención Estratégica

La historia de CoreWeave es un testimonio de adaptación estratégica. Fundada en 2017 bajo el nombre Atlantic Crypto, la empresa comenzó su operación como una minera de Ethereum (ETH), utilizando granjas de GPUs (unidades de procesamiento gráfico). Sin embargo, el pivote crucial llegó en 2019. Ante la caída prolongada del mercado de criptomonedas, la compañía redirigió inteligentemente su infraestructura de GPU hacia servicios en la nube y computación de alto rendimiento.

Hoy, en 2025, CoreWeave se ha transformado por completo. Es un proveedor líder de infraestructura de IA, operando una red de más de 33 centros de datos diseñados específicamente para las intensivas cargas de trabajo del entrenamiento e inferencia de modelos de inteligencia artificial. Esta transición ilustra un puente natural entre ambos mundos: el mismo hardware (GPUs) y la búsqueda obsesiva por una energía eficiente y abundante son pilares fundamentales tanto para la criptominería de ayer como para la IA de hoy.

El Intento Fallido de $9.000 Millones por Core Scientific

La conexión de CoreWeave con el sector cripto se hizo más evidente con su audaz movimiento en 2024. La empresa hizo una oferta para adquirir Core Scientific, uno de los mayores mineros de Bitcoin (BTC) del mundo, por un monto que rondaba los $9.000 millones. La oferta, sin embargo, fue finalmente rechazada por los accionistas de Core Scientific a principios de 2025.

Mientras muchos especularon que esto señalaba un regreso de CoreWeave al negocio de la minería, la razón estratégica declarada era otra. El objetivo principal era asegurar acceso a aproximadamente 1.3 gigavatios de capacidad energética en los sitios de Core Scientific. Este episodio, que duró más de un año desde junio de 2024, revela una verdad fundamental para la era de la IA: la energía es un recurso tan crítico y estratégico como los propios chips. CoreWeave no buscaba minar Bitcoin, sino controlar su suministro de energía para expandir su negocio central.

¿Por qué cayeron las acciones? y ¿Qué sigue para CoreWeave?

La reacción del mercado al anuncio de la oferta de notas no fue inicialmente positiva. Las acciones de CoreWeave (CRWV) cayeron hasta un 9.2% tras la noticia. Esta es una reacción común: los inversores a menudo interpretan las emisiones de deuda convertible como una señal de que una empresa podría necesitar capital de una manera que, a pesar de los capped calls, podría ser dilutiva a largo plazo, ejerciendo presión sobre el precio de la acción a corto plazo.

La pregunta ahora es qué hará CoreWeave con este capital. ¿Los $2.000 millones se destinarán principalmente a construir más centros de datos, expandiéndose más allá de sus 33 instalaciones actuales? ¿Buscarán otras adquisiciones, quizás más pequeñas, para obtener infraestructura energética después del fracaso con Core Scientific? ¿Esta búsqueda insaciable de energía los llevará a reconsiderar acuerdos estratégicos o joint ventures con el sector de la minería cripto?

IA y Criptominería: La Batalla Común por los Recursos

El movimiento de CoreWeave no es un caso aislado, sino un síntoma de un fenómeno global más amplio. Tanto los grandes modelos de lenguaje de IA como la minería de proof-of-work, como la de Bitcoin, son actividades que consumen cantidades masivas de electricidad. Para ponerlo en perspectiva, se estima que la red Bitcoin consume anualmente entre 150 y 210 TWh (teravatios-hora), un consumo comparable al de países enteros como Sudáfrica o Tailandia, y que crece a un ritmo aproximado del 25% anual.

Esto señala una convergencia industrial inevitable. La oferta fallida por Core Scientific no fue una anomalía; es un precedente. Ya vemos a otras empresas, como TeraWulf, explorando activamente cómo pivotar su infraestructura entre la minería de criptomonedas y los servicios de computación para IA. En este nuevo panorama, la infraestructura energética —subestaciones, contratos de largo plazo, ubicaciones con energía barata y estable— se está convirtiendo en el activo más valioso y disputado.

Conclusión

CoreWeave está recaudando capital de forma sofisticada, utilizando notas convertibles y capped calls, para escalar en el lucrativo y competitivo mercado de la infraestructura de IA, intentando proteger en lo posible a sus accionistas. Su historia, desde Atlantic Crypto hasta su actual posición, junto con su fallida adquisición de Core Scientific, demuestra que su estrategia de crecimiento está profundamente ligada a un recurso que también define el futuro de las criptomonedas: la energía.

La oferta de $2.000 millones es más que un titular financiero; es un capítulo significativo en una historia mayor. Es la historia de cómo la infraestructura física y el know-how de la era blockchain se están reconvirtiendo, reutilizando y financiando masivamente para alimentar la próxima ola tecnológica: la inteligencia artificial. Esto nos lleva a una reflexión final: ¿presenciaremos más fusiones y adquisiciones entre empresas de IA y mineras cripto? ¿Se convertirá la capacidad energética global en el cuello de botella definitivo para el avance de ambas industrias?

¿Crees que la IA y la criptominería terminarán compitiendo o colaborando por la energía? Comenta abajo.