Divine Research: 30.000 Préstamos Cripto sin Garantía con World ID de Sam Altman – ¿Revolución o Riesgo?
El panorama de las microfinanzas globales está experimentando una transformación radical. En 2025, los préstamos en criptomonedas resurgen con fuerza, impulsados por modelos innovadores que prometen inclusión financiera sin precedentes. En el centro de esta disrupción se encuentra Divine Research, una startup que desde diciembre de 2024 ha emitido más de 30.000 préstamos en USDC sin exigir garantías físicas. Su herramienta clave: el sistema de verificación biométrica World ID, desarrollado por Sam Altman. Como afirma su fundador Diego Estévez, se trata de «microfinanzas con esteroides». Pero, ¿realmente supera los riesgos que hundieron al sector en 2022?
Innovación en Microfinanzas: Créditos Globales sin Garantías
Divine Research apuesta por un modelo radicalmente inclusivo. Mediante escaneo de iris con World ID –vinculado a tecnología de OpenAI/Worldcoin– verifica la identidad única de prestatarios, eliminando fraudes y cuentas múltiples. Esto permite ofrecer montos reducidos (inferiores a $1.000 en USDC) a plazos cortos a personas históricamente excluidas: desde docentes en Kenia hasta comerciantes informales en Filipinas. Su filosofía se basa en que cualquier persona con acceso a internet merece oportunidades crediticias. World ID funciona así como pasaporte financiero para la población no bancarizada fuera de Estados Unidos.
World ID: La Columna Vertebral Biométrica
La tecnología biométrica no es solo una barrera antifraude; es el sustento del modelo. Al garantizar que cada préstamo corresponde a una identidad humana única, Divine intenta mitigar los riesgos de la ausencia de garantías. Este sistema, respaldado por la infraestructura de Worldcoin, permite distribución global sin sucursales físicas. Sin embargo, la dependencia total de un identificador digital plantea interrogantes sobre privacidad de datos y vulnerabilidades técnicas.
Altas Tasas y Morosidad: El Dilema Económico
La inclusión conlleva costos elevados y riesgos significativos. Los préstamos de Divine tienen tasas de interés anuales entre 20% y 30%. Más preocupante es su tasa de morosidad inicial del 40% en el primer crédito. ¿Cómo se sostiene este modelo? El mecanismo combina dos elementos:
- Las altas tasas a prestatarios cumplidores cubren pérdidas por impagos.
- Se recupera valor parcial mediante tokens World distribuidos a prestatarios, que Divine reclama en caso de incumplimiento.
A pesar de la morosidad, Diego Estévez defiende la rentabilidad para proveedores de liquidez: «Cualquier persona puede aportar capital. El sistema genera ganancias netas incluso con impagos». Un cálculo donde el volumen compensa el riesgo individual.
Ecosistema Crypto-Lending 2025: Innovación vs. Lecciones Pasadas
Divine no opera en solitario. El espacio DeFi en 2025 presenta competidores con enfoques distintos:
- 3Jane: Recaudó $5.2 millones de Paradigm. Ofrece líneas de crédito sin garantía en Ethereum con verificación de ingresos tradicional. Usa IA para automatizar cobros y vende deudas impagadas a agencias especializadas.
- Wildcat: Dirigida por Evgeny Gaevoy, se especializa en préstamos subcolateralizados para market makers. Su innovación es un mecanismo de recuperación de impagos basado en coordinación activa entre prestamistas.
Este renacimiento ocurre en un contexto político más favorable, con figuras como Donald Trump mostrando apoyo público al sector.
JPMorgan y TradFi: ¿Rivalidad o Reconocimiento?
El interés institucional regresa con fuerza. JPMorgan Chase explora activamente préstamos respaldados por Bitcoin y ETH, un movimiento interpretado como validación para el crypto-lending. No obstante, este resurgimiento no puede ignorar las crisis pasadas. En 2022, gigantes como Celsius y Genesis quebraron estrepitosamente. Alex Mashinsky (fundador de Celsius) fue condenado a 12 años por fraude, mientras Genesis resolvió una demanda de $2 mil millones. Sombras que persisten sobre la euforia actual.
Conclusión: ¿Sostenibilidad o Espejismo?
Divine Research encarna la promesa máxima de las criptofinanzas: democratizar el crédito globalmente, sin bancos ni fronteras. Su uso de World ID es ingenioso para reducir riesgos de identidad. Pero el modelo se sostiene sobre pilares cuestionables: tasas elevadas para población vulnerable y una morosidad inicial del 40% que refleja alto riesgo sistémico. Los vacíos regulatorios en préstamos sin garantía son significativos, y las dudas sobre protección al consumidor, legítimas.
El apoyo institucional (JPMorgan) y el capital de riesgo (caso 3Jane) sugieren que el crypto-lending ha madurado técnicamente desde 2022. Sin embargo, la pregunta crucial permanece: ¿Es este el camino hacia una inclusión financiera genuina y sostenible, o solo un déjà vu de prácticas insostenibles disfrazadas de innovación? La respuesta dependerá de si la industria prioriza solidez sobre expansión agresiva, y de si los reguladores protegen usuarios sin sofocar el potencial transformador. La revolución de las microfinanzas con esteroides avanza, pero su sostenibilidad sigue en duda.