El Banco de Inglaterra vs. las Stablecoins: La Batalla por el Futuro de las Finanzas Digitales en 2025

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El Banco de Inglaterra vs. las Stablecoins: La Batalla por el Futuro de las Finanzas Digitales en 2025

En el panorama financiero global de 2025, las stablecoins han dejado de ser un experimento marginal para convertirse en pilares del ecosistema cripto y una promesa para los pagos transfronterizos. Su crecimiento, sin embargo, ha encendido las alarmas de los reguladores, que buscan encauzar su potencial sin comprometer la estabilidad del sistema. En este contexto, la propuesta del Banco de Inglaterra (BoE) de imponer límites individuales a la tenencia de estos activos ha generado una significativa oposición por parte de la industria en el Reino Unido. Este enfrentamiento no es una mera disputa técnica; es un debate crucial que definirá el futuro financiero del país y su competitividad en la escena internacional.

¿En Qué Consiste el Plan del Banco de Inglaterra para las Stablecoins?

La polémica se remonta a un documento de debate publicado por el BoE en noviembre de 2023. En él, el banco central británico esbozaba su visión para un régimen regulatorio de las stablecoins, sugiriendo la imposición de unos «techos» o límites máximos de tenencia por persona. Los rangos sugeridos oscilaban entre las 10.000 y las 20.000 libras esterlinas, e incluso se solicitaba opinión sobre un umbral potencialmente más restrictivo de apenas 5.000 libras.

Este enfoque no surge de la nada: se enmarca en la reflexión más amplia sobre el posible lanzamiento de una libra digital (una CBDC) y el rol que las stablecoins privadas, denominadas en libras, podrían jugar, ya sea complementándola o compitiendo con ella.

Críticas de la Industria: Coste, Implementación y Competitividad

La respuesta de los principales grupos de la industria no se hizo esperar, y fue unánimemente crítica. Los argumentos en contra se centran en tres frentes principales.

Implementación Impráctica y de Alto Coste

Simon Jennings, de la Asociación de Criptomonedas y Criptodivisas del Reino Unido (UKCBC), fue contundente al afirmar que «los límites simplemente no funcionan en la práctica». La razón es técnica pero fundamental: los emisores de stablecoins carecen de la visibilidad en tiempo real sobre quién posee sus tokens en cada momento. Establecer un sistema de control que impida superar estos topes requeriría una infraestructura nueva, extremadamente compleja y de un coste prohibitivo.

Aislamiento y Pérdida de Competitividad

Tom Duff Gordon, de Coinbase, destacó que «ninguna otra jurisdicción importante ha considerado necesario imponer límites». La industria argumenta que, de avanzar esta propuesta, el Reino Unido se quedaría rezagado frente a centros financieros como la Unión Europea —con su marco MiCA—, Estados Unidos o Asia, que están adoptando enfoques más abiertos. Esto podría truncar iniciativas prometedoras, como el proyecto de «corredor transatlántico de pagos» con stablecoins que el UKCBC pretende establecer.

Impacto Negativo para Ahorradores y la Libra Esterlina

Limitar la posesión de stablecoins restringiría las opciones de los ciudadanos y, al obstaculizar la innovación en productos financieros digitales basados en la libra, podría debilitar la posición internacional de la divisa británica.

¿Por Qué Teme el Banco de Inglaterra? Los Riesgos de las Stablecoins

No obstante, la postura del regulador no carece de fundamento y responde a preocupaciones legítimas de estabilidad financiera. El Comité de Política Financiera del Reino Unido ya advirtió en abril de 2024 sobre el riesgo de «sustitución de moneda».

Su temor es que el uso generalizado de stablecoins denominadas en divisas extranjeras, como el USDT o el USDC, podría hacer que economías como la británica se volvieran vulnerables a una suerte de dolarización, un argumento que ha sido respaldado por advertencias similares de Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo.

Además, existe el fantasma de posibles «corridas bancarias» y una competencia desleal. Los bancos tradicionales temen que si las stablecoins pueden ofrecer intereses atractivos a sus tenedores, podrían desencadenar salidas masivas de depósitos bancarios, desestabilizando el sistema crediticio convencional. El colapso de una stablecoin importante, por su parte, podría generar un pánico sistémico de consecuencias imprevisibles.

La Solución Según la Industria: Innovación, No Limitación

Frente al enfoque restrictivo del BoE, la industria propone una alternativa: competir en lugar de limitar. La visión del sector es que la regulación debe fomentar la innovación, no estrangularla. Matt Hougan, de Bitwise, lo resumió con una lógica de mercado: «Si los bancos locales están preocupados por la competencia de las stablecoins, deberían pagar más intereses por los depósitos».

La contrapropuesta es clara: en vez de imponer topes artificiales, se debería permitir que la tecnología y el mercado evolucionen de forma segura, pero libre. Los bancos tradicionales, lejos de pedir protección regulatoria, deberían innovar y mejorar sus servicios para no quedarse atrás. Esta postura encuentra eco en las declaraciones de figuras como el exministro de Economía George Osborne, quien ha alertado de que el Reino Unido se está quedando atrás en la carrera global por los activos digitales.

Conclusión: El Futuro de las Finanzas Digitales en la Balanza

El debate sobre los límites a las stablecoins coloca al Reino Unido en una encrucijada financiera en 2025. De un lado, el Banco de Inglaterra busca cumplir con su mandato de garantizar la estabilidad, protegiendo al sistema de riesgos nuevos y poco conocidos. Del otro, una industria pujante argumenta que un exceso de celo regulatorio ahogará la innovación, alejará inversiones y aislará al país en un momento clave de transformación digital.

La decisión que finalmente se tome sentará un precedente crucial. ¿Encontrarán los reguladores británicos el punto de equilibrio? ¿Lograrán diseñar un marco que proteja sin asfixiar, que supervise sin aislar? Este pulso técnico es, en realidad, un microcosmos de un desafío global: cómo integrar la promesa de la tecnología financiera descentralizada en un sistema tradicional que debe evolucionar para no quedarse obsoleto. El resultado de esta batalla definirá el rol del Reino Unido en el futuro de las finanzas.

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