El Modelo de Tesorería Cripto en la Mira: Por Qué Hong Kong, India y Australia Dicen «No»
Hace apenas unos años, las empresas tesoro de criptoactivos (DATs) eran aclamadas como la vanguardia de la adopción financiera digital, un puente innovador entre los mercados tradicionales y el universo de las criptomonedas. Estas compañías, que cotizan en bolsa y destinan su tesorería principalmente a la acumulación de activos digitales como Bitcoin, prometían a los inversores exposición regulada a este volátil mercado. Sin embargo, en 2025, el panorama ha dado un giro radical.
Un frente común de las principales bolsas de valores asiáticas está bloqueando activamente este modelo, citando preocupaciones sobre la solidez empresarial y la integridad del mercado, mientras Japón se mantiene como una excepción notable pero amenazada.
El Frente Común: Restricciones en Hong Kong, India y Australia
La ofensiva regulatoria contra las DATs es clara y se está ejecutando en algunos de los centros financieros más importantes de Asia.
Hong Kong Exchanges & Clearing (HKEX)
El HKEX ha sido uno de los más contundentes, rechazando al menos cinco solicitudes de empresas que buscaban convertirse en DATs. La justificación oficial se basa en sus estrictas normas contra las «cash companies» o «empresas de efectivo». Estas regulaciones están diseñadas para evitar que entidades con operaciones comerciales insignificantes, que mantienen principalmente activos líquidos, utilicen la bolsa como un mero vehículo.
Para los reguladores, una DAT se asemeja peligrosamente a este modelo, priorizando la tenencia especulativa de criptoactivos sobre la generación de valor a través de un negocio productivo y tangible.
Bombay Stock Exchange (BSE), India
Al otro lado del continente, la Bolsa de Bombay (BSE) actuó el mes pasado al rechazar una solicitud de cotización poco después de que la empresa en cuestión anunciara sus planes de invertir sus fondos en criptomonedas. Aunque el motivo no se explicitó con detalle, la acción envía un mensaje inequívoco: India no está dispuesta a que sus empresas listadas se transformen en vehículos de inversión pura en activos considerados demasiado volátiles y especulativos.
Esta postura se alinea con la cautelosa visión general del país hacia el ecosistema cripto.
Australian Securities Exchange (ASX)
La Bolsa de Valores de Australia (ASX) ha implementado una barrera estructural. Su normativa prohíbe expresamente a las empresas listadas mantener más de la mitad de sus balances en activos similares al efectivo, categoría en la que ahora incluyen a las criptomonedas.
Un portavoz de la ASX lo dejó claro: esta regla «hace que los modelos DAT sean esencialmente imposibles». En lugar de ello, la bolsa australiana sugiere un camino alternativo y más regulado: los fondos cotizados (ETFs), canalizando así la demanda de los inversores hacia productos financieros tradicionales y supervisados.
La Excepción que Confirma la Regla: El Caso de Japón
Frente a esta tendencia restrictiva, Japón emerge como el refugio asiático para las DATs. Las bolsas japonesas mantienen sus puertas abiertas a estas empresas, siempre que operen con «la debida divulgación» y transparencia para los inversores.
Esta permisividad relativa ha permitido que el país albergue a 14 compradores de Bitcoin cotizados, la mayor concentración en Asia. Un ejemplo destacado es Metaplanet, que se ha convertido en la cuarta DAT de Bitcoin más grande del mundo.
No obstante, incluso este santuario enfrenta nubes en el horizonte. MSCI, el gigante global de índices bursátiles, ha propuesto excluir de sus influyentes índices a las DATs grandes cuyas tenencias en cripto superen el 50% de su cartera.
De implementarse, esta medida podría aislar a estas empresas de los enormes flujos de capital de la inversión pasiva, que replica estos índices, lo que supondría un golpe devastador para su liquidez y valoración.
Las Razones de Fondo: Más Allá de la Regulación
Las acciones de las bolsas no responden solo a un capricho regulatorio, sino a preocupaciones profundas sobre la salud y la transparencia de los mercados de capitales.
La Venta del «Estatus de Empresa Cotizada»
Existe un temor fundado de que algunas de estas empresas no estén interesadas en construir un negocio legítimo, sino en «vender» su estatus de compañía pública. Una empresa listada goza de una credibilidad y un acceso a capital que puede ser aprovechado para operaciones opacas o para atraer inversores con una falsa apariencia de solidez, sin una actividad económica real que la respalde.
El Fantasma de las «Empresas Fantasma»
Un portafolio compuesto casi en su totalidad por criptoactivos líquidos hace que una DAT se asemeje peligrosamente a una «shell company» o empresa fantasma. Estas estructuras son notoriamente difíciles de supervisar y pueden ser utilizadas como vehículos para el lavado de capitales, la evasión fiscal o otras actividades ilícitas.
Los reguladores buscan, en última instancia, proteger la integridad del mercado y a los inversores minoristas, promoviendo que las empresas listadas tengan operaciones reales y generen valor económico a largo plazo.
El Modelo DAT en 2025: ¿Burbuja Reventada?
El contexto de mercado en 2025 no hace más que reforzar las dudas sobre el modelo DAT. Las acciones de estas empresas han estado cayendo de forma sostenida durante los últimos tres meses, y muchas cotizan por debajo de su Valor Neto de Activo (NAV), una señal clara de pesimismo por parte de los inversores.
Los analistas son contundentes. Desde 10x Research señalan que «la era de la magia financiera está terminando para las empresas tesoro de Bitcoin», un comentario que acompaña la observación del desplome en el precio de acciones como las de Metaplanet.
Por su parte, Tom Lee de BitMine ha insinuado que la burbuja de las DATs podría haber estallado definitivamente. Esta corrección se enmarca en un mercado cripto más amplio que atraviesa un período de desinflado, revelando que el modelo DAT es particularmente vulnerable cuando el sentimiento de los inversores se vuelve adverso.
Conclusión
El mensaje desde las bolsas de Hong Kong, India y Australia es inequívoco: el modelo de empresa tesoro de criptoactivos, tal como se concibió, enfrenta serios obstáculos para su supervivencia en los mercados regulados tradicionales.
Mientras Japón sostiene una postura más abierta, la amenaza de exclusión por parte de indexadores como MSCI pone en jaque su futuro incluso allí. Este fenómeno plantea una reflexión crucial: ¿estamos ante la maduración de un mercado que prioriza los modelos de negocio sólidos sobre la especulación pura, canalizando la demanda hacia productos regulados como los ETFs?
Aunque algunos pronósticos aún vislumbran un futuro explosivo para las DATs en 2026, la realidad de 2025 es que su viabilidad como vehículo de inversión cotizado está seriamente cuestionada, marcando posiblemente el fin de una era de experimentación financiera sin cortapisas.