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Establecoins en el G7: Guía Completa de la Regulación en 2025

Durante años, el ecosistema de las criptomonedas ha estado dominado por un puñado de stablecoins vinculadas al dólar estadounidense, como USDT y USDC. Sin embargo, el año 2025 marca un punto de inflexión decisivo. Las principales economías del planeta, agrupadas en el G7, han dejado atrás la fase de observación para lanzarse de lleno a la carrera por regular y, por tanto, dar forma al futuro del dinero digital.

Esta ola regulatoria no surge en el vacío, sino que es una respuesta a una competencia geopolítica más amplia. El enfoque del G7 en stablecoins privadas pero supervisadas contrasta con el impulso de los BRICS hacia las monedas digitales de bancos centrales (CBDC). En este artículo, analizamos el estado de la regulación de las stablecoins en cada uno de los actores clave del G7.

El Panorama Global: ¿Por Qué el G7 Está Regulando las Stablecoins?

Una stablecoin es, en esencia, una criptomoneda diseñada para mantener un valor estable, típicamente vinculado a una moneda fiduciaria como el dólar o el euro. Su crecimiento exponencial y la abrumadora supremacía del dólar en este mercado han encendido las alarmas en los gobiernos.

La necesidad de proteger a los consumidores, garantizar la estabilidad financiera y no quedarse rezagados en la innovación son impulsores clave. Pero hay un factor más: la pugna geopolítica. Mientras las naciones del G7 apuestan por un modelo de stablecoins privadas bajo estrictos marcos legales, el bloque BRICS explora las CBDC como un instrumento potencial para desafiar la hegemonía del dólar. La batalla por el futuro del dinero está servida.

Análisis País por País del G7

Japón: El Pionero de la Regulación

Japón se consolidó como un líder regulatorio al modificar su Payment Services Act en junio de 2023. Su marco exige que la emisión de stablecoins se realice a través de bancos fiduciarios, bancos y entidades de transferencia de fondos debidamente autorizadas.

En 2025, el país se encuentra inmerso en una carrera por lanzar la primera stablecoin vinculada al yen. Un ejemplo concreto de esta adopción es JPYC, una de las primeras empresas en recibir aprobación, cuyo token ya puede utilizarse para pagar facturas de tarjetas de crédito a través de la fintech Nudge.

Estados Unidos: La Ley GENIUS y su Efecto Dominó

El panorama estadounidense cambió radicalmente con la firma de la Ley GENIUS por el Presidente Donald Trump el 18 de julio de 2025. Esta legislación se basa en varios pilares fundamentales:

  • Reservas de alta calidad en proporción 1:1.
  • Prohibición de pagar intereses a los tenedores.
  • Un sistema de supervisión dual, que permite licencias federales o estatales para emisores con activos inferiores a 10.000 millones de dólares.
  • Admisión de stablecoins extranjeras cuyos marcos regulatorios sean considerados «comparables».

El impacto fue inmediato. Tether anunció la creación de una nueva stablecoin, USAT, diseñada para cumplir con la ley, y comenzó la búsqueda de financiación. Actores tradicionales como Bank of America y Stripe, con su blockchain Tempo, han reaccionado posicionándose en este nuevo escenario. No obstante, surgen voces de cautela, como la de Amundi, que ha advertido sobre los riesgos de una posible sobre-expansión.

Unión Europea (MiCA): Un Mercado Unificado para las Stablecoins

La Unión Europea implementó su Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCA) en junio de 2024, estableciendo un estándar unificado para países como Italia, Alemania y Francia. MiCA distingue entre dos categorías principales: «Tokens referenciados a activos» y «Tokens de dinero electrónico«. Sus pilares incluyen:

  • Reservas 1:1 custodiadas en instituciones de crédito.
  • Límites al volumen de transacciones diarias para los emisores más grandes.
  • Exigentes requisitos de capital, autorización nacional y la publicación de white papers.

En 2025, las stablecoins no compatibles con MiCA, como USDT, enfrentan restricciones. Circle ha respondido impulsando su EURC. Ejemplos notables de adopción son el consorcio de nueve bancos —incluyendo ING y UniCredit— y las emisiones de Société Générale en blockchains como Ethereum y Solana. El gran desafío futuro será una aplicación consistente en los 27 estados miembro y la lucha por la relevancia de un euro estable.

Reino Unido: Entre Propuestas y Consultas

El Reino Unido avanza, pero con más cautela. Su marco propuesto otorga a la Financial Conduct Authority (FCA) la responsabilidad de regular la emisión y custodia, mientras que el Banco de Inglaterra supervisaría los sistemas considerados sistémicos.

En 2025, el proceso sigue en fase de consulta. Un punto de controversia lo genera la propuesta del Banco de Inglaterra de limitar las tenencias individuales, una idea que refleja el escepticismo de su gobernador, Andrew Bailey, quien ha manifestado su preferencia por los «depósitos tokenizados». Esta incertidumbre ha llevado a entidades como Standard Chartered a buscar licencias en otras jurisdicciones, como Hong Kong.

Canadá: Un Marco Fragmentado y un Futuro por Definir

Canadá es, por ahora, el gran rezagado del G7 en esta materia. No existe una ley federal dedicada a las stablecoins. Actualmente, estos activos son tratados como valores o derivados por los organismos de valores provinciales (CSA) cuando se negocian en plataformas.

Aunque la Ley de Actividades de Pago Minorista (RPAA) de 2024 otorgó nuevos poderes al Banco de Canadá, no cubre explícitamente a los emisores de stablecoins. La industria presiona para que se incluya en el marco de pagos, pero el país va a la zaga de sus socios.

Conclusión: Un Nuevo Escenario para el Dinero Digital

El panorama regulatorio del G7 forma un mosaico de distintos niveles de avance: Japón como pionero, Estados Unidos marcando el paso con una ley de impacto global, la Unión Europea construyendo un mercado unificado, y el Reino Unido y Canadá definiendo aún su rumbo.

Lo innegable es que la regulación está legitimando el sector y atrayendo a gigantes financieros tradicionales. La gran incógnita que persiste es si estas nuevas stablecoins nacionales lograrán, en el largo plazo, desafiar el dominio del dólar dentro del propio ecosistema cripto. Lo que es seguro es que la carrera por el dinero digital ya no es una teoría; es una realidad, y las stablecoins reguladas del G7 son una pieza central en este nuevo y complejo tablero geopolítico y financiero.

¿Qué te parecen estas nuevas regulaciones? Déjanos tu opinión en los comentarios.

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