Estudio FINRA 2025: ¿Por qué los inversores de EE.UU. se alejan de las criptomonedas?
La Financial Industry Regulatory Authority (FINRA), uno de los reguladores clave de la industria financiera en Estados Unidos, ha publicado un estudio que actúa como una radiografía fundamental del sentimiento del inversor en 2025. Los resultados revelan una paradoja intrigante: mientras la base de inversores en criptoactivos se ha mantenido estable, el interés por entrar o aumentar las posiciones en este mercado ha decaído notablemente.
Esto nos lleva a plantear una pregunta central: ¿estamos ante un simple enfriamiento temporal o frente a un cambio estructural en la estrategia y la psicología del inversor? Este análisis se contextualiza en un momento económico complejo, marcado por la incertidumbre en torno a las tasas de interés y la persistencia de presiones inflacionarias.
Los números de 2025: Base estable pero futuro incierto
Los hallazgos clave del estudio presentan una divergencia clara. Por un lado, el porcentaje de inversores estadounidenses que poseen criptomonedas se ha mantenido constante en un 27% entre 2021 y el periodo 2024/2025. Por otro, el porcentaje de aquellos que están considerando comprar criptoactivos, ya sea por primera vez o para aumentar su asignación, cayó del 33% en 2021 al 26% en 2024/2025.
Esta data sugiere que nos encontramos con una base consolidada de «hodlers», inversores que se aferran a sus activos, pero simultáneamente con una disminución significativa en la atracción de nuevos capitales hacia el ecosistema. La curva de crecimiento se ha aplanado.
El perfil del inversor en 2025: Más conservador
El factor decisivo que explica esta dinámica es un aumento generalizado en la aversión al riesgo. Los datos de FINRA son elocuentes: la proporción de inversores que se autodefinen con un «alto nivel de tolerancia al riesgo» cayó del 12% al 8%. La caída más pronunciada y reveladora se observó en los inversores menores de 35 años, donde este grupo pasó del 24% al 15%.
Este giro hacia el conservadurismo no es casual. Contrasta marcadamente con el entorno post-pandémico de 2021, caracterizado por estímulos fiscales masivos y un apetito elevado por activos de riesgo. En 2025, la narrativa ha cambiado hacia un escenario macroeconómico más austero, con tasas de interés potencialmente altas y temores de recesión, lo que impulsa a los inversores a buscar refugio en activos percibidos como más seguros. FINRA describe esta tendencia como un «movimiento modesto hacia actitudes y comportamientos más cautelosos».
Cripto: ¿Riesgo innecesario o herramienta imprescindible?
Aquí emerge una tensión fascinante entre la percepción y la necesidad. Por un lado, la percepción de riesgo asociada a las criptomonedas se ha intensificado: un 66% de los encuestados las considera una inversión riesgosa, frente al 58% en 2021. Por otro lado, un 33% de los inversores cree que necesita asumir grandes riesgos para alcanzar sus metas financieras. Este sentimiento se dispara al 50% entre los inversores menores de 35 años.
Este análisis revela una contradicción potente: aunque se percibe como más arriesgada, una parte importante de la base de inversores, especialmente los más jóvenes, aún considera que la criptografía es un camino necesario para lograr rendimientos significativos. Esta creencia puede ser el pegamento que mantiene estable esa base del 27%, a pesar del enfriamiento en el interés externo.
Se frena la entrada de nuevos inversores al mercado
Las cifras confirman un enfriamiento tangible en la expansión del mercado. Solo el 8% de los inversores encuestados declaró haber entrado al mercado de criptomonedas en los dos años previos a 2024/2025. Esta cifra representa una caída dramática frente al 21% que reportó lo mismo en 2021.
FINRA lo explica con una cita textual reveladora: «La oleada de inversores jóvenes que entraron al mercado al inicio de la pandemia… revirtió su dirección cuando la pandemia terminó, llevando la proporción de adultos estadounidenses menores de 35 que invierten de vuelta a los niveles de 2018». Este dato está íntimamente ligado al fin de los estímulos económicos excepcionales y a la normalización de las condiciones post-pandemia, que retiraron el combustible que alimentaba la especulación retail.
No solo cripto: El fenómeno de las inversiones virales en 2025
Este cambio de comportamiento no es exclusivo de las criptomonedas. El estudio señala que alrededor del 13% de los inversores ha comprado «meme stocks» o participado en inversiones virales. El desglose por edad es aún más interesante: casi un tercio de los individuos menores de 25 años reportó este comportamiento.
Esto indica que, si bien la aversión general al riesgo ha aumentado, un segmento específico y joven de inversores mantiene un apetito por activos altamente especulativos. La diferencia es que ahora pueden estar canalizando esa búsqueda de ganancias rápidas fuera del ecosistema cripto, diversificando sus apuestas especulativas hacia otros activos financieros virales.
¿Qué esperar para el mercado cripto después de 2025?
En resumen, el estudio de FINRA pinta un panorama de consolidación y maduración, no de abandono. Existe una base de inversores sólida y comprometida, pero el mercado ya no puede depender del flujo masivo y novato de capital que caracterizó años anteriores.
Mirando hacia adelante, el crecimiento futuro probablemente dependerá más de productos institucionales regulados, como los ETFs de Bitcoin y Ethereum, que puedan atraer a ese inversor más cauteloso que hoy se mantiene al margen. Paralelamente, el segmento joven, aunque más prudente, conserva la convicción de que asumir riesgos es una necesidad para su futuro financiero. Una mejora sostenida del entorno macroeconómico podría, por tanto, reactivar su interés con relativa rapidez.
El gran desafío para el mercado cripto en 2025 y más allá será convencer a un inversor radicalmente diferente: más informado, más escéptico y, sobre todo, más selectivo.
¿Coincides con los hallazgos del estudio? Cuéntanos tu estrategia de inversión para 2025 en los comentarios.
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