Ether toca su nivel más bajo desde julio: ¿Los futuros apuntan a un rebote hacia $3,200?
El precio de Ethereum (ETH) ha despertado preocupación entre los inversores al caer a $2,625, su nivel más bajo desde julio de 2024. Esta depreciación del 15% en apenas tres días, y del 47% desde el máximo histórico registrado el 24 de agosto del año pasado, ha generado ventas forzadas por valor de $460 millones en posiciones largas apalancadas. Sin embargo, los datos de futuros y derivados comienzan a sugerir que un rebote limitado hacia los $3,200 podría estar cerca. Analicemos los factores detrás de esta volatilidad y las señales que anticipan una posible recuperación.
Situación actual del precio de ETH
La caída acelerada entre el miércoles y el viernes ha colocado a Ether en una zona crítica no vista desde hace cuatro meses. Este movimiento bajista no solo refleja una falta de demanda inmediata por parte de los toros, sino que ha exacerbado las liquidaciones masivas. No obstante, varios analistas coinciden en que, dadas las condiciones técnicas actuales, un «rebote de alivio» hacia los $3,200 resulta cada vez más probable.
Datos de futuros y derivados: la clave del optimismo
Uno de los indicadores más reveladores, la tasa de financiación anualizada de los futuros perpetuos, se sitúa actualmente en el 6%, por encima del 4% observado la semana anterior. En condiciones normales de mercado, este indicador suele moverse entre el 6% y el 12%, lo que sugiere que, a pesar de la caída, el interés por mantener posiciones largas no ha desaparecido.
Adicionalmente, los grandes traders en plataformas como OKX han incrementado su exposición larga incluso cuando el precio se acercaba a $2,700. Este comportamiento, aunque contrario a la tendencia general, indica que los actores institucionales podrían estar acumulando ETH en anticipación de una reversión.
Factores macroeconómicos que afectan a ETH
El contexto macroeconómico actual no favorece a los activos de riesgo. Según la última encuesta de la Universidad de Michigan, el 69% de los consumidores espera un aumento del desempleo en 2025, lo que refleja un pesimismo generalizado en cuanto al costo de vida y los ingresos disponibles.
A esto se suma la notable debilidad en el mercado inmobiliario. El CEO de Home Depot confirmó una reducción significativa en proyectos discrecionales, mientras que la rotación de viviendas se encuentra en mínimos de cuatro décadas. Paralelamente, el índice del dólar (DXY) ha alcanzado máximos de seis meses, lo que evidencia una búsqueda de refugio en efectivo por parte de los inversores.
Salidas de los ETFs de Ethereum y su impacto
Los fondos cotizados en bolsa (ETF) spot de Ethereum han registrado nueve sesiones consecutivas de salidas netas, con un total de $1,330 millones retirados. Este fenómeno refleja una reducción en la exposición institucional a activos considerados de alto riesgo. Además, empresas que mantienen ETH en sus reservas, como BitMine Immersion (BMNR) y ShapeLink Gaming (SBET), cotizan con descuentos superiores al 16%, lo que indica una falta de confianza en una recuperación inmediata.
Señales positivas y perspectivas de recuperación
A pesar del panorama complejo, existen factores que podrían impulsar una mejora. Los sólidos resultados de Nvidia y las perspectivas positivas para fin de año han devuelto cierta estabilidad a los mercados tecnológicos. Asimismo, las declaraciones de John Williams, presidente de la Reserva Federal de Nueva York, acerca de posibles recortes en las tasas de interés han moderado parcialmente el pesimismo.
Desde el punto de vista técnico, el nivel de $2,650 ha emergido como un soporte clave, respaldado por la actividad acumulativa de ballenas y market makers. Para que un rebote se consolide, será esencial observar renovadas entradas en los ETFs de Ethereum y señales más claras de una política monetaria menos restrictiva por parte de la Fed.
Conclusión: ¿Hacia dónde se dirige ETH?
Ethereum enfrenta una presión bajista significativa, impulsada por las salidas de los ETFs y un entorno macroeconómico desfavorable. Sin embargo, los datos de futuros y el posicionamiento de los grandes traders sugieren que un repunte hacia $3,200 en las próximas semanas es plausible. La evolución de los flujos institucionales y los indicadores económicos serán determinantes para confirmar —o descartar— este escenario. Mientras tanto, los inversores deberán mantener una visión cautelosa, pero atentos a las oportunidades que surjan en niveles de soporte clave.













