Euro Digital: Claves del Retraso hasta 2029 y el Anuncio del BCE

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Euro Digital: Claves del Retraso hasta 2029 y el Anuncio del BCE

La Unión Europea tendrá que esperar más de lo previsto para contar con su propia moneda digital. Piero Cipollone, miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), ha declarado que el lanzamiento del euro digital no se producirá antes de mediados de 2029. Este anuncio, realizado en el evento Bloomberg Future of Finance en Fráncfort, supone un nuevo retraso para un proyecto que busca modernizar el sistema financiero europeo y que se viene gestando desde 2020. La pregunta inevitable es: ¿qué está causando esta demora?

La nueva fecha: Un horizonte más lejano para la CBDC europea

Durante su intervención, Cipollone fue claro al establecer el nuevo calendario: «Mediados de 2029 podría ser una estimación justa» para la puesta en circulación del euro digital. Esta declaración marca un horizonte temporal más realista, pero también más lejano, que las previsiones informales que se manejaban con anterioridad. El alto cargo del BCE subrayó que la institución mantiene discusiones activas con los estados miembros, pero el camino por recorrer es aún largo y complejo.

¿Qué está frenando el proyecto? El papel clave del Parlamento Europeo

El principal escollo, según el propio Cipollone, no es técnico, sino legislativo. El avance del proyecto depende críticamente de la creación de un marco legal sólido que lo sustente, un proceso que recae en el Parlamento Europeo.

La necesidad de un marco legal

Para que el BCE pueda proceder con la fase de implementación, es indispensable que los legisladores europeos aprueben una normativa habilitante. Cipollone identificó al Parlamento Europeo como el «mayor obstáculo» en el momento actual, ya que su deliberación y votación son pasos insalvables.

Los plazos legislativos

El proceso tiene hitos muy definidos. El objetivo inmediato es que los estados miembros lleguen a un «enfoque general«, un acuerdo preliminar, para finales de 2025. Posteriormente, se espera que el Parlamento Europeo adopte una posición definitiva sobre el reglamento del euro digital en mayo de 2026. Sin esta luz verde parlamentaria, el proyecto quedaría paralizado.

El contexto de urgencia: Soberanía financiera y stablecoins

Este retraso se produce en un momento de creciente urgencia. Existen llamadas generalizadas a acelerar el lanzamiento de una CBDC (moneda digital de banco central) europea, motivadas por dos factores clave.

Una cuestión de soberanía

El euro digital es contemplado como una herramienta estratégica fundamental para proteger la autonomía financiera de Europa. En un mundo cada vez más digital, contar con una moneda digital pública garantizaría que el euro mantenga su relevancia.

La competencia externa

El avance imparable de los stablecoins (criptomonedas estables) estadounidenses y otras iniciativas privadas ejerce una presión adicional. Bruselas ve la necesidad de ofrecer una alternativa digital pública, segura y regulada para no ceder terreno en el ecosistema de pagos del futuro.

El camino a seguir: Próximos hitos en la agenda del euro digital

A pesar del retraso, el proyecto sigue su curso. La agenda legislativa marca los próximos pasos inmediatos, demostrando que el trabajo continúa.

El informe crucial de octubre de 2025

Un hito crítico está previsto para el 24 de octubre de 2025. Ese día, un Miembro del Parlamento Europeo (MEP) presentará un informe de progreso que servirá como base para las negociaciones posteriores. A partir de entonces, los legisladores dispondrán de 6 semanas para presentar enmiendas, seguidas de 5 meses de intensas discusiones.

El compromiso de los ministros

La semana anterior al anuncio de Cipollone, los ministros de Economía de la UE alcanzaron un «compromiso» político significativo. Paschal Donohoe, ministro de Finanzas irlandés y presidente del Eurogrupo, destacó que se exigirá un debate en el Consejo de Ministros antes de que el BCE tome una decisión final sobre la emisión. Este acuerdo también incluye la imposición de «límites de tenencia» a la moneda digital para abordar preocupaciones sobre la estabilidad financiera y la privacidad de los usuarios.

Conclusión: Un proyecto a largo plazo

El lanzamiento del euro digital se confirma como un proyecto a largo plazo. La fecha de 2029, aunque más tardía de lo que muchos esperaban, se perfila como la más realista dadas las complejidades del proceso legislativo comunitario. La pelota está ahora en el tejado de los políticos. El futuro de la moneda única en la era digital dependerá de su capacidad para encontrar un equilibrio entre la innovación, la seguridad y los derechos de los ciudadanos, un desafío que definirá la soberanía financiera europea en las próximas décadas.

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