FDIC Propone Reglas para que Bancos de EE.UU. Emitan Stablecoins: El Nuevo Marco Bajo la Ley GENIUS
El sistema financiero tradicional y el mundo de los criptoactivos están a punto de converger de una manera sin precedentes. En un movimiento que marca un hito regulatorio, la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC), la agencia garante de los ahorros bancarios en Estados Unidos, ha dado un paso crucial para integrar las monedas digitales en el núcleo del sistema.
A finales de 2025, la FDIC publicó una propuesta de 38 páginas que detalla cómo los bancos que supervisa pueden solicitar autorización para emitir stablecoins, un tipo de criptomoneda cuyo valor está vinculado a activos estables como el dólar estadounidense.
Este anuncio llega en un momento de crecimiento masivo para estos activos digitales, que ya superan los 300 mil millones de dólares en circulación global, y responde a una demanda urgente de claridad normativa. La propuesta representa la transición tangible de la Ley GENIUS, aprobada en 2025, a la fase de creación de reglas concretas, señalando el inicio de una nueva era para los activos digitales en la economía más grande del mundo.
La Propuesta de la FDIC: Mecánica y Requisitos Clave
El marco propuesto por la FDIC establece un camino meticuloso para los bancos interesados. La estructura clave exige que cualquier stablecoin sea emitido no directamente por el banco, sino a través de una subsidiaria específicamente dedicada a esta actividad.
El Camino Hacia la Aprobación: Lo que la FDIC Evaluará
Para obtener la luz verde, tanto la subsidiaria como el banco matriz serán sometidos a una rigurosa evaluación. La FDIC examinará:
- Su capacidad para cumplir con los estándares técnicos y operativos de emisión de stablecoins.
- Su condición financiera sólida.
- La calidad de su gestión y gobernanza.
- La solidez de sus políticas de redención, garantizando que los titulares puedan canjear sus tokens por dólares de manera fiable y eficiente.
Todo esto se evaluará bajo el paraguas de consideraciones generales de «seguridad y solidez». Una vez aprobada, la FDIC se consolidará como el regulador federal principal de las actividades de esa subsidiaria.
Es importante señalar que, actualmente, esta propuesta se encuentra en un período de consulta pública, recabando comentarios de la industria y el público antes de avanzar hacia una regla final.
Antecedentes y Contexto: La FDIC y su Rol Evolutivo
Este movimiento representa una notable evolución en el mandato de la FDIC. Tradicionalmente, su función central ha sido asegurar los depósitos bancarios y mantener la confianza pública en el sistema. Sin embargo, en los últimos años, ha adoptado un papel más activo en definir cómo los bancos interactúan con los activos digitales.
Este cambio de enfoque se hizo evidente en octubre de 2025, cuando la FDIC comenzó a reconsiderar el uso del controvertido concepto de «riesgo reputacional» en su supervisión, una medida interpretada como un gesto para facilitar que las instituciones bancarias trabajen con empresas del ecosistema cripto.
La propuesta actual para regular la emisión bancaria de stablecoins es, por tanto, la materialización lógica de esa postura más abierta, transformando a la agencia de un mero asegurador en un arquitecto clave de la infraestructura financiera digital del futuro.
La Ley GENIUS: El Marco Legal que lo Hace Posible
La propuesta de la FDIC no surge en un vacío, sino que es el primer engranaje regulatorio de una maquinaria más grande: la «Ley para Guiar y Establecer la Innovación Nacional para los Stablecoins de EE.UU.» (GENIUS Act).
Esta legislación histórica fue aprobada por el Senado en junio de 2025 y firmada por el Presidente Donald Trump en julio del mismo año. La Ley GENIUS establece los pilares fundamentales que ahora la FDIC está detallando:
- Exige que los payment stablecoins estén respaldados por reservas 1:1 con dólares estadounidenses u otros activos líquidos de alta calidad.
- Crea un marco regulatorio integral para ellos.
La firma de la ley fue un momento celebrado por la industria, con la presencia de ejecutivos de grandes plataformas como Coinbase, Circle, Robinhood y Gemini. Más allá de la regulación doméstica, figuras como el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, han visto en esta ley una herramienta estratégica para fortalecer la liquidez global del dólar y extender su alcance a través de las redes digitales de los stablecoins.
Implicaciones y Perspectivas de Futuro
Las implicaciones de este desarrollo regulatorio son de gran alcance para distintos actores del ecosistema financiero.
Para los Bancos Tradicionales
Se abre una oportunidad clara para entrar en un mercado en crecimiento con el respaldo y la supervisión de un regulador familiar. Sin embargo, también enfrentarán una nueva competencia más formalizada con los emisores nativos de cripto.
Para la Industria Cripto
Significa una legitimación institucional sin precedentes y la probable afluencia de capital tradicional, atrayendo más innovación e inversión hacia Estados Unidos gracias a la certidumbre normativa.
Para la Estabilidad Financiera
Una mayor supervisión y los estrictos requisitos de reserva podrían mitigar significativamente los riesgos sistémicos asociados con stablecoins no regulados, protegiendo a los consumidores.
Para el Dólar Estadounidense
Refuerza su papel como columna vertebral de las finanzas digitales globales. No obstante, algunos análisis, como los de la firma de seguridad CertiK, advierten que un marco regulatorio estrictamente estadounidense podría fragmentar la liquidez global, especialmente frente a otros regímenes como el europeo, que avanza con su propio conjunto de reglas.
Conclusión: El Futuro Regulado de los Stablecoins Ya Está Aquí
La propuesta de la FDIC es mucho más que un documento técnico; es la señal tangible de que el futuro regulado de los stablecoins ha comenzado su implementación.
Este movimiento marca un punto de inflexión decisivo, alejándose de años de incertidumbre y acercándose a una era en la que los stablecoins emitidos por instituciones bancarias supervisadas podrían convertirse en una parte común y confiable del panorama financiero digital.
A medida que el período de consulta pública siga su curso en 2025, una pregunta queda en el aire: ¿cómo transformará esta convergencia entre la banca tradicional y las finanzas digitales nuestra manera de entender y usar el dinero en el día a día? El camino hacia la integración total ya está pavimentado.











