Fenwick & West Niega su Participación en el Fraude de FTX: Un Análisis de su Defensa Legal en 2025
El colapso estrepitoso del exchange de criptomonedas FTX a finales de 2022 sigue enviando ondas expansivas a través del sistema judicial. En el centro de una de sus batallas legales más recientes se encuentra Fenwick & West, una prestigiosa firma de abogados que prestó servicios a la empresa de Sam Bankman-Fried. En una demanda colectiva actualizada a principios de 2025, los usuarios afectados alegan que la firma fue mucho más que un asesor legal externo, acusándola de ser un facilitador clave del fraude. La contundente respuesta de Fenwick, presentada ante un tribunal federal de Florida, plantea una pregunta fundamental para la industria legal: ¿dónde termina el deber de un abogado y comienza la complicidad con un delito?
La Acusación: ¿Qué Alegan los Usuarios de FTX?
Los demandantes, representantes de una clase de usuarios perjudicados, han renovado sus argumentos contra la firma legal basándose en información surgida de los procesos de bancarrota y el juicio criminal contra el propio Bankman-Fried.
La Demanda Colectiva Actualizada
La demanda original se presentó en 2023, pero fue a principios de este año 2025 cuando los abogados de los usuarios presentaron una versión ampliada. Alegaron tener nuevos detalles que, según su perspectiva, demuestran el involucramiento profundo de Fenwick & West en la arquitectura del fraude.
El Núcleo de la Acusación
El corazón de la demanda es grave: acusan a Fenwick de haber «desempeñado un papel clave y crucial» en los aspectos más importantes de por qué y cómo se llevó a cabo el fraude de FTX. Van más allá de sugerir un simple error de juicio; pintan un cuadro de una firma que ayudó activamente a diseñar las estructuras que ocultaron el mal uso de los fondos de los clientes.
Contexto de Otras Demandas
Este caso no existe en el vacío. Es parte de un litigio multidisciplinario masivo (MDL) que también ha incluido demandas contra otras firmas de abogados y celebridades que promocionaron FTX. De hecho, acusaciones muy similares se presentaron contra la firma Sullivan & Cromwell, que se encargó de la bancarrota de FTX.
La Defensa: Los Argumentos Clave de Fenwick & West
La firma ha respondido con una solicitud formal para que se deseche la demanda, esgrimiendo tres argumentos principales que califican las acusaciones de infundadas y tardías.
Información Obsoleta
Fenwick alega que la llamada «nueva» información en la que se basa la demanda actualizada es, en realidad, «información obsoleta» que ha estado disponible públicamente durante años. Según su defensa, los demandantes no han aportado pruebas novedosas sustanciales, por lo que su intento de reactivar el caso carece de base y es extemporáneo.
Caracterización Falsa del Testimonio
Uno de los puntos más controvertidos es el papel de Fenwick en la estructuración de los «préstamos de fundador». La firma se defiende argumentando que el testimonio de Nishad Singh, el ex director de ingeniería de FTX, fue malinterpretado. Afirman que Singh testificó que Fenwick solo asesoró sobre la creación de estos instrumentos financieros, que son comunes y legales, y nunca sobre el desvío ilegítimo de fondos de clientes que Bankman-Fried realizó posteriormente.
Reclamos de Valores de FTX Token
Fenwick también rechaza de plano las nuevas acusaciones relacionadas con la promoción del token nativo de FTX (FTT). Los demandantes alegan ahora violaciones de las leyes de valores de Florida y California. La firma tilda estos cargos de «idea tardía» y «frívola», argumentando que es un intento desesperado de reinterpretar su rol legal estándar y reciclarlo como el de un «promotor» de valores.
El Precedente de Sullivan & Cromwell y la Defensa de Fenwick
Fenwick utiliza el caso de su colega, Sullivan & Cromwell, como un escudo legal clave. Recuerda al tribunal que los mismos demandantes presentaron acusaciones prácticamente idénticas contra esa otra firma, las cuales fueron retiradas tras un informe independiente que exoneró a Sullivan & Cromwell de cualquier irregularidad.
La cita de su escrito es contundente: «No ofrecen ninguna razón creíble por la que las mismas acusaciones deberían sobrevivir contra Fenwick». Este argumento refuerza su postura central: el fraude fue orquestado por Bankman-Fried y un círculo interno muy reducido, sin el conocimiento de proveedores externos, empleados internos y, por supuesto, de sus propios abogados. «Fenwick no es responsable de ayudar y facilitar un fraude del que no sabía nada», sentencian.
Implicaciones y Próximos Pasos Legales
El resultado de esta pulseada legal trasciende el caso concreto. Establecerá un importante precedente sobre los límites de la responsabilidad de los proveedores de servicios, incluidos los bufetes de abogados, en escándalos financieros de gran escala. Si un juez determina que los servicios legales rutinarios pueden constituir complicidad, podría generar un efecto paralizante en la industria legal.
Ahora, la pelota está en el tejado del sistema judicial. Un juez federal de Florida deberá evaluar meticulosamente los argumentos de ambas partes y decidir si la demanda actualizada tiene suficiente mérito para proceder a la fase de descubrimiento de pruebas o si, por el contrario, acepta la moción de Fenwick y la desestima por completo. Este es solo un capítulo más en el extenso y complejo legado judicial del colapso de FTX.
Conclusión
Fenwick & West ha plantado cara con una negación categórica. El choque de narrativas es total: por un lado, una demanda colectiva que pinta a la firma como un arquitecto crucial del fraude; por el otro, una defensa que se ampara en la rutina de los servicios legales y el desconocimiento de los actos delictivos de su cliente.
Este caso no solo busca determinar la posible responsabilidad de un bufete en concreto, sino que obliga a una reflexión más profunda sobre la ética, la supervisión y los límites del asesoramiento legal en la era de las finanzas digitales. La comunidad de las criptomonedas y el mundo legal en general aguardan con atención la próxima decisión del juez, una resolución que podría redefinir las reglas de juego para todos los actores que orbitan alrededor de una empresa.