Fundación Sei planea adquirir 23andMe: ¿Cómo blockchain podría proteger los datos genéticos de millones?
Introducción
La bancarrota de 23andMe bajo el Capítulo 11 ha encendido las alarmas sobre el destino de los datos genéticos de más de 15 millones de usuarios. En medio de este escenario, la Fundación Sei, conocida por su blockchain de capa 1, ha anunciado su interés en adquirir la empresa con un objetivo claro: utilizar la tecnología blockchain para devolver a los usuarios el control sobre su información genética.
Pero, ¿es realmente posible garantizar la soberanía de los datos genéticos a través de la descentralización? Este movimiento plantea un debate urgente sobre privacidad, ética y el futuro de la biotecnología en la era digital.
De la bancarrota a la blockchain: El plan de Sei para 23andMe
El 27 de marzo, la Fundación Sei publicó en X su intención de adquirir 23andMe, destacando que su objetivo principal es “devolver la propiedad de los datos a los usuarios”. La propuesta incluye almacenar la información genética en una blockchain encriptada, permitiendo a los individuos gestionar y transferir sus datos de manera confidencial.
“La soberanía de los datos es un asunto de seguridad nacional”, afirmó la fundación.
La blockchain ofrece ventajas clave: descentralización, transparencia auditable y control por parte del usuario. Sin embargo, la viabilidad de este modelo enfrenta desafíos técnicos y regulatorios que no pueden ignorarse.
La bancarrota de 23andMe y el riesgo para millones de perfiles genéticos
La quiebra de 23andMe no solo pone en riesgo los datos de 15 millones de personas, sino que también revive viejas preocupaciones sobre su manejo de la privacidad. Fiscales como Letitia James (Nueva York) y Rob Bonta (California) han instado a los usuarios a eliminar sus datos, recordándoles que, bajo ciertas leyes estatales, tienen derecho a exigir la destrucción de sus muestras de ADN.
El historial de la empresa es problemático:
- En 2023, un hackeo expuso la información de 6.9 millones de usuarios.
- Ha sido criticada por compartir datos con farmacéuticas como GlaxoSmithKline sin consentimiento explícito.
En este contexto, la adquisición por parte de Sei podría ser vista como un salvavidas, pero también abre nuevas incógnitas.
¿Es viable guardar datos genéticos en blockchain?
Técnicamente, almacenar perfiles genéticos en blockchain no es sencillo. Hablamos de petabytes de datos, lo que plantea problemas de escalabilidad y costos. Mientras que los servidores tradicionales pueden manejar grandes volúmenes a un precio relativamente bajo, la blockchain aún lucha por competir en eficiencia.
Además, las regulaciones como el GDPR en Europa y el HIPAA en EE.UU. chocan con la naturaleza descentralizada de esta tecnología. ¿Quién sería el responsable legal en caso de una filtración? ¿Cómo se garantizaría el cumplimiento normativo en un sistema sin una entidad central?
El efecto Sei: ¿Una jugada estratégica o un impulso especulativo?
El anuncio de Sei tuvo un impacto inmediato en su token nativo, SEI, que subió un 3% en horas. Sin embargo, algunos expertos cuestionan si se trata de una estrategia sostenible o simplemente de un movimiento de marketing para atraer atención.
Proyectos como Genomes.io y Nebula Genomics ya exploran la intersección entre genómica y blockchain, pero ninguno ha logrado escalar masivamente. La pregunta es: ¿Sei está preparada para asumir este reto, o su propuesta quedará en el plano teórico?
¿Quién debe controlar nuestro ADN? Empresas, gobiernos o nosotros?
El debate ético es profundo. Por un lado, blockchain podría empoderar a los usuarios, permitiéndoles ser dueños absolutos de su información genética a través de claves privadas. Por otro, la tecnología no es infalible: las direcciones en blockchain pueden ser rastreables, y existe el riesgo de que los datos genéticos se conviertan en activos comerciables en exchanges descentralizados.
La pregunta central sigue siendo: si tu ADN es tuyo, ¿debería estar en una blockchain o en manos de una empresa en quiebra?
Conclusión
La posible adquisición de 23andMe por Sei representa una oportunidad única para fusionar biotecnología y blockchain, pero también expone desafíos técnicos, legales y éticos que deben resolverse.
Como usuarios, estamos ante una encrucijada histórica: decidir quién merece custodiar nuestra información más íntima.
¿Tú qué opinas? ¿Confiarías tu data genética a una blockchain?
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