Fundstrat advierte sobre corrección cripto en 2026: Precios objetivo para Bitcoin, Ethereum y Solana
Un documento interno atribuido a Fundstrat Global Advisors ha circulado en las últimas horas, proyectando un escenario cauteloso para los principales criptoactivos a principios de 2026. Esta advertencia contrasta de forma llamativa con los comentarios públicos y sumamente optimistas de Tom Lee, socio director de la misma firma. La divergencia plantea una pregunta crucial para los inversores: ¿a qué atenerse?
La proyección interna de Fundstrat para 2026: Objetivos bajistas
El informe, filtrado en redes sociales y compartido por fuentes como Wu Blockchain, anticipa un “drawdown significativo” —una corrección importante— en el primer semestre de 2026. Es crucial señalar que, al momento de escribir este artículo, la firma no ha publicado este documento de manera oficial y su autenticidad no ha sido verificada de forma independiente.
El análisis, que parece ser obra de Sean Farrell, Jefe de Estrategia de Activos Digitales de Fundstrat, establece objetivos de precio concretos para los tres mayores activos digitales:
Bitcoin (BTC): Se proyecta una caída desde niveles cercanos a los $88,000 hacia un rango de $60,000 – $65,000.
Ethereum (ETH): Se anticipa un descenso desde aproximadamente $3,000 hacia un rango de $1,800 – $2,000.
Solana (SOL): Se prevé una corrección desde alrededor de $125 hacia un rango de $50 – $75.
No obstante, el documento no es puramente pesimista. Sugiere que esta corrección podría crear oportunidades de compra atractivas más adelante en el 2026, presentando la posible caída como un reajuste dentro de un ciclo más amplio.
Tom Lee en Dubai: Bitcoin a $250,000 y Ethereum “groseramente subvaluado”
Este escenario de precaución choca frontalmente con la narrativa pública de una de las figuras más visibles de Fundstrat. A finales de 2025, durante el Binance Blockchain Week en Dubai, Tom Lee expresó un optimismo sin fisuras.
Para Bitcoin, Lee no descartó que el precio pudiera alcanzar los $250,000 “en cuestión de meses”. Pero fue en su análisis de Ethereum donde su postura alcista resultó más extrema. Calificó a ETH como un activo “groseramente subvaluado” y esbozó varios escenarios de valoración:
Si volviera a su ratio promedio de 8 años, Ethereum se acercaría a $12,000. En un retorno a los niveles relativos de 2021, podría rondar los $22,000. Esta visión se enmarca en lo que Lee denominó la teoría del “Superciclo” de Ethereum.
¿Divergencia o estrategia? Interpretando los mensajes
¿Cómo se explica esta aparente contradicción dentro de una misma firma? Varias interpretaciones son posibles para un análisis completo.
En primer lugar, es fundamental considerar los públicos diferentes. Un informe interno está dirigido a clientes que gestionan riesgos, por lo que su tono es más cauteloso. Los comentarios públicos de un vocero, dirigidos a un auditorio más amplio, pueden enfatizar visiones de largo plazo.
En segundo lugar, los horizontes temporales parecen distintos. El informe de Fundstrat se centra en un riesgo específico de corto a medio plazo (primer semestre de 2026), mientras que las proyecciones de Lee están ligadas a ciclos de largo plazo.
Finalmente, esta divergencia refleja la incertidumbre inherente a los mercados cripto, donde incluso los analistas más experimentados pueden tener lecturas diferentes.
BitMine duplica su apuesta: Acumula ETH pese a la debilidad del mercado
Quizás la señal más elocuente para descifrar esta dualidad no está en las palabras, sino en las acciones. Tom Lee invierte de manera agresiva a través de su empresa, BitMine.
Según una divulgación de diciembre de 2025, BitMine poseía casi 3.9 millones de ETH, habiendo añadido más de 138,000 ETH en una sola semana. Esta cifra representa más del 3.2% de la oferta total en circulación de Ether, una posición colosal.
Esta acumulación constante, que se ha mantenido incluso en contextos de debilidad general del mercado, envía un mensaje poderoso. Las acciones de Lee y BitMine parecen alinearse de manera inequívoca con su discurso público ultra-alcista.
Conclusión: Navegando entre la precaución y la oportunidad
El escenario que se perfila para 2026 está marcado por esta dualidad. Para el inversor, esta situación subraya la importancia de varios principios clave:
1. Considerar el horizonte temporal de cada pronóstico. ¿Se habla del primer trimestre de 2026 o de un ciclo plurianual?
2. Diferenciar entre la comunicación para gestión de riesgos (informes internos) y las declaraciones públicas de carácter más narrativo.
3. Investigar las acciones (como la acumulación de BitMine) además de escuchar las palabras. Los movimientos de capital suelen ser más elocuentes.
4. Nunca tomar un solo pronóstico como una verdad absoluta. En un mercado volátil, la diversificación de perspectivas y la investigación propia son herramientas esenciales.
El mercado se prepara para un 2026 que, según un posible guión de Fundstrat, podría comenzar con baches considerables, pero que actores como Tom Lee ven como la antesala de un repunte histórico. En este contexto, la prudencia y una visión clara del perfil de riesgo propio se convierten en los mejores aliados.
