Giro regulatorio en 2025: La Reserva Federal actualiza su postura y permite a los bancos explorar criptoactivos

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Giro regulatorio en 2025: La Reserva Federal actualiza su postura y permite a los bancos explorar criptoactivos

El panorama regulatorio de los criptoactivos en Estados Unidos acaba de experimentar un punto de inflexión significativo. En un movimiento que marca un cambio de rumbo, la Reserva Federal (Fed) ha anunciado la retirada de una guía restrictiva emitida en 2023 y ha establecido simultáneamente un nuevo marco para que los bancos bajo su supervisión participen en actividades innovadoras, incluyendo aquellas relacionadas con activos digitales.

Esta decisión dual no solo elimina un obstáculo formal para la integración bancaria, sino que también envía una señal clara sobre la evolución en la comprensión regulatoria del sector. Afectando directamente a los bancos estatales miembros, tanto asegurados como no asegurados, este giro refleja un capítulo nuevo en la relación entre la banca tradicional estadounidense y el emergente ecosistema cripto.

El Adiós a la Guía Restrictiva de 2023

El principal escollo eliminado fue una guía de supervisión publicada en 2023, que operaba bajo el principio de “actividades similares, riesgos similares”. En la práctica, esta directriz obligaba a los bancos estatales miembros no asegurados a seguir las mismas normas restrictivas que aplicaban a los bancos nacionales asegurados.

Dado que, en ese momento, las actividades principales con criptoactivos no estaban permitidas para los bancos nacionales, la guía efectivamente bloqueaba a los bancos no asegurados de participar en este espacio. Una consecuencia crítica era que cualquier banco cuya actividad principal incluyera cripto se veía automáticamente descalificado para ser miembro de la Fed.

La justificación para su retirada en 2025 es reveladora: la Fed declaró que “el sistema financiero y la comprensión de la Junta sobre productos y servicios innovadores han evolucionado”, tachando la guía de “obsoleta”. Este paso se enmarca dentro de un pivote positivo más amplio observable entre los reguladores estadounidenses hacia los activos digitales.

Un Caso Concreto: El Alivio de Custodia Bank

El impacto tangible de la guía ahora retirada se personifica en Custodia Bank. Su fundadora y CEO, Caitlin Long, celebró públicamente la decisión, agradeciendo en la red social X a la Vicepresidenta de Supervisión, Michelle Bowman, y al Gobernador Christopher Waller.

El conflicto se centraba en la solicitud de Custodia Bank para obtener una “cuenta maestra” (master account) en la Fed, un acceso privilegiado y directo a los sistemas de pago y liquidación del banco central, crucial para cualquier institución financiera. La solicitud fue denegada citando precisamente la guía de 2023, un hecho que Long calificó de ilegal, argumentando que la directriz no era oficial en el momento de la decisión. La retirada elimina este obstáculo regulatorio específico y sugiere un cambio en la postura interna de la Junta de la Fed.

La Nueva Guía: Un Camino Hacia la Innovación Bancaria

Más allá de eliminar barreras, la Fed ha propuesto un camino constructivo. Ha establecido un nuevo marco que crea una vía formal para que los bancos estatales miembros que supervisa –tanto asegurados por la FDIC como no asegurados– soliciten participar en lo que denomina “actividades innovadoras”. Este término abarca explícitamente servicios relacionados con criptoactivos.

Sin embargo, el acceso a este camino no es incondicional. La puerta de entrada está firmemente anclada en la demostración de una sólida gestión de riesgos. La Vicepresidenta Michelle Bowman subrayó que el objetivo es “crear un camino para productos y servicios innovadores y responsables”, buscando equilibrar la modernización con la preservación de un sector bancario “seguro y sólido, pero también moderno, eficiente y eficaz”.

Disenso Interno y Debate Regulatorio

La decisión no fue unánime, revelando las tensiones dentro del organismo regulador. El Gobernador Michael Barr votó en contra de retirar la guía de 2023. Su argumento principal se basa en la necesidad de mantener un “campo de juego nivelado” entre todos los bancos, advirtiendo que su eliminación podría fomentar el arbitraje regulatorio, donde las instituciones buscarían al supervisor con las normas más laxas.

La figura de Barr añade capas al debate. Por un lado, ha sido vinculado por algunos sectores a las acusaciones de una presunta “Operation Chokepoint 2.0”, una estrategia informal para estrangular el acceso bancario de las empresas cripto. Por otro, su historial incluye haber sido asesor en Ripple y defensor de un marco regulatorio claro para las stablecoins, ilustrando la complejidad y los matices del debate regulatorio actual.

Implicaciones y Perspectivas de Futuro

Las implicaciones de este giro regulatorio son de gran alcance. Para los bancos, se traduce en mayor claridad y una ruta potencial, aunque rigurosa, para integrar servicios como custodia, trading o pagos con criptoactivos dentro de un marco regulado. Para las empresas cripto, podría facilitar el tan necesitado acceso a servicios bancarios tradicionales, como cuentas corporativas y gestión de tesorería. En términos de adopción, es un paso sustancial hacia la legitimación institucional, que podría catalizar el desarrollo de productos financieros híbridos.

No obstante, es crucial mantener el realismo. La nueva guía no es un cheque en blanco; cada actividad innovadora estará sujeta a un escrutinio caso por caso y a estrictas expectativas de supervisión.

En conclusión, esta decisión simboliza la maduración del diálogo entre innovación y regulación. Al proporcionar un camino formal, la Fed no solo responde a la evolución del mercado, sino que también posiciona a Estados Unidos para competir de manera más efectiva en la creciente economía digital global, siempre bajo el paraguas de la seguridad y la solidez financiera.

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