Kinto Network anuncia su cierre: El token K se desploma un 81% tras hackeo y crisis financiera

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Kinto Network anuncia su cierre: El token K se desploma un 81% tras hackeo y crisis financiera

En un golpe devastador para sus inversionistas, el token K se hundió un 81.4% en cuestión de horas. La razón: el equipo detrás de Kinto Network, una ambiciosa capa 2 de Ethereum, ha anunciado el cierre definitivo de su blockchain para el próximo 30 de septiembre de 2025. Este desenlace, aunque abrupto, no fue completamente inesperado. Es la culminación de una trágica concatenación de eventos: un hackeo significativo que drenó millones, unas condiciones de mercado implacables y un modelo de negocio que, para muchos, siempre olía a insostenible. El caso de Kinto nos obliga a preguntarnos, una vez más, hasta qué punto es seguro confiar en los proyectos DeFi que prometen el cielo.

El anuncio oficial del cierre de Kinto Network

La sentencia llegó a través de un comunicado oficial en la plataforma Medium. Con un tono de franca derrota, el equipo de Kinto explicó que la imposibilidad de asegurar financiación adicional había sellado su destino. «Cada día que pasamos, los fondos se reducen más. Hemos operado sin salarios desde julio…», se lee en el anuncio. La justificación principal es el empeoramiento de las condiciones del mercado, que en 2025 continúa en un ciclo bajista que ha secado las fuentes de capital de riesgo. Esto hizo imposible mantener la operación de una blockchain compitiendo en el ya saturado ecosistema de las Layer-2.

El hackeo de julio: La vulnerabilidad que debilitó a Kinto

Sin embargo, el principio del fin se escribió en julio de 2025. Un exploit de seguridad resultó en el robo de 577 ETH, valorados en aproximadamente $1.6 millones en ese momento. La investigación reveló que la vulnerabilidad no fue un error de código único de Kinto, sino que residía en el estándar ERC-1967 Proxy de OpenZeppelin, una implementación ampliamente utilizada para permitir que los contratos inteligentes sean actualizables. Este mismo problema afectó a varios otros proyectos, pero para Kinto, el impacto fue catastrófico. Aunque el equipo consiguió posteriormente $1 millón en deuda para intentar reactivar su exchange modular, la herida de credibilidad y financiera era demasiado profunda.

¿Fue solo el hackeo? Las críticas a las altísimas APYs de Kinto

Observadores del ecosistema señalan que el hackeo fue solo el detonante de un problema estructural más grave. El modelo de negocio de Kinto se basaba en ofrecer rendimientos astronómicos. Uno de sus fundadores, Ramon Recuero, llegó a promocionar en abril de 2025 un programa de staking con un APY del 130% en USDC. En el mundo de las finanzas descentralizadas, ofrecer rendimientos tan altos y estables en una moneda estable es extremadamente raro y se considera una bandera roja, a menudo asociada con esquemas Ponzi o proyectos condenados al colapso por su insostenibilidad inherente. La pregunta que queda flotando en el aire es si estas APYs eran una estrategia desesperada para atraer liquidez a cualquier costo, incluso después de que el proyecto ya estuviera herido de muerte.

El plan de Kinto para devolver los fondos a lenders y víctimas

En medio del colapso, el equipo ha presentado un plan para devolver parte de los fondos a los afectados:

  • Para los «Prestamistas Fénix»: Se distribuirán los activos restantes, calculados en unos $800,000 en liquidez de Uniswap. Se estima que recuperarán aproximadamente el 76% del capital de su préstamo original.
  • Para las Víctimas del Hackeo: Se ha establecido un «fondo de buena voluntad» (goodwill grant) que otorgará $1,100 por dirección de wallet afectada. Es de destacar que Ramon Recuero contribuirá con más de $130,000 de sus fondos personales a este esfuerzo.
  • Para todos los usuarios: La instrucción es clara y urgente: retirar todos los activos de la red Kinto antes del 30 de septiembre de 2025. Pasada esa fecha, los fondos residuales solo podrán reclamarse a través de un contrato de reclamación perpetuo.

Historia que se repite: Babylon Finance, el primer proyecto fallido de Recuero

Para entender completamente la narrativa, es crucial mirar el historial del emprendedor en serie Ramon Recuero. Antes de Kinto, Recuero fundó Babylon Finance, un protocolo DeFi que, en un giro del destino casi idéntico, se vio forzado a cerrar en noviembre de 2022. Las similitudes son inquietantes: Babylon también fue víctima de un hackeo (de $3.4 millones) y anunció su cierre apenas 6 meses después de su lanzamiento público. En esa ocasión, Recuero utilizó una justificación muy similar: la incapacidad de «revertir el momentum negativo». Esta repetición de eventos arroja una sombra larga sobre la gestión de riesgos y la sostenibilidad a largo plazo de sus iniciativas.

Análisis del precio: La catastrófica caída del token K

Los números del token K pintan un cuadro de devastación absoluta. Tras el anuncio del cierre, su precio se desplomó un 81.4%, quedando en tan solo $0.46. Su capitalización de mercado, que una vez rozó los $14.5 millones durante su máximo histórico el 14 de agosto, se evaporó hasta poco más de $1 millón. El ciclo de vida del token K fue absurdamente corto: lanzado en abril de 2025, estará oficialmente muerto en septiembre del mismo año, un período de apenas cinco meses.

Reflexiones finales: Lecciones del colapso de Kinto Network

El ocaso de Kinto Network es un recordatorio sombrío de los riesgos inherentes a la vanguardia de las finanzas descentralizadas. Su colapso no se debió a un solo factor, sino a una tormenta perfecta: un hackeo que explotó una vulnerabilidad en un estándar de código común, la promesa de rendimientos irrealmente altos que hicieron insostenible el modelo, y un mercado en invierno que negó el oxígeno financiero necesario para sobrevivir.

La lección para los usuarios es doble. Primero, subraya la importancia crítica de las auditorías de seguridad exhaustivas y continuas, incluso cuando se utilizan estándares supuestamente seguros. Segundo, y más importante, sirve como una advertencia contundente contra la atracción fatal de los rendimientos anormalmente altos. Si algo suena demasiado bueno para ser verdad, en el mundo de las criptomonedas, casi siempre lo es.

El ecosistema de las Layer-2 es competitivo y sobrevivirán los que ofrezcan una propuesta de valor real, una seguridad robusta y una gestión prudente. Kinto, tristemente, no fue uno de ellos. Si eres uno de los afectados, recuerda: retira tus fondos antes del 30 de septiembre.

¿Qué opinas sobre el cierre de Kinto? ¿Crees que los rendimientos excesivamente altos son una bandera roja? Déjanos tu comentario.

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