La Adopción Real de las Criptomonedas se Mide en los Pagos Cotidianos, No en el Número de Wallets
El ecosistema cripto celebra con frecuencia hitos de adopción: millones de wallets creadas, billones en valor custodiado, nuevas tarjetas emitidas. Sin embargo, una paradoja persiste. Según el informe de Triple-A de 2024, existen 562 millones de poseedores de criptomonedas en el mundo, aproximadamente el 6.8% de la población global. Pero, ¿cuántos de ellos usan realmente sus activos digitales para vivir?
Una investigación de la Reserva Federal de Kansas City revela que, en Estados Unidos, menos del 2% de los consumidores utiliza cripto para pagos. Este contraste es revelador, especialmente cuando se compara con el sólido crecimiento de mercados adyacentes, como los programas de lealtad, que pasarán de un valor estimado de 151 mil millones de dólares en 2024 a 215 mil millones proyectados para 2028.
La pregunta central para 2025 es clara: ¿cuándo se convertirá esa base masiva de holders en una masa crítica de gastadores rutinarios, capaces de pagar el supermercado, el transporte o una suscripción digital con un solo toque? La tesis es que la adopción real ya no se juzga por métricas vanidosas, sino por métricas de comportamiento, y casos de uso como el de Kolo están mostrando el camino.
Más Allá de las Cifras Vanidosas: El Problema con las Métricas Tradicionales
Durante años, la industria se ha aferrado a marcadores de éxito fáciles de comunicar: el número total de wallets, las tarjetas de débito cripto emitidas o el valor total bloqueado en protocolos. Si bien estas cifras son indicativas de un interés creciente y un acceso potencial, son un espejismo que no refleja la adopción real.
Un solo usuario puede tener media docena de wallets para diferentes propósitos o varias tarjetas vinculadas a distintos exchanges. Estas métricas responden a la pregunta “¿cuánta gente podría usar cripto?”, pero fallan estrepitosamente en responder a la crucial: “¿la gente usa la cripto como dinero del día a día?”.
Celebrar el volumen de activos en custodia mientras se ignora la frecuencia de su uso en transacciones es como celebrar la construcción de una red de carreteras ultra-rápidas por las que solo circulan unos pocos coches de colección. El verdadero indicador de madurez es el flujo, no solo el almacenamiento.
El Nuevo ABC de la Adopción: Tiempo, Frecuencia y Eficacia
Para medir el progreso genuino, debemos cambiar el enfoque hacia un nuevo conjunto de métricas que capturen el comportamiento del usuario final. Este nuevo ABC se compone de tres pilares fundamentales.
1. Time-to-First-Spend (Tiempo hasta el Primer Gasto)
Esta métrica mide la velocidad con la que un nuevo usuario pasa de registrarse en una plataforma a realizar su primer pago exitoso. Su importancia es capital: un tiempo corto indica una experiencia de onboarding fluida, una interfaz usable y una barrera de entrada baja.
Si un usuario tarda días o semanas en entender cómo gastar sus fondos, la probabilidad de que abandone es altísima. Un time-to-first-spend optimizado es la primera victoria en la batalla por la adopción cotidiana.
2. Weekly Active Payers (Pagos Activos Semanales)
Más revelador que el número total de usuarios registrados es el de aquellos que realizan al menos un pago con cripto cada semana. Esta frecuencia señala que la tecnología se ha integrado en los hábitos de gasto rutinarios: la compra del café, el pago del transporte, la cena con amigos o la renovación de un servicio de streaming.
Un alto número de weekly active payers demuestra que la criptomoneda ha trascendido la categoría de activo de inversión para convertirse en una herramienta de utilidad práctica.
3. Fail and Decline Rate (Tasa de Fallo y Rechazo)
Quizás la métrica más cruda y reveladora. Mide el porcentaje de intentos de pago que fallan en el punto de venta, ya sea por problemas técnicos, falta de liquidez instantánea, rechazos de la red o incumplimiento normativo.
Una tasa alta es el cáncer de la adopción; destruye la confianza del usuario en segundos. Un sistema de pagos verdaderamente adoptado debe ser tan confiable como el dinero fiduciario.
Juntas, estas tres métricas forman el brief de producto ideal para cualquier desarrollador en el espacio: construir servicios que sean rápidos para empezar a usar, utilizados con frecuencia en la vida diaria y excepcionalmente confiables.
Kolo: Cómo un Producto Convierte Wallets en Pagos de Martes por la Mañana
El caso de Kolo sirve como un estudio práctico de cómo se materializa este nuevo paradigma. Más que una simple wallet, Kolo se presenta como una capa de pago diseñada específicamente para unir los activos digitales con el gasto cotidiano, eliminando la fricción histórica entre ambos mundos.
¿Qué es Kolo y Cómo Funciona?
En esencia, Kolo es una plataforma que combina una billetera multired (compatible con 11 redes diferentes) con la Kolo Card, una tarjeta Visa virtual que se integra de forma nativa con Apple Pay y Google Pay.
Esta combinación permite a los usuarios convertir sus criptoactivos, incluyendo stablecoins, en poder de compra instantáneo en millones de comercios online y físicos. Los datos de tracción hablan por sí solos: más de 100,000 wallets creadas, aproximadamente 50,000 usuarios mensuales activos y más de 460,000 transacciones procesadas hasta 2025.
El Perfil del Gasto Cotidiano con Cripto
Lejos de las transacciones especulativas, el gasto a través de Kolo pinta un cuadro de normalización. Los ejemplos son mundanos y, por ello, significativos: el café de la mañana, la compra semanal en el supermercado, la renovación automática de Netflix o Spotify.
Las categorías principales de gasto con la Kolo Card son precisamente restaurantes, supermercados, transporte y suscripciones digitales. Una imagen compartida por la compañía en mayo de 2025 ilustraba perfectamente este espíritu, mostrando casos de uso que iban desde cenas y viajes hasta la participación en drops digitales, todo financiado con activos digitales de fondo.
Características Clave que Impulsan las Métricas
Kolo ha sido construido con características que atacan directamente las tres métricas de adopción real:
1. KYC de 1 minuto: Reduce drásticamente el time-to-first-spend, permitiendo al usuario empezar a gastar casi al instante.
2. Múltiples métodos de pago (PIX, MPESA, etc.): Aumenta la cobertura geográfica y la utilidad, fomentando un uso más frecuente.
3. Cashback de hasta 5% en Bitcoin: Este ingenioso incentivo no solo premia el gasto, sino que vincula directamente el acto cotidiano de pagar con el ahorro a largo plazo en BTC, aumentando la retención y los weekly active payers.
4. Infraestructura y Cumplimiento (MiCA, Travel Rule, AML): Invertir en un marco regulatorio robusto para la Unión Europea y estándares globales es la mejor estrategia para minimizar la fail and decline rate, garantizando transacciones fluidas.
La Visión desde Dentro
Pavel Luchkovskyi, CEO de Kolo, resume este enfoque: “La fricción para gastar criptomonedas siempre ha sido enorme. Las stablecoins y una infraestructura de pagos bien diseñada reducen esa fricción a casi cero. Nuestro objetivo es que pagar con cripto sea tan normal y sencillo como desbloquear el teléfono, con un solo toque”. Esta visión pone el foco en la experiencia del usuario final, donde la complejidad técnica opera en un segundo plano invisible.
Conclusión: Del Precio a la Experiencia de Usuario
El cambio de paradigma es evidente. El éxito en la era de los pagos con cripto en 2025 ya no se celebrará únicamente con nuevos máximos en los gráficos de precios o conteos abstractos de wallets. Se medirá, en cambio, en la fluidez de una transacción realizada un martes por la mañana cualquiera, cuando el usuario solo piensa en su café, no en la tecnología subyacente.
Las tres métricas conductuales —tiempo hasta el primer gasto, pagadores activos semanales y tasa de fallo— ofrecen un mapa mucho más preciso para inversores y builders. Señalan dónde está la fricción real y qué productos están resolviendo genuinamente problemas. Kolo es un ejemplo tangible de un producto construido bajo esta nueva mentalidad, donde la criptomoneda deja de ser el protagonista para convertirse en el facilitador silencioso de una vida financiera normal.
En última instancia, la adopción real ocurre cuando la tecnología desaparece de la conciencia del usuario y solo permanece su utilidad. Cuando el debate deja de ser “cripto vs. fiat” para ser simplemente “¿funciona?”.
La pregunta para el lector ahora es simple: ¿has pagado algo con cripto esta semana? La respuesta, cada vez más, podría ser “sí”, sin que eso suponga ningún esfuerzo extraordinario. Ese es el futuro que se está construyendo hoy.














