La UE da un giro estratégico: Considera blockchains públicas como Ethereum para su euro digital
Un informe del Banco Central Europeo (BCE) ha marcado un punto de inflexión en el desarrollo de la moneda digital del euro. Según un reportaje del Financial Times, la institución estaría evaluando seriamente la utilización de tecnología de blockchain pública, específicamente las redes de Ethereum y Solana, para su lanzamiento. Este potencial cambio de rumbo tecnológico supone un alejamiento del modelo de CBDC totalmente centralizado y plantea una fascinante disyuntiva sobre el futuro del dinero en el Viejo Continente.
Euro Digital y Blockchain Pública: Un informe que lo cambia todo
A lo largo de 2025, el debate sobre la arquitectura técnica del euro digital ha tomado un rumbo inesperado y profundamente significativo. La consideración de un modelo basado en redes abiertas representa una evolución estratégica en el pensamiento del BCE, que hasta ahora parecía inclinarse por sistemas privados. Este giro no es solo técnico, sino también filosófico y geopolítico.
¿Pública o Privada? La batalla tecnológica detrás del euro digital
Para entender la magnitud de esta noticia, es crucial diferenciar ambos modelos de blockchain:
Blockchain Privada (Permissionada)
Se trata de un libro de contabilidad cerrado y controlado exclusivamente por la entidad emisora, donde los participantes deben ser autorizados. Este sistema, que sigue el modelo del digital yuan chino, ofrece un control absoluto pero a costa de ser un ecosistema cerrado.
Blockchain Pública (Abierta)
Son redes abiertas, transparentes y accesibles para cualquier persona, como Ethereum y Solana. Cualquier desarrollador puede construir aplicaciones descentralizadas (DeFi, sistemas de pago, etc.) sobre ellas, lo que fomenta un ecosistema de innovación vibrante y orgánico.
Como bien se ha señalado, «un euro digital en forma privada se parecería mucho más a lo que hace el banco central chino que a lo que hacen las empresas privadas en EE.UU.». La consideración del modelo público sugiere que el BCE valora esta capacidad de innovación abierta por encima del control absoluto.
Más que tecnología: Una jugada geopolítica de Europa
La decisión técnica trasciende lo meramente digital; es una movida estratégica en el tablero geopolítico global. La Unión Europea observa con creciente preocupación la abrumadora dominancia de los stablecoins vinculados al dólar estadounidense, que actualmente representan aproximadamente el 98% del mercado.
Esta dependencia de un instrumento financiero extranjero supone un riesgo claro para la autonomía del sistema financiero europeo. Esta preocupación fue expresada directamente por el miembro del comité ejecutivo del BCE, Piero Cipollone, quien en abril de 2025 hizo un llamado a reducir el uso de stablecoins en Europa mediante la introducción de un euro digital.
Al explorar un modelo de blockchain pública, la UE no solo compite tecnológicamente con el modelo cerrado de China, sino que se posiciona para contrarrestar la influencia financiera de Estados Unidos, ofreciendo una alternativa digital europea, abierta e innovadora.
¿Qué significaría un euro digital en Ethereum o Solana?
La materialización de esta idea conllevaría implicaciones profundas. La principal ventaja sería la integración nativa del euro digital en el vasto ecosistema de aplicaciones descentralizadas existente. Esto podría potenciar la innovación financiera en la UE de una manera inimaginable con un modelo cerrado.
Sin embargo, los desafíos son formidables. Un banco central debe garantizar la escalabilidad, la seguridad y, sobre todo, el estricto cumplimiento de las normativas contra el lavado de capitales (KYC/AML). Lograr este equilibrio entre la transparencia de una red pública y la privacidad de las transacciones de los ciudadanos es el mayor obstáculo técnico y filosófico.
Es vital recordar que el BCE no ha confirmado oficialmente estas informaciones y que el proyecto sigue en una fase de investigación, por lo que una decisión final podría tardar aún meses o incluso años.
Conclusión: Un futuro digital abierto para Europa
El mero hecho de que el Banco Central Europeo esté considerando seriamente arquitecturas de blockchain pública para su euro digital es una noticia monumental. Es una prueba de una mentalidad abierta y visionaria que reconoce que el futuro del dinero no puede construirse en un jardín vallado.
Europa se juega su posición en un triple frente: la competencia tecnológica con el modelo centralizado de China, la competencia financiera con los stablecoins estadounidenses y la búsqueda de su propia soberanía digital. El camino elegido, ya sea público, privado o híbrido, definirá el papel del euro en la próxima era digital.