Larry Fink de BlackRock: Oro y cripto son «activos del miedo» ante la inestabilidad financiera global

Ayudanos a compartir esta información

Larry Fink de BlackRock: Oro y cripto son «activos del miedo» ante la inestabilidad financiera global

En un escenario financiero global marcado por la incertidumbre en 2025, las declaraciones de los líderes más influyentes del mundo inversor cobran especial relevancia. Larry Fink, consejero delegado de BlackRock, el mayor gestor de activos del planeta, ha vuelto a centrar el debate en la Future Investment Initiative (FII) en Arabia Saudita. Su concepto de los «activos del miedo» —refiriéndose al oro y a las criptomonedas— y su preocupación por la dependencia del dólar estadounidense, ofrecen una radiografía crucial de los temores que atenazan a los mercados. Este análisis desglosa las implicaciones de su visión para inversores y bancos centrales por igual.

¿Por qué los inversores buscan refugio en oro y criptomonedas?

Fink acuñó el término «activos del miedo» para describir una tendencia de inversión impulsada por la desconfianza. Según sus propias palabras, los inversores acuden a estos activos «porque temen la devaluación de sus activos». Esta frase encapsula una profunda inseguridad sobre la capacidad de las inversiones tradicionales para preservar su valor en un entorno económico volátil. No se trata de una búsqueda de rendimiento, sino de una huida hacia la protección.

El comportamiento del oro en 2025 es un testimonio elocuente de esta dinámica. Tras alcanzar máximos históricos cercanos a los 4.377 dólares, su precio spot ha experimentado una corrección, cayendo por debajo de la barrera de los 4.000 dólares. Esta volatilidad, lejos de disuadir a los inversores, refuerza su papel como refugio clásico en tiempos de turbulencias. Los datos de plataformas como TradingView reflejan cómo cada noticia geopolítica o señal de inflación provoca movimientos bruscos, confirmando que el metal precioso sigue siendo un termómetro del miedo del mercado.

La dependencia del dólar: La «mayor preocupación» de Fink

Más allá de los activos refugio, Fink ha puesto el foco en lo que considera un riesgo estructural para la economía estadounidense: la excesiva dependencia del dólar. Su advertencia es clara: entre el 30% y el 35% de los bonos del Tesoro de EE.UU. están en manos de inversores extranjeros. Este dato, en apariencia técnico, es una bomba de relojería.

La preocupación de Fink reside en el «efecto multiplicador» que tendría un cambio en esta dinámica. Si estos inversores internacionales comenzaran a diversificar sus reservas o a reducir su exposición a la deuda estadounidense, la estabilidad del dólar y la capacidad de financiación del gobierno podrían verse severamente comprometidas. Su llamado a una mayor participación del capital privado nacional no es solo una sugerencia; es un reconocimiento tácito de que la hegemonía del dólar ya no es un dogma incuestionable.

Tokenización: La pregunta clave de los bancos centrales en 2025

En este contexto de transición, Fink señala que la pregunta más urgente para los bancos centrales en 2025 gira en torno a la tokenización y la digitalización de los activos. ¿Cuál debe ser su papel en esta revolución financiera? Los desafíos son monumentales: desde la velocidad a la que deben digitalizar sus monedas hasta el impacto que esto tendrá en los sistemas de pago globales y, por supuesto, en el propio dólar.

El CEO de BlackRock no ha dudado en criticar la falta de preparación global, afirmando que «la mayoría de los países no están preparados para ello». Su predicción es contundente: la tokenización de todos los activos financieros es inevitable y se producirá a un ritmo acelerado. Esta transformación no es un ejercicio tecnológico, sino una redefinición fundamental de lo que entendemos por valor y propiedad. Un dato que subraya la relevancia del oro en esta ecuación es que, en el segundo trimestre de 2025, seguía representando el 24% de las reservas de los bancos centrales, según un informe de Deutsche Bank.

BlackRock y Bitcoin: Un gigante en el ecosistema cripto

Resulta ilustrativo que estas declaraciones provengan del líder de una firma que se ha convertido en un pilar del ecosistema cripto. A 27 de octubre de 2025, el iShares Bitcoin Trust de BlackRock posee 805.806 BTC, una cifra que supera en un 26% a la de su competidor más cercano, Strategy, y lo consolida como el mayor tenedor público de Bitcoin a nivel global.

Esta posición no es contradictoria con su visión a largo plazo. Para Fink, la tokenización no se limita a las criptomonedas nativas, sino que abarcará los activos tradicionales en las próximas décadas. BlackRock no está simplemente invirtiendo en Bitcoin; está posicionándose para liderar la transformación tokenizada de todo el sistema financiero.

Conclusión

Las reflexiones de Larry Fink en 2025 pintan un panorama de transición profunda. El oro y las criptomonedas han sido catalizados como «activos del miedo» ante la desconfianza en las estructuras financieras tradicionales. La dependencia del dólar muestra sus grietas, y la tokenización se erige como una fuerza imparable que reconfigurará el mercado en los años venideros. Para el inversor individual e institucional, la pregunta ya no es si estas tendencias llegarán, sino cómo están moldeando su estrategia de inversión en un mundo donde los refugios y los riesgos adquieren nuevas formas.

Related Posts