Meta planea recortes del 30% en el metaverso: Las acciones suben mientras los fondos se redirigen a IA y gafas de realidad virtual

Un informe interno revela que Meta podría reducir hasta un 30% el presupuesto de su división de realidad virtual, Reality Labs, en un giro estratégico hacia la inteligencia artificial y los dispositivos portátiles. Analizamos las causas, la reacción del mercado y el futuro de la compañía.

El giro estratégico de Meta: Del metaverso a la inteligencia artificial

En 2021, Mark Zuckerberg anunció con gran fanfarria el renombramiento de Facebook a Meta, marcando una apuesta corporativa total por la construcción del metaverso. Cuatro años después, esa visión está siendo recalibrada.

Reportes de Bloomberg y The New York Times, publicados un jueves de noviembre de 2025, han revelado planes internos para recortar hasta un 30% el presupuesto de la unidad de Realidad Virtual dentro de Reality Labs. Aunque la decisión no es final, estos ajustes—que podrían materializarse a partir de enero de 2026 y conllevar despidos—señalan un punto de inflexión estratégico.

Este artículo explora las razones detrás de este cambio, su inmediata acogida en Wall Street y lo que significa para el futuro de la compañía y la industria de la tecnología.

Los detalles del plan de ajuste presupuestario

Los recortes, según las fuentes citadas, se enfocarían específicamente en el segmento de Realidad Virtual de Reality Labs, la división que ha absorbido la mayor parte de las inversiones multimillonarias en el metaverso. La cifra en discusión es significativa: una reducción de hasta el 30% en el presupuesto.

Los recursos liberados no se destinarían a mejorar los balances, sino que se redirigirían internamente hacia dos áreas prioritarias:

• El desarrollo acelerado de gafas de realidad aumentada (otra unidad dentro de Reality Labs).
• Mayores inversiones en el campo de la Inteligencia Artificial.

Este movimiento indica una reasignación táctica de capital dentro de la misma visión amplia de realidad extendida.

Wall Street celebra la prudencia de Meta

La reacción del mercado a esta noticia fue rápida y elocuente. Las acciones de Meta (META) subieron más de un 5% en la apertura del jueves, estabilizándose al cierre con una ganancia del 3.4%, cotizando alrededor de los $661.

Este aplauso de los inversores es fácil de interpretar: ven con buenos ojos una mayor disciplina fiscal y un enfoque más agudo en áreas, como la IA, que prometen un retorno de inversión más tangible y a corto plazo. Contrasta marcadamente con la volatilidad y la presión que han sufrido las acciones de Meta en el pasado, directamente ligadas a las enormes y continuas pérdidas reportadas por Reality Labs.

¿Por qué Meta enfría su apuesta por el metaverso?

Tres factores clave explican este giro pragmático.

1. La competencia que nunca llegó (o se desvaneció)

En 2021, el panorama parecía estar llenándose de rivales, con Apple y Google presionando en el espacio de los dispositivos. Para 2025, ambas compañías han ralentizado visiblemente sus esfuerzos públicos en realidad virtual, reduciendo la presión competitiva inmediata que justificaba una carrera de gasto tan acelerada.

2. El «boom» omnipresente de la IA

La atención del sector tecnológico, la inversión y los titulares ha sido capturada casi por completo por la carrera en inteligencia artificial generativa. Meta, como el resto de los gigantes, busca capitalizar este nuevo *hype* tecnológico y asegurar su posición, lo que requiere redirigir recursos y talento.

3. La cruda realidad financiera

Reality Labs ha registrado pérdidas multimillonarias de manera consistente, superando los $40,000 millones desde 2021. A falta de un producto de consumo masivo que justifique tal nivel de gasto ante los accionistas, la presión para mostrar un camino hacia la rentabilidad se ha vuelto insostenible.

El metaverso encuentra nuevos aliados y nichos

Sería un error interpretar el movimiento de Meta como el fin del concepto del metaverso. La narrativa simplemente se está diversificando. Otros actores continúan apostando por él, aunque con enfoques distintos.

Por ejemplo, la startup Infinite Reality adquirió en marzo de 2025 el servicio de streaming Napster con el objetivo declarado de construir un metaverso centrado en la experiencia musical. En otro ámbito, DTTM Operations, la empresa de Donald Trump, presentó solicitudes de marca en febrero de 2025 para un metaverso y un mercado de NFT basado en su marca personal.

Este dinamismo en nichos específicos se refleja en datos como el reportado aumento del 27% en las ventas de NFT en agosto, sugiriendo que el metaverso «aún tiene latido».

La nueva estrategia: Gafas de IA y una experiencia centrada en el usuario

Meta no está abandonando su visión de realidad extendida; la está reempaquetando. La nueva dirección fue esbozada por el propio Zuckerberg en una publicación en Threads el miércoles previo al informe.

La compañía anunció la apertura de un nuevo estudio creativo dentro de Reality Labs, enfocado en «diseño, moda y tecnología». La visión ahora se articula de manera diferente: «Estamos entrando en una nueva era donde las gafas de IA y otros dispositivos cambiarán cómo nos conectamos con la tecnología y entre nosotros».

El objetivo declarado es hacer estas interacciones «naturales, intuitivas y centradas en las personas». El pivote es claro: desde un metaverso social omnipresente y abstracto, hacia dispositivos portátiles específicos (gafas) mejorados con IA que ofrezcan utilidad concreta.

Conclusión: Un punto de inflexión pragmático para la industria

El plan de recortes de Meta representa un ajuste pragmático y probablemente inevitable ante un panorama competitivo cambiante y la creciente presión de los accionistas por resultados financieros más sólidos. Su significado trasciende a la compañía, marcando un punto de inflexión en la narrativa tecnológica dominante: por ahora, la IA ha eclipsado al metaverso como el principal foco de inversión y desarrollo a corto plazo en Silicon Valley.

El futuro para Meta parece ser un compromiso continuo con la realidad extendida, pero ejecutado de una forma más tangible (a través del hardware) y menos especulativa. La carrera por el metaverso no desaparece; se transforma, se diversifica y quizá se vuelve más práctica.

Este momento plantea una reflexión crucial para la industria: ¿Estamos presenciando el fin de una era de gasto desenfrenado en visiones a largo plazo y el inicio de una fase más comercial y medida, donde el equilibrio entre la ambición futura y la rentabilidad presente se gestiona con mayor rigor? El tiempo, y los resultados de Meta en IA, darán la respuesta.