¿Modelo a Seguir o Control Estatal? Así Enfrenta Bielorrusia la Revolución Cripto en 2025
En una reciente conferencia gubernamental, el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, volvió a poner sobre la mesa un tema que considera crucial para el futuro económico del país: la necesidad de establecer reglas claras para el mercado de las criptomonedas. Esta declaración no es un hecho aislado, sino el último eslabón en una estrategia nacional deliberada para no quedarse rezagado en la revolución de los activos digitales. Sin embargo, surge una pregunta inevitable: ¿está Bielorrusia buscando genuinamente fomentar la innovación financiera o, en el fondo, persigue un mayor control estatal sobre este nuevo ecosistema?
Lukashenko Exige un Marco Regulatorio Claro para las Criptomonedas en 2025
El mandatario se dirigió a sus legisladores con un mensaje directo, reportado por la Agencia Telegráfica de Bielorrusia (BelTA). En el corazón de su discurso se encuentra la convicción de que el Estado debe asumir un rol protagónico para dar certidumbre a esta industria naciente. “La tarea del estado en estas condiciones es determinar reglas de juego comprensibles y transparentes y mecanismos de control en esta esfera. Es importante porque es un área nueva para el país”, afirmó. El objetivo declarado para este 2025 es, por tanto, crear un entorno predecible y seguro que atraiga inversiones y desarrolle el sector, alejando la sombra de la incertidumbre legal.
Del Decreto No. 8 a la Actualidad: Los Antecedentes de la Regulación
Este llamamiento no surge de la nada. El propio Lukashenko hizo referencia a instrucciones previas, concretamente las emanadas del Decreto Presidencial No. 8. Este documento, redactado en 2023, sentó las bases al encomendar la creación de un marco nacional integral para regular las criptomonedas y los tokens digitales. La pieza central de este engranaje regulatorio es el Hi-Tech Park (Parque de Alta Tecnología), una zona económica especial que se perfila como el centro neurálgico desde el que se gobernará y desarrollará toda la industria cripto del país bajo el amparo del gobierno.
Minería de Criptomonedas: La Apuesta con Energía Excedente
Más allá de la regulación general, Bielorrusia ha identificado una ventaja competitiva muy específica: la minería de criptoactivos. La visión de Lukashenko es pragmática y se basa en un recurso del que el país presume tener abundancia. Recordemos sus instrucciones al ministro de energía a principios de 2024: “Miren esta minería. Si es rentable para nosotros, hagámoslo. Tenemos exceso de electricidad. Que hagan esta criptomoneda y así sucesivamente.” Esta apuesta busca convertir el excedente energético en una fuente de ingresos, atrayendo a mineros internacionales con costos de electricidad competitivos y una agenda estatal de apoyo.
¿Regulación o Control? La Prohibición de las Transacciones P2P
No obstante, existe otra cara de la moneda que revela la verdadera naturaleza del enfoque bielorruso. Paralelamente al interés por desarrollar la industria, Minsk ha mostrado una clara determinación por recortar las libertades inherentes a la tecnología blockchain. La prueba más evidente fue la aprobación del Decreto No. 367 en septiembre de 2023. Esta normativa prohibió efectivamente las transacciones peer-to-peer (P2P) para los ciudadanos, impidiéndoles comprar o vender criptomonedas directamente entre ellos. La única vía permitida es a través de exchanges autorizados, lo que garantiza una circulación transparente y controlada para el Estado, pero anula la esencia descentralizada de activos como el Bitcoin.
Conclusión: El Equilibrio entre Innovación y Control
El modelo que está construyendo Bielorrusia es, en definitiva, híbrido. Por un lado, abraza con pragmatismo el potencial económico de las criptomonedas, especialmente para la minería y los negocios establecidos dentro del Hi-Tech Park. Por el otro, busca domesticar la tecnología, eliminando metódicamente cualquier atisbo de descentralización que escape al control de las instituciones estatales. No se trata de una adopción libre, sino de una integración controlada. La gran incógnita que deberá resolverse a lo largo de 2025 es si este singular modelo de «cripto con riendas» logrará atraer el capital y la innovación que pretende, o si, por el contrario, el afán de control ahogará el mismo dinamismo que dice querer promover.
¿Crees que el modelo de regulación y control de Bielorrusia es el camino a seguir para la adopción masiva de las criptomonedas?