¿Por Qué el Oro Bate Récords Mientras el Bitcoin Se Hunde? Un Analista Tiene la Respuesta
En los mercados financieros, a veces se producen paradojas que dejan perplejos incluso a los inversores más experimentados. Estamos presenciando una de ellas: el oro acaba de marcar un nuevo récord histórico en 2025, superando la barrera de los $3,485 por onza. Mientras tanto, el Bitcoin, a menudo llamado el «oro digital», se desploma a su nivel más bajo en dos meses, cotizando en torno a los $107,290.
Este divorcio de trayectorias, catalizado por los comentarios del expresidente Donald Trump en Truth Social afirmando que hay «virtualmente no inflación» en Estados Unidos, ha puesto sobre la mesa una pregunta crucial. ¿Acaso la correlación entre ambos activos ha llegado a su fin? La respuesta podría residir en lo que los analistas denominan la «doble personalidad» del Bitcoin.
La Gran Divergencia: Oro vs. Bitcoin en Cifras
Los números no mienten y pintan un panorama de una divergencia absoluta. Por un lado, el oro, el activo refugio por excelencia, avanza con firmeza con una subida del 1% en la sesión, coronando un impresionante rally a largo plazo que lo ha llevado a máximos nunca vistos.
Por el otro, el Bitcoin se encuentra inmerso en una corrección severa, con una caída de más del 13% desde sus máximos de mediados de agosto. Un gráfico comparativo de los últimos días mostraría dos líneas moviéndose en direcciones diametralmente opuestas.
Este movimiento no es aleatorio; es la reacción directa a una interpretación del mercado: los comentarios de Trump fueron recibidos por los operadores del oro como una señal de confianza que fortalece el atractivo de los activos refugio tradicionales.
¿Activo Refugio o Activo de Riesgo? La Esquizofrenia del Bitcoin
Para entender esta divergencia, debemos adentrarnos en la naturaleza dual del Bitcoin. Tony Sycamore, analista de IG Markets, lo explica a la perfección: Bitcoin sufre de una «doble personalidad». Durante los últimos dos años y medio, mostró una fuerte correlación positiva tanto con el oro como con un índice de riesgo como el Nasdaq. Sin embargo, estas rupturas breves no son inusuales.
La clave está en identificar qué «personalidad» está dominando en un momento dado:
Personalidad 1: «Almacén de Valor/Dinero Seguro»
En esta faceta, Bitcoin actúa como un hermano moderno del oro. Su valor se aprecia en tiempos de alta incertidumbre geopolítica, inflación persistente o crisis bancarias, gracias a su naturaleza descentralizada y su suministro limitado.
Personalidad 2: «Activo de Riesgo»
En su otra cara, Bitcoin se comporta como una acción de tecnología de alto crecimiento. Prospera con la liquidez abundante, los tipos de interés bajos y un apetito alto por el riesgo en los mercados.
El evento reciente es un caso de libro de texto: el mercado está tratando a Bitcoin exclusivamente bajo su personalidad de «activo de riesgo», vendiéndolo ante cualquier atisbo de fortaleza económica que pueda retrasar posibles recortes de tasas.
Opiniones Enfrentadas: ¿Se Rompió para Siempre el Vínculo Bitcoin-Oro?
Esta ruptura plantea un debate sobre su permanencia. Existen dos visiones contrapuestas.
Desde una perspectiva escéptica, como la de Vince Yang, co-fundador de zkLink, la correlación ya llevaba tiempo debilitándose en 2025, siendo baja o incluso negativa. Yang argumenta que el oro mantiene su estatus incuestionable de refugio seguro clásico, mientras que el precio de Bitcoin depende en mayor medida de los flujos de liquidez y el sentimiento general de aversión al riesgo. En su opinión, ambos activos pueden coexistir en una cartera equilibrada, pero no necesariamente moviéndose en la misma dirección.
Por el contrario, la visión de largo plazo de Tony Sycamore sugiere que esta correlación podría realinearse. Sycamore plantea un escenario futuro clave: si la administración Trump impulsa políticas que sobrecalienten la economía y la Reserva Federal se ve obligada a recortar tasas mientras la inflación se mantiene persistente, los fundamentos que unen a Bitcoin y al oro se reforzarían. La pregunta no es tanto si volverán a correlacionarse, sino desde qué nivel Bitcoin encontrará su «punto de apoyo» para iniciar ese nuevo ascenso conjunto.
Bitcoin Podría Estar Solo Retrasado: La Historia Sugiere que Sigue al Oro
Existe una teoría histórica que ofrece consuelo a los holders de Bitcoin: la teoría del rezago. Este argumento se basa en la observación de que los máximos del oro a menudo preceden a los de Bitcoin.
El ejemplo más claro ocurrió en 2020. El oro superó la barrera de los $2,000 por onza durante lo más crudo de la pandemia. Bitcoin, sin embargo, no alcanzó su entonces máximo histórico hasta varios meses después, en 2021. Joe Consorti de Theya ha cuantificado este fenómeno, sugiriendo que Bitcoin tiende a seguir el sesgo direccional del oro con un retraso de entre 100 y 150 días.
Aplicando esta lógica al presente, el récord del oro en septiembre de 2025 podría no ser una señal de abandono para Bitcoin, sino todo lo contrario: un faro que anuncia un potencial rally alcista para la criptomoneda hacia finales de 2025 o principios de 2026.
Conclusión: Un Recordatorio de la Naturaleza Compleja del Bitcoin
La reciente divergencia entre el oro y el Bitcoin no es una anomalía irreparable. Es, sobre todo, un recordatorio potente de la naturaleza compleja y dual del principal activo digital. Confirma que Bitcoin no es un activo de una sola dimensión y que su comportamiento estará siempre ligado al contexto macroeconómico global.
Si bien la correlación a corto plazo se ha roto, los fundamentos a largo plazo que llevan a compararlo con el oro –su escasez programada y su descentralización– no han cambiado. Para el inversor, la lección es clara: el éxito dependerá de entender en qué «personalidad» se está operando a Bitcoin en cada momento del ciclo económico. Solo así se podrán tomar las decisiones más informadas.
¿Tú qué opinas? ¿Bitcoin es el oro digital del futuro o un activo de riesgo especulativo? Déjanos tus comentarios.